Incluso, el hombre ideal buscado por Diógenes con su lámpara en las calles de las ciudades y pueblos.
Casi casi, el hombre soñado por José Vasconcelos Calderón, el filósofo candidato presidencia independiente, con la llamada Raza Cósmica.
Es más, el hombre utópico que tanto han predicado los mesías, los apóstoles, los Estadistas, en todos los tiempos.
Un caso excepcional, fuera de serie, singular, de honestidad política.

DOS. Corrupción priista

Claro, su historia de integridad moral fue insuficiente en par de ocasiones (años 2018 y 2024) para ganar en las urnas la gubernatura de Veracruz.
Ningún pecado mortal se cometería escribiendo que su trayectoria de político honesto nunca le alcanzó para ganar las urnas debido a la fama de corrupción priista.
México, caray, en el primer lugar internacional de deshonestidad pública.
El erario, como si fuera una caja chica de las elites y tribus priistas en el ejercicio del poder y la tarea de gobernar.

TRES. Vientos torrenciales

Insólito, inverosímil, político honrado Pepe Yunes, consciente acaso de que la fama pública de las tribus rojas eran vientos torrenciales y huracanados en su contra, se ha mantenido como priista.
En ningún momento tentado para renunciar al PRI y tomar camino por otras latitudes partidistas.
Menos, mucho menos, para formar una agrupación política con miras a transfigurarla en un partido político como los casos, entre otros, de Dante Alfonso Delgado Rannauro, Felipe Amadeo Flores Espinoza y Héctor Yunes Landa.
Simplemente, Pepe Yunes con una lealtad y fidelidad excepcional a su partido, por ahora, en caída libre hacia el rincón más arrinconado del infierno.

CUATRO. Lejos y cerca del poder…

Y ha sido digno, así los jefes tribales lo desdeñen. “Lo cortés, recordemos, lo quita lo valiente”.
Es decir, la integridad.
Y en ningún caso “ha metido las manos al cajón ni tampoco ordeñado la vaca”.
Por ejemplo, en su momento estelar cuando dos de sus condiscípulos universitarios, Luis Videgaray y José Antonio Meade, fueron secretarios de Estado con el presidente Enrique Peña Nieto.
Vaya, bastaría recordar que en aquellos tiempos del salón de clases, tanto Videgaray como Meade solían viajar al rancho de su señor padre, José Yunes Sánchez, en Perote, y se daban feroces agarrones académicos con el profe Guillermo Zúñiga Martínez.
Y varios años después cuando Videgaray y Meade se encumbraron, nunca Pepe Yunes Zorrilla cayó en la tentación del dinero fácil, los negocios lícitos e ilícitos y las empresas fantasmas.
Por más y más que en aquel tiempo fue Senador de la República.

CINCO. Principios y valores

Pudo, claro, aprovechar la amistad con ellos para enriquecerse.
Pero nunca cayó en la tentación.
Por encima de todos, sus principios, sus valores, su formación familiar, el objetivo superior, la vocación social.
Y desde luego, las convicciones propias.
Un priista honesto ante la degradación moral en que incidieron tantas generaciones rojas.

SEIS. Otros cantan bien las rancheras

La historia de honestidad de Pepe Yunes alcanza dimensión estelar a partir, entre otros hechos y cositas, que en la oposición suelen cantar bien las rancheras ordeñando el erario.
Y de todos los partidos políticos.
Unos más, y otros más.
Famosa la frase memorable, citable y bíblica del obradorismo, por ejemplo (“si te cachas, te echas la culpa y te callas”), descrita por la periodista Elena Chávez en el libro “El gran corruptor”.
¡Ay, Ignacio Ovalle Fernández con la estafa maestra de más de quince mil millones de pesos en la Seguridad Alimentaria!
¡Caray, saquear el erario para las pobres en el tiempo de la 4T!