Año caótico
**Círculos del Infierno
**Días sin luz y agua
UNO. Año turbulento
Este año (y otros) ha sido, es, será, más caótico que nunca.
Por ejemplo: Muchas, demasiadas, excesivas protestas de los vecinos porque, aun estando al corriente del pago del agua, en muchos pueblos de Veracruz (y de seguro, ajá, en el país) han pasado (siguen pasando)
Luis Velázquez
una quincena, un mes, sin el líquido.
Y ni modo, a protestar en la calle y la avenida.
Y a bloquear caminos y carreteras como último recurso para ser escuchados (y atendidos) por la autoridad.
Agua, caray, para lavar la cocina y los platos y cucharas y tenedores y cuchillos del desayuno, la comida y la cena.
Y si es posible, barrer la casa y pasar jerga.
Y de ñapa, estresante (y caótico) el servicio de luz.
Por añadidura, el calor infernal.
DOS. Círculos del Infierno
De postre, mejor dicho, “pan nuestro de cada día y noche”, los feminicidios.
Los secuestros. Las extorsiones. Las desapariciones. La desaparición forzada.
Las fosas clandestinas.
Caray, Veracruz, campeón nacional en fosas y que (se recuerda) dice el INEGI (por si de paso Cuitláhuac G. J. quisiera desmentir).
Además, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos.
Y la migración del Estado jarocho a Estados Unidos y en primer lugar nacional y que también declara el INEGI, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e industria.
TRES. MORENA, de todas… todas
Caótico, claro, el escenario político.
MORENA, el partido guinda y marrón del obradorismo, ganando casi casi de todas todas en la elección del 2 de junio.
Como el PRI en los tiempos de la llamada “Dictadura perfecta” de acuerdo con el Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa (y satanizado, caray, por la segunda esposa de AMLO, el presidente).
Un país hecho a la medida de Andrés Manuel López Obrador.
El jefe máximo. El chamán. El gurú. El tlatoani. El mesías tropical. El enviado de un Ser Superior para gobernar la tierra mexicana.
El partido invencible. Invencible que también fue el PRI y Benito Juárez García cometiendo el primer fraude electoral de la historia para perpetuarse quince años en el Palacio Nacional, y en donde vivía.
CUATRO. Campeón nacional en migración
Duro y rudo, terrible, espantoso, el hecho de que Veracruz escalara al primer lugar nacional en migración a Estados Unidos.
Y la mayoría de los paisanos, indocumentados, ilegales, sin papeles, cruzando con arrojo y temeridad el río Bravo y el desierto para entrar al paraíso terrenal.
Huyendo de la tierra jarocha debido a la errática y fallida y decepcionante política económica, incapaz de animar y reanimar la creación de empleos en las regiones indígenas, rurales, campesinas, obreras, suburbanas y urbanas para arraigar a la población.
El viaje a EU soñando con un trabajo digno, estable y pagado con justicia social.
CINCO. La muerte en vida
Días nublados. Torrenciales. Huracanados.
Grises. Morenos. Morenos morenos, Negros, incluso, los colores ligados a la muerte.
Digamos, la muerte en vida.
La única posibilidad en un Veracruz con seis millones de los ocho millones de habitantes es acomodar en un morralito (y/o en una caja de jabón octagón) las muditas de ropa y los zapatitos y echárselos al hombro y soñar con la posibilidad de llegar y establecerse a Estados Unidos.
SEIS. “Aquí nos tocó vivir”
Al mismo tiempo, vaya paradoja, “aquí nos tocó vivir y qué le vamos a hacer” exclama un personaje literario del escritor Carlos Fuentes Macías.
Gran contradicción económica y social:
Veracruz, pródigo en recursos naturales, habitado por gente en la miseria y la pobreza.
Doscientas cincuenta familias dueñas de más del sesenta por ciento de la riqueza natural.
Y la familia (la esposa y los hijos), ¡hosanna, hosanna!, viajando al otro extremo del mundo, por ejemplo, llegando a China y Japón, pues el dinerito les sobra.
Los jodidos, comprando el agua para tomar y bañarse.
Y los ricos, bañándose con agua purificada que instalaciones especiales tienen en la mansión.
Incluso, los riquillos denominándose así mismos “los más selectos” de Veracruz.
¡La raza pura!
¡La raza cósmica!
Los privilegiados.