Desde entonces, viviendo en Londres, famosa por ser la ciudad más cara del mundo con sus cinco continentes y más de doscientas naciones.
Su abogado acaba de interponer una nueva solicitud de amparo en Juzgado en la ciudad jarocha.
Y dando la pelea sin que la autoridad logre el objetivo.
Será que Karime tendrá muy buen equipo de abogados.
Será que a las Fiscalías ha faltado conocimiento, información, cabildeo, habilidades, experiencias.
Incluso, mañas.
Será que los expedientes tienen fallas.
Será que “un ángel de la guarda” la protege.
Será, digamos, que es inocente de los delitos de la que la acusan.
Pero a todas luces llama la atención que lleva unos siete años y ella sigue viviendo con sus hijos.
En contraparte, significativo, por ejemplo, que el góber de la llamada Cuarta Transformación ha tenido sus presos políticos.
Por ejemplo, y entre otros, José María del Río Virgen, jefe de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
Tito Delfín, presidente municipal de Tierra Blanca y José Azueta, diputado local y funcionario en la secretaría de Desarrollo Agropecuario.
Y Rogelio Franco Castán, diputado federal, secretario General de Gobierno y presidente del CDE del PRD en Veracruz, y quien ha ganado unos quince amparos y continúa privado de la libertad.
Enrique Peña Nieto dejó la presidencia de la república y a Andrés Manuel López Obrador faltan unos cinco meses y cacho y Karime continúa libre.
Se fue Miguel Ángel Yunes Linares y está por irse Cuitláhuac García Jiménez, y Karime libre.
Yunes Linares encarceló como gobernador de dos años a un montón de duartistas.
Pero Karime “se le peló”.
Autoexiliada, desde el otro extremo del mundo sigue ganando la pelea y trepada en el ring sin una tregua.
Incluso, en el palenque público cacarearon el divorcio con Javier Duarte y que mucho se duda, pues bien puede tratarse de una jugada de los abogados.
Sea como sea, ella, en libertad.

II (Ganar tiempo al tiempo)
Una estrategia de Karime y los abogados, quizá, quizá, quizá, ganar tiempo.
Tiempo al tiempo, digamos, para la prescripción del delito de que es señalada.
Delito por el que, se insiste, no ha podido ser detenida.
Entonces, Javier Duarte cumpliendo la sentencia, pronto podría alcanzar la libertad y agarrar camino a Londres para vivir en la ciudad de Los Beatles.
Más ahora cuando hacia finales de año la primera presidenta de la república y la primera gobernadora de Veracruz (ambas mujeres) tomarán posesión.
Como dicen en el rancho, “lo que no fue en tu año… no hace daño”.
Siete meses después, caray, sea como sea, y con el caso de Karime, la justicia… evidenciada.
Más con todo el aparato gubernamental de por medio.
Vaya, para un sector de la población, Karime, la heroína.
Además, la manifestación expresa de que, digamos, su orden de aprehensión bien podría estar revolcada y teñida y fermentada de cuestiones políticas.
Casi casi, una víctima política.
Simplemente, como persona, como ser humano, como jefa de la familia que es (madre y padre), ta’canija tanta solidez y consistencia humana para aguantar siete años de rafagueo oficial del par de Fiscalías.
De hecho y derecho, vivir en medio del fuego y en el centro del infierno.
Incluso, en el rincón más arrinconado.
Aquel libro de “Merezco abundancia, merezco abundancia” quizá por ahí en el recuerdo.
La crónica de un hecho.
Pero sin mayor trascendencia.
Karime sigue en libertad.

III (Victoria de Karime)
La familia y las amigas (amigas “a prueba de bomba) están con ella.
Creen en ella.
Y el resto de la población, primero, ni en cuenta en las neuronas y el corazón del millón de indígenas, los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros.
Y la clase media, ocupada en sobrevivir con los estragos económicos del poscovid, la recesión y la inflación descarrilada.
Y las tribus políticas (y que se fueron) deseando vientos favorables para su presente y futuro.
Y las elites políticas que están por llegar, quizá, quizá, quizá, en otras tareas.
La ineficiencia y la ineficacia de las Fiscalías son la victoria de Karime y abogados.
Luego de un ratito privados de su libertad, José Manuel del Río Virgen y Tito Delfín, libres.
Y en el caso de Rogelio Franco, la autoridad estatal, exhibida como una generación rencorosa y vengativa.

IV (Contra viento y marea)
Karime se ha mantenido a flote contra viento y marea.
Lejos y sin la solidaridad con hechos concretos y específicos de los amigos, socios, aliados y cómplices de la política encumbrados por Javier Duarte.
¡Vaya ingratitud!