Todos imaginando “la plenitud del pinche poder” durante los próximos seis años.
Seis largos, largos, largos, años. Ellos serán la autoridad a partir del primero de diciembre del año que camina.
Los jefes máximos. Los dueños del poder. Los patrones. Los propietarios del erario para, y en todo caso, “ordeñar la vaca y meter las manos (y los pies) al cajón”.

PASAMANOS: Después de 78 (setenta y ocho) gobernadores en Veracruz ocupando la silla embrujada del palacio de gobierno de Xalapa, quizá, quizá, quizá, vislumbrarán una calidad de vida para el grueso de la población.
Pero… en el discurso.
Un empleo digno y estable y cubierto con justicia laboral.
Un Veracruz sin sobresaltos, secuestros, desapariciones, ultrajes, asesinatos y fosas clandestinas.
Una calidad estudiantil para los chicos, adolescentes y jóvenes.
Una salud pública de primera.

CORREDORES: Pero más allá del ideal soñado (la utopía, digamos) la mayor parte de todos ellos se mirarán y sentirán ya “en los cuernos de la luna”.
El paraíso terrenal para ellos. Y sus familias. Y los aliados, socios y cómplices. Y las barbies, caray, tan importantes que son.
Por delante tendrán seis años. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Y seis. Suficientes para mudar de la clase baja, por ejemplo, a la clase media. Y de la clase media, y “con un tiempo y un ganchito”, a la clase alta.
Hacia el final del sexenio, qué caray, nuevos ricos en el Estado jarocho. Pudientes. Riquillos. Millonetas.
Si no es ahora, cuándo, carajo…

BALCONES: Así, tal cual, siempre, siempre, siempre, ha ocurrido.
Vaya, en 78 gobernadores, nunca ha sido diferente.
Y si por ahí las tribus políticas en el poder público han construido una escuelita, un sistema de agua potable, pavimentado una callecita, erigido un parque, un jardín, abierto un camino, forma parte del ritual obligatorio.
Pero dignificar la vida social y económica y educativa y de salud de un pueblo se trata de una utopía “utópica”.
Un sueño jamás alcanzado.
La venta barata, ramplona, demagógica y populachera de esperanzas.

PASILLOS: El lema único es el siguiente: Primero yo. Luego, la familia. Después, los socios.
Por eso, caray, México en el primer lugar mundial de la corrupción política y que allí fue ubicado por los políticos priistas durante más de setenta años.
Pero que al mismo tiempo luego siguió con los panistas y ahora con el obradorato, cuya esencia máxima es prolongar el poder político de AMLO, el presidente, y seguir tomando las decisiones superiores de la generación guinda y marrón en el poder sexenal.
Y cuidado si alguien se alebresta porque así como López Obrador desertó del PRI y desertó del PRD y formó su partido político, MORENA, de igual modo puede abandonar MORENA y dejarla a la deriva y formar otro instituto.
Y más porque de acuerdo con los expertos AMLO es el presidente que ha concentrado el poder político más amplio y vasto de la historia.
Incluidos Benito Juárez García, Porfirio Díaz Mori y Plutarco Elías Calles.

VENTANAS: La fiesta de la madrugada del tres de junio se prolongará durante los próximos seis años.
Sea MORENA o el Frente Opositor el ganador en las urnas para la gubernatura.
Y porfis, sirvan igual para todos que la casa paga.
Y porfis, que nadie se pelee porque hay más de cinco, seis, siete mil cargos públicos para repartir como dijera, aprox., el ideólogo guinda de Veracruz.