Además, prodigiosa memoria de Cantoral que tarareó la canción y en ningún momento olvidó la letra… Quizá, claro, habría cambiado por ahí una palabra por otra… Pero desde entonces, su poema de amor ha sido cantado millones de veces debajo de un balcón y/o frente a la ventana en las serenatas aldeanas y pueblerinas, pero también, suburbanas y urbanas… Incluso, forma parte de la historia cultural de muchas, muchísimas parejas…

CURVA PELIGROSA: Los animalistas dirán argumentos de peso y con peso… Pero, caray, tremenda plaga, una pesadilla, una angustia, cuando de pronto en casa aparecen cucarachas y sapos y ratones y gatos defecando en el pasillo y en el jardín y frente a la casa… Entonces, ni hablar, sólo resta contratar al mejor equipo de fumigación declarando la tercera guerra mundial a todos esos animalitos… ¡Vaya ocurrencia de Noé, el bíblico, de encaramar en su barco una pareja de cucarachas, sapos y ratones para salvarlos del diluvio!... Más si se considera que las cucarachas, por ejemplo, tienen más de las siete vidas de un gato pues chiquitas sobrevivieron a los dinosaurios y que perecieron en aquella inundación bíblica de cuarenta días y cuarenta noches… Sabrá el Ser Superior cómo hizo Noé para trepar al barco parejas de víboras y moscos transmisores de paludismo…

AUTOPISTA DEL SUR: El filme “Atracción fatal” con Michael Douglas y Gleen Close (1987) es demoledor para las mujeres… La locura total de una mujer enloquecida con un hombre… Y casado… Y dispuesta a todo para quedarse con él… Y tenerlo en casa el mayor número de horas posible… Y de día y noche… Incluso, cortándose las venas para amansarlo… Vaya, hasta secuestrando un día a la hija menor… Caray, hasta matando a un conejito mascota de la niña… Y, además, poniéndolo a freír en una cacerola en la estufa… Más todavía: dispuesta a asesinar a la esposa (Anne Archer) de aquel hombre… La obsesiva obsesión de una mujer soltera, ya grande, y a quien el tiempo se le está yendo y/o ya se le fue y sin una pareja… Lo decía María Félix: el gran secreto para la dicha y la felicidad es tener siempre un hombre en casa…

AUTOPISTA DEL NORTE: Caray, está bien regalar un gatito o un perrito a los niños como mascotas… Incluso, y como el escritor Carlos Monsiváis Aceves, tener trece gatitos en casa… Y/o Ernest Hemingway, cincuenta… Pero eso de que una quinceañera pida de regalo un caballo y se emberrinche porque se lo negaron y/o de que un hombre obsequie a la esposa un hipopótamo sólo para darle gusto, todo un misterio… Claro, a principios del siglo pasado, los hombres solían regalar esclavos (mujeres y hombres) a los hijos y a la pareja… Y en la Revolución, Venustiano Carranza, Pancho Villa y Emiliano Zapata regalaban las mansiones y haciendas expropiadas a los latifundistas a sus amantes… Por cierto, pésame al escritor y periodista, Ricardo Ravelo Galo, por la muerte de uno de sus gatitos… Por cierto, en un filme, la pareja de Michelle Pfeiffer muere y en el otro mundo se convierte en un gatito de color negro según fue informada en una sesión espiritista…

RECTA FINAL: El viejito del barrio soñó anoche y hacia la madrugada que aterrizaba en la superficie lunar… Y de pronto, por ahí, descubrió a una mujer… Era alta y delgada… Fina, finita… Preciosa… Era Michelle Pfeiffer en la película “Cara cortada” con Al Pacino… Y en automático, ella formó parte de su sistema planetario… Y lo esperaba con té y unas galletitas lunares… El fascinante viaje onírico duró poco pues lo rompió el crujido de una galletita… Al despertar, el viejito sintió el fracaso de una ilusión más… Y con el vértigo de “toda la voluptuosidad de su juventud en flor” (Julio Cortázar en Rayuela)… Entonces, el sueño se espantó… Hacia el amanecer permaneció sentado en una silla recordando los detalles… Entonces, juró que por ningún motivo seguirá viendo sus películas… A ver si cumple…

META: Verdades inapelables: se aprende más, mucho más de la vida que de los libros… Y varios años después se recuerda más a los profesores duros y rudos y exigentes que a los maestros “barcos”… El camino seguro para que un hombre gane el rencor y el odio es cuando miente a la pareja… Claro, peor tantito cuando el hombre es celoso y suele mirar “moros con tranchete”… Y echar pleito por sus visiones y fantasmas en la imaginación… El peor error de una mujer es creer (y a ciegas) en el juramento del novio, el marido y el amante de que pronto dejará de emborracharse… Y se volverá un hombre fiel… Mucho peor va a un empleado cuando cree en la promesa del jefe de que pronto, pronto, pronto, recibirá aumento salarial… Peor, mucho peor, es creer en la palabra de los políticos cuando está probado que son peores que Pinocho con su nariz crecida…