Amigos y examigos
**Socios y exsocios
**Cadáveres políticos
UNO. Luces que se funden
Hay grandes amigos, entrañables, quienes pasado un ratito intenso y volcánico ninguna chispa más volvió a encenderse en sus vidas.
Y lástima, porque en muchos casos se trata de inteligencias incandescentes y que unidas serían un parteaguas.
De amigos a examigos. De compadres a ex compadres. De compañeros de vida a los peores enemigos y adversarios.
Luis Velázquez
Por ejemplo:
El cortocircuito entre Dante Alfonso Delgado Rannauro y Rafael Hernández Villalpando.
Miguel Ángel Yunes Linares y Roberto Madrazo Pintado.
Yunes Linares y la profe Elba Esther Gordillo.
Yunes Linares y Gonzalo Morgado Huesca.
Andrés Manuel López Obrador y Denise Dresser.
AMLO, el presidente, y Ciro Gómez Leyva.
DOS. La historia lo comprueba
AMLO, el presidente, y Raymundo Riva Palacio.
AMLO y el perredista Jesús Ortega.
AMLO, el presidente, y Carlos Imaz, ex pareja de Claudia Sheinbaum Pardo.
AMLO y Rosario Robles Berlanga.
Benito Juárez García y Francisco Zarco e Ignacio Ramírez, El Nigromante.
Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz Mori.
Francisco I. Madero y el traidor y asesino, Victoriano Huerta.
Álvaro Obregón y Pancho Villa.
Venustiano Carranza y Emiliano Zapata.
TRES. Amigos sacrificados
Caray, Jesús y Judas Iscariote.
León Trotsky y José Stalin.
Salvador Allende, el primer presidente socialista elegido en las urnas en Chile, y el traidor Augusto Pinochet.
Daniel Ortega, el dictador de Nicaragua luego de su papelazo en el sandinismo para tumbar al dictador Anastasio Somoza, con el político y novelista y cronista, Sergio Ramírez, su vicepresidente en aquel entonces.
Lázaro Cárdenas del Río y el general Francisco José Múgica, el amigo entrañable que tanto le sirvió en la administración pública y lo relegó para la sucesión presidencial inclinando el Dedazo a favor del poblano Manuel Ávila Camacho.
CUATRO. “Entre más lejos, mejor”
Pancho Villa distanciado de Emiliano Zapata. Y Zapata de Villa. Cada uno en su feudo. Villa en Durango. Zapata en Morelos.
Juan Maldonado Pereda distanciado de Miguel Alemán Velasco cuando inclinara la balanza (y quizá, el Dedazo) por Fidel Herrera Beltrán.
Don Julio Scherer García, el Francisco Zarco del siglo XX, asegurando que su relación con su primo José López Portillo, “entre más lejos, mejor”.
Lejos, muy lejos, José López Portillo de Miguel de la Madrid cuando encarcela a su amigo Jorge Díaz Serrano, su director general de Pemex.
Ernesto Zedillo Ponce y Carlos Salinas desde cuando el primero encarcelara a Raúl Salinas por el asesinato de Francisco Ruiz Massieu, su excuñado.
CINCO. Luchas políticas
Manuel Camacho Solís distanciado de Carlos Salinas cuando impusiera a Luis Donaldo Colosio Murrieta como su candidato presidencial.
Y sin duda, “veinte y las malas”, lejos, muy lejos, Marcelo Ebrard Casaubon de Andrés Manuel López Obrador, quien lo dejara “vestido y alborotado” para “la grande”.
José Vasconcelos Calderón, feroz enemigo y adversario de su examigo Álvaro Obregón enfrentados por la lucha presidencial y en donde Plutarco Elías Calles ordenara el asesinato de cien de sus seguidores en Topilejo.
Entre tantos otros.
SEIS. Espinas en el viaje
En un momento estelar de sus vidas caminaron juntos.
Luego, con tantas espinas, cardos y abrojos en el viaje se rasparon y en menos de lo que canta tres veces el gallito bíblico, la amistad se truncó.
Y en automático se volvieron los peores enemigos. Casi casi, a la altura del apodo mítico del general Rodolfo Fierro, el lugarteniente de Pancho Villa y el amigo de mayor confianza, y al que llamaban “El carnicero”.
Tanta confianza, caray, que Jesús depositó en Judas Iscariote, uno de sus doce apóstoles para redimir a la humanidad.
Y ni hablar, la vida es un cementerio muy grande de cruces simbolizando la muerte de los amigos dejados en el camino.
Los amigos que fueron y dejaron de serlo…