Embarazos infantiles y legrados
I (Aborto despenalizado, ajá)
En el gobierno de Veracruz hay un doble discurso. Por ejemplo, en la secretaría de Salud. SS.
Hace más de dos años, el Poder Legislativo despenalizó el aborto.
Primera razón de peso y con peso:
Veracruz, primer lugar nacional con embarazos infantiles y de adolescentes.
Luis Velázquez
Segunda razón:
Veracruz, primer lugar nacional en legrados.
Y la mayoría, todo indica, con “comadronas”, arriesgando la vida de la mujer.
Entonces, quedó claro que a partir de la fecha el aborto tenía carta de adopción jurídica de norte a sur y de este a oeste del territorio jarocho, “la noche tibia y callada” de Agustín Lara.
Pero, vaya paradoja, nunca en más de dos años la SS ha extendido el visto bueno a los hospitales y Clínicas de Salud ni tampoco a los médicos para aplicar abortos.
Además, la falta de medicamentos en cada hospital y clínica como argumento poderoso del cuerpo médico y de las enfermeras.
Además, y de ñapa, la victimización y revictimización de las menores y mujeres embarazadas necesitadas de un legrado.
Además, la desatención integral.
Quizá la tribu guinda y marrón tiene mucho, demasiado, miedo a una excomunión de la iglesia católica y apostólica y por eso mismo, el doble discurso.
El antifaz.
La máscara.
El caso es que los activistas han puesto “el dedo en la llaga purulenta” y enunciado y denunciado el estado de cosas en la secretaría de Salud.
Mientras, caray, de acuerdo con el ranking nacional, Veracruz sigue liderando los embarazos infantiles y los legrados clandestinos, incluso.
Bien pudiera asentarse que se trata del estilo personal de ejercer el poder y gobernar de los morenacos.
El único sentido de vida pública de ellos es congraciarse con AMLO, el presidente.
Y allá los ángeles y querubines se emberrinchen y protesten en la calle y la avenida y en el centro urbano frente a palacio.
Y formulen declaraciones a los medios.
“Aquí mando yo” exclamó aquella al tomar posesión.
Y en contraparte, ninguna acción oficial para orientar y reorientar la educación sexual y desde el quinto y sexto año de la escuela primaria, aprox., pues hay chicas de doce, trece y catorce años embarazadas.
Ya se sabe, la fuerza incontrolable del primer deseo, la primera pasión, la primera calentura, el primer amor.
II (El primer deseo…)
Está claro: la fuerza del primer deseo es un pueblo en llamas.
Nada ni nadie lo detiene. Es como un tsunami fermentado en las neuronas, el corazón, el hígado y el sexo.
Es la primera intensidad volcánica de la vida.
Y muchos años después está manifiesto el principio de Peter y el talón de Aquiles de los padres, los profesores, los sacerdotes, la secretaría de Salud para orientar y reorientar la vida íntima, la vida personal, la vida privada.
Entonces, hora de cambiar estrategias si, como en el caso, el Poder Ejecutivo de Veracruz tiene miedo y pavor a una excomunión de la iglesia permitiendo los abortos en los hospitales y clínicas de salud.
Desatada una pasión sexual y amorosa nada la frena.
Y si el hombre ha llegado ene número de ocasiones a la luna…
Y en Estados Unidos ofrecen viajes de luna de miel a Marte…
Y si los robots son ya capaces de matar…
Y de abrigar deseos sexuales…
Entonces, la política de salud sexual del gobierno necesita un viraje si es que, como en Veracruz, seguimos ondeando la bandera nacional en embarazos infantiles y legrados.
Una cosita es que, por ejemplo, los diputados locales despenalizaran el aborto.
Y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia que la ley sea aplicada por el gobierno del Estado.
¡Vaya maquillaje seudodemocrático!