FACICO y voceros oficiales
**La huella de cada uno
**12 años de jefe de prensa
UNO. Voceros egresados de FACICO
Una egresada más de la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana será la próxima jefa de prensa del gobierno de Veracruz.
Se llama Adriana Muñoz, originaria de Oaxaca y diarista que fue en unos medios locales. Mejor dicho, columnista.
Luis Velázquez
Antes, le antecedieron en el cargo, entre otros (y hasta donde se recuerda si bien se recuerda), María Georgina Domínguez con Javier Duarte.
Alfredo Gándara Andrade con Fidel Herrera Beltrán.
Ignacio Alberto Oropeza López con Dante Alfonso Delgado Rannauro.
Y Víctor Cuauhtémoc Naranjo con par de gobernadores, a saber, Fernando López Arias y Rafael Murillo Vidal.
DOS. El vocero de mirada fulminante
Cada uno dejaron su huella en el ejercicio del periodismo institucional, y en donde, como es lógico, con frecuencia, “a tiro por viaje”, el manejo informativo se convierte en propaganda y publicidad.
Insólito, por ejemplo, el caso de Víctor Cuauhtémoc Naranjo, quien fue director de Comunicación Social, antes vocero, de par de gobernadores.
Doce años ocupando la silla embrujada del palacio de gobierno y como afirmaba Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur, marea, enloquece y hace levitar “al más pintado”.
Naranjo era un hombre alto y robusto con cara dura y que únicamente con su presencia electrocutaba al reportero más bragado.
TRES. Con Gándara el mejor tiempo
Quizá el mejor tiempo en la relación entre el Estado y los medios en Veracruz fue (es todavía) con Alfredo Gándara Andrade, originario de Poza Rica, en donde fue premiado y encumbrado por Fidel Herrera en la presidencia municipal.
Reportero en el frente de batalla, contando historias, Gándara fue, primero, respetuoso de la libertad de expresión.
Segundo, solía dialogar con finura y tacto y elegancia y donaire con los trabajadores de la información.
Tercero, siempre se adelantada, digamos, a las emergencias sociales de los colegas.
CUATRO. Sin rencores…
Cuarto, cuando de por medio una noticia trascendía solía marcar el teléfono del reportero para invitarlo a un diálogo, un cambio de impresiones.
Incluso, y de ser necesario, hasta con el gobernador de por medio.
Y sin alterarse ni molestarse ni dejarse llevar por las diferencias de opiniones ni menos, mucho menos, por los rencores y los ajustes de cuentas.
Y hacia el final, con toda la modestia y sencillez de la vida, Gándara decía al reportero: “Si a ti (o a usted)… te parece”.
CINCO. Tiempo duro y rudo
En los casi seis años de Javier Duarte, María Georgina Domínguez.
Fue aquel sexenio un tiempo sórdido, siniestro, para el periodismo, convertido en “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” de acuerdo con la ONG Artículo 19.
Por ejemplo, diecinueve trabajadores de la información (reporteros, columnistas, fotógrafos, camarógrafos y editores) asesinados.
Más tres desaparecidos… hasta el día de hoy sin que nunca, jamás, jamás entre los jamases, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, haya tenido la voluntad manifiesta de aclarar los hechos y reclamar justicia.
Simple y llanamente, justicia.
SEIS. La tendencia de los vientos…
Fue un tiempo duro para el periodismo.
Más, incluso, de que en su momento muchas voces involucraban a uno que otro reportero en malas amistades y cosas ilícitas y que, bueno, bien pudo, y en todo caso, la autoridad demostrar los hechos.
Además, desde entonces, quedó claro:
Una cosita fueron (y de ser así), las relaciones peligrosas de algunos colegas, y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, la aplicación de la ley, pues de por medio se trató de una matanza singular, fuera de serie, nunca ocurrida de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.
Ahora, un nuevo sexenio en puerta.
Ya se sentirá la tendencia de los vientos…