del Poder Judicial han otorgado cargos públicos a los familiares.
Entre otros, padres, tíos y hasta suegras de jueces y magistrados en el reparto descarrilado del poder.
En total, y de acuerdo con estudio aplicado en el año 2022 por el Consejo de la Judicatura Federal, CJF, 65 (sesenta y cinco) miembros de una misma familia con una plaza burocrática otorgada por Dedazo.

PASAMANOS: Pero en el lado de MORENA, con todo y honestidad valiente y purificación, también cantan “igual o peor” las rancheras.
Por ejemplo:
Trece familiares de políticos ungidos diputados federales para la próxima Legislatura en San Lázaro.
Entre ellos, caray, un hermano y un primo de Mario Delgado, el líder nacional de MORENA, “tan echado pa’lante” hablando de la Cartilla Moral del escritor Alfonso Reyes.
Y “dándose golpes de pecho” por la ética política.
En el paquete, por ejemplo, la viuda del ex gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, ex del PRD y transfigurado en morenaco.
El hijo del coordinador de los diputados federales de MORENA, Ignacio Mier Velasco.
El hijo del exgobernador panista de Puebla, Antonio Gali Fayad.
La esposa del excandidato a gobernador de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
El hijo de Julio Scherer Ibarra, hijo de don Julio Scherer García, con una curul en el Congreso federal nominado por el Partido Verde, filial de MORENA.

CORREDORES: La hija del priista Manlio Fabio Beltrones, del Senado de la República a la Cámara de Diputados.
Y el mismo Beltrones, otra vez Senador de la república, ahora, pluri.
La esposa del diputado Sergio Gutiérrez Luna, el morenaco que soñó con la candidatura a gobernador de Veracruz, ahora, legisladora federal.
Incluso, el mismo Gutiérrez Luna, diputado federal otra vez.
Un hermano del senador Ricardo Monreal Ávila, Senador.
Y él mismito Ricardo Monreal, del Senado a la Cámara de Diputados.
Un hijo del ex secretario de Desarrollo Social en el Estado de México, diputado federal (Notiver).

BALCONES: En el rancho lo expresan del siguiente modo: “La misma gata, pero revolcada”.
Lo peor: en muchos casos, la mayoría de los diputados sin ninguna experiencia.
Su único, digamos, mérito y/o privilegio, es la misma sangre corriendo en sus venas.
Priistas, panistas, verdes y guindas y marrones, con el nepotismo y el tráfico de influencias en su más alto decibel.
Nada, pues, con la farsa y estafa de que “no somos iguales”.
La misma deshonestidad en el Poder Judicial Federal como en el Poder Legislativo.

PASILLOS: Las tribus políticas dueñas totales y absolutas del poder.
El cochinero de siempre.
Caray, suegras en el Poder Judicial Federal.
Y suegras como legisladoras federales.
El eslogan de la casa comercial de que “La familia es primero” honrada en su alto decibel en la administración pública.
Tres y seis años encumbrados en la vida política, entre otras cositas y hechos, “para ordeñar la vaca y meter la mano al cajón”.
Y cuando se puede, como el caso del senador José Félix Salgado Macedonio, imponiendo a una de sus hijitas como gobernadora en Guerrero.
Y con la bendición de Andrés Manuel López Obrador.
Al carajo, entonces, la purificación moral y la honestidad valiente.