El hombre está “arrejuntado” con una centroamericana y han procreado cuatro hijos… Y ni modo, el divorcio inminente…

ROMPEOLAS: Muchos años, los familiares del hombre ocultaron la realidad a la esposa con par de hijos… Incluso, el hombre cambió de entidad federativa y nunca avisó a la pareja en el pueblo… Es más, de pronto, dejó de enviar las remesas mensuales, antes, mucho antes, tan puntuales… El hombre ya tenía allá (tiene) una carga familiar con su nueva pareja e hijos… La mujer en el pueblo buscó empleo… Y lo más lejos a lo que pudo llegar (y llegó) es de trabajadora doméstica…

ARRECIFES: En diez años, ni un dólar partido a la mitad le fue depositado… Los padres de la mujer le ayudaron con los hijos menores de edad… Y mientras ella laboraba (y labora) de asistente doméstica, los padres encargados de los nietos… Desde llevarlos a la escuela e ir por ellos hasta el desayuno, la comida y la cena… La madre, convertida en el hombre, para garantizar el itacate, la torta y la despensa escolar en casa… Mesurada, prudente, sin rencillas, rencores ni odios, aceptó el divorcio cuando a través de los (ex) suegros se lo pidieron… “Mejor llevar la fiesta en paz”…

ESCOLLERAS: Más porque la mujer decidió la separación legal sin echar pleito por el abandono familiar… “Allá, que le vaya bien con su nueva familia”, dijo… Y con una tolerancia insólita pues está claro que tiene todas las de ganar en la denuncia civil, la sana distancia… Y cada quien por su lado… Los trámites del divorcio caminan… Y al hombre, su ex pareja, le interesan más, porque, caray, desea casarse de nuevo… Y ahora, en Estados Unidos… Y está obsesionado con arreglar los papeles porque en el país vecino dan seguimiento a cada solicitud de matrimonio… Y si descubren que aquí, en Veracruz, está casado, entonces, de entrada, lo deportan… Sin mayores excusas ni pretextos…

PLAZOLETA: La señora de los Llanos de Sotavento tiene una verdad histórica… “Todo aquí se paga”… A veces, los padres… Otras, los hijos… Otras, la daga alcanza a los nietos… Y si su expareja así le jugó, tarde o temprano, la justicia divina llegará por sí sola… Lo dice el adagio popular: “Amor con amor se paga”… Y nada como apostar al tiempo… “Dar tiempo al tiempo” profetiza el soneto de Renato Leduc…

PALMERAS: En el Registro Civil de cada pueblo, los divorcios se multiplican en tierra fértil… Caray, y en contraparte, las bodas de la comunidad sexual proliferando como un tsunami, pues “el amor está en cada habitación”… Cosas y hechos de la vida, ni hablar… La pareja de Sotavento que se divorcia inició relación conyugal cuando tenía diecinueve años… Casi casi, apenas, apenitas, empezando a vivir… Dura realidad, porque un elevado número de migrantes (tanto hombres como mujeres) suelen, digamos, reconstruir sus vidas en Estados Unidos y dando por terminada la relación en México… Y en Veracruz, claro…