Y mata a su esposa y a su hijo.
Y mata a sus pistoleros.
Y mata a las autoridades municipales que el cacique narco ha impuesto.
Incluso, mata al jefe narco cuando se desempeña como alcalde del pueblo, San Miguel Arcángel.

DOS. Ajuste de cuentas

Una masacre, pues, la noche de un 15 de septiembre.
Además, Vengador Solitario como en el filme de Charles Bronson, intitulado así.
Un hombre que poco a poco va matando a los asesinos de la ciudad luego de que ellos asesinaron a su esposa.
Damián Alcázar es el héroe. Se venga y ajusta cuentas.
Y ajusta cuentas porque el cacique narco ha ordenado asesinar a las siguientes personas:
A su hermano y a sus sobrinos, también narcos. Ambos, disputando la jugosa plaza local y regional del narco.
Asesinado a los enemigos y adversarios. Entre ellos, a los pistoleros de su hermano, también narco.
Al amigo entrañable del Vengador Solitario, Damián Alcázar.
Y a un hijo de su amigo entrañable.
Y a la pareja de Damián Alcázar.
Y a su propio hermano y a quien le cortan sus partes genitales, además de que le asestan sesenta balazos.

TRES. Negocio de la droga

Además, un narco/cacique enriquecido vendiendo droga.
Sobre todo, droga subastada a los distribuidores en Estados Unidos.
Además, controlando la venta de droga en los moteles y bares y cantinas de mala muerte.
Y la venta de droga a las trabajadoras sexuales.
Y la venta de droga a los jóvenes y hombres del pueblo a través de sus promotores y “halcones”.

CUATRO. Narco desalmado

Por ejemplo, a quienes se la hacen ordena secuestrar en las noches y en sus casas.
Y delante de la esposa y los hijos menores.
Luego, lo llevan a su mansión y en donde, entre otras cositas y hechos, les corta la lengua que por delatores con la policía.
Y las manos que por agarrar lo ajeno.
Y les pega un balazo en la sien “para que aprendan a respetar” su ley.
Un narco (Ernesto Gómez Cruz) quien, caray, tiene y cultiva amistad con los gobernadores y los presidentes de la república.
De ñapa, para crearse y recrearse una imagen social suele obsequiar escuelas primarias de pueblo en pueblo.

CINCO. Entre la espada y la espada

Damián Alcázar llega al pueblo, San Miguel Arcángel, luego de veinte años como migrante en Estados Unidos y en donde le fue del demonio.
Entonces, derrotado, sueña con poner una escuela de inglés y, claro, los amigos se pitorrean.
Así, y cuando los días y las noches lo colocan “entre la espada y la espada” decide meterse de narco a través de su amigo de la infancia (Joaquín Cosío) convertido en jefe de los sicarios del jefe narco (Ernesto Gómez Cruz).
Pero al mismo tiempo, y cuando confirma los abusos y atropellos del narco, se vuelve en su contra.
Y vive obsesionado con ajustar cuentas.

SEIS. “No hay de otra”…

Los dos amigos (Alcázar y Cosío) lo precisan con claridad: “Si somos narcos es porque aquí, en el pueblo, no hay de otra”.
Filmada en el año 2010 (hace catorce años) el filme cuenta una historia universal. Vigente. Fresquecita hoy.
Tan es así que, por ejemplo, originó la rabia de AMLO, el presidente, por el retrato social de la delincuencia organizada.
Más, mucho más, luego de la publicación del libro número quince de la escritora y periodista, Anabel Hernández, intitulado “La historia secreta, AMLO y el Cártel de Sinaloa”.