Veracruz, en el infierno
**Exhibido por Artículo 19
**Matanza de reporteros
ESCALERAS: El informe de la ONG internacional de periodismo, Artículo 19, filial México, es demoledor para Veracruz.
Desde Javier Duarte hasta Cuitláhuac García.
Y de paso, raspando a esa cosita llamada Comisión Estatal de Atención y Protección (ajá) a Periodistas. CEAPP por las siglas.
Uno:
De los años 2000 a la fecha, 31 homicidios cometidos.
Luis Velázquez
Dos:
Veracruz, hoy, campeón nacional en agresiones a trabajadores de la información.
Tres:
Veracruz, una de las entidades federativas más peligrosas para el periodismo.
Cuatro:
Más allá de quien “tire el gatillo”, la autoridad está obligada a investigar tanto a los asesinos y agresores materiales como intelectual.
Cinco:
Ninguna autoridad investiga el trabajo periodístico de los reporteros asesinados y agraviados, y por consecuencia, “seguimos en la impunidad” (AVC Noticias).
PASAMANOS: En Veracruz, como en el sexenio de Javier Duarte, el peor de los tiempos para el ejercicio periodístico.
Incluso, una cantaleta inacabable. Días y noches oscuras y grisáceas. Negros. Turbias. Revolcadas. Turbulentas.
El ejercicio puntual de los medios irritando la piel, cierto, de los carteles y malosos.
Pero más, mucho más, todo indica, la piel de los políticos.
Las tribus partidistas encaramadas en el poder están convencidas de que el periodismo les ha de tirar incienso a su paso.
Sin evidenciar ninguna acción de gobierno pues ellos son mesiánicos y creen que todos los demás están, han de estar, a sus órdenes, a su servicio, “tirados a su piso”.
CORREDORES: Además, los políticos señalando de pillos, ladrones, corruptos y corruptazos (como dice el señor de “La mañanera) a los diaristas y columnistas.
Indicativo: y si un reportero transgrede la normalidad y se mete, por ejemplo, con los hijos de un político, la esposa, etcétera, entonces, hasta le abren investigación fiscal.
Lo peor de todo, sin embargo, es la impunidad en que está la mayoría (o todos) de los 31 homicidios cometidos a partir del año dos mil cuando Veracruz era gobernado por Miguel Alemán Velasco.
Más, el número incalculable de agravios. Intimidaciones. Acosos. Hostigamientos. Y amenazas.
BALCONES: Por desventura, es la misma historia repetitiva de los feminicidios, secuestros, extorsiones, tiradero de cadáveres y de fosas clandestinas.
En todos los casos, la misma vertiente, el mismo eje rector. Se llama impunidad.
Además, la verdad universal de que como nada pasa, entonces, los sicarios y malosos “se crecen al castigo”.
Y la violencia se desarrolla en tierra fértil.
Lo único que en Veracruz ha crecido y sigue desarrollándose es el tsunami de violencia y los cementerios municipales y los ríos y lagunas convertidos en panteón particular de los carteles.
PASILLOS: Los políticos desearían una prensa muda, servicial, doméstica, sumisa, proactiva al lado de ellos y con ellos.
Y como se trata de una utopía, entonces, lo más fácil es acusarla de corruptaza y al servicio de los antecesores, priistas y panistas y anexos y conexos.
De hecho, los asesinatos han de agotarse como dice el clásico erudito “hasta las mismas consecuencias.
En el sexenio de Javier Duarte, por ejemplo, diecinueve reporteros, fotógrafos, camarógrafos y editores secuestrados, desaparecidos, destazados, hechos cachitos y asesinados.
Más tres desaparecidos.
Y la mayoría, todos quizá, en la impunidad, como el caso del fotógrafo Rubén Espinoza y que Artículo 19 conmemorara en Xalapa la semana anterior con la solidaridad de los colegas.
VENTANAS: Pero ni hablar, la Flor más Bella del Ejido, su Graciosa Majestad la Impunidad, domina y predomina la vida ciudadana en Veracruz.
Y a ninguna tribu política parece interesarle, ocuparle ni preocuparle.
Miles de notas informativas y columnas y fotografías y caricaturas han sido publicadas en los medios reclamando justicia en cada caso y la única respuesta es, ha sido y será el silencio, el desdén, el menosprecio, el desprecio, la apatía, la indiferencia, el valemadrismo, el “Aquí mando yo”.