La vida dura y ruda…
**De Xóchitl Gálvez
**Miseria y pobreza
**Modelo de vida
ESCALERAS: La vida en la infancia, la adolescencia y la juventud fue dura y ruda para Bertha Xóchitl Gálvez, la candidata presidencial del Frente Opositor.
Por ejemplo, un padre alcohólico. Y violento.
Y cuando, por ejemplo, llegaba ebrio a casa apuntaba con una escopeta a su esposa con el único objetivo de matarla.
Luis Velázquez
Y cuando Xóchitl, quizá con los hermanos, salían corriendo al monte para protegerse.
Incluso, vaya machismo y vaya interés económico y hasta patrimonialista, cuando el padre quiso casarla con el cacique del pueblo… que por era su inmaculada y santa decisión.
PASAMANOS: Incluso, cuando de niña, la familia en medio de la pobreza, quizá la miseria, Xóchitl hacía gelatinas en la noche para venderlas al día siguiente de casa en caso y quizá en la escuela primaria.
Entonces, su padre, ebrio, le echaba pleito y se burlaba de ella diciendo que vendiendo gelatinas nunca compraría una casa en Las Lomas, las residencias y mansiones, palacetes, que el padre miraba en las telenovelas.
Y, bueno, cuando muchos años después Xóchitl había cursado la carrera de Ingeniería en la UNAM…
Y formado una compañía de servicios…
Y ganado dinerito se compró una casita en Las Lomas y en donde se llevó a vivir a sus padres.
Nunca, jamás, y a pesar de aquel infierno casero, Xóchitl guardó resentimiento ni menos odio por su padre.
CORREDORES: En un reportaje de la revista “Letras Libres”, mayo 2024, la periodista Sandra Romandía cuesta su historia de vida, basada, entre otros periódicos y libros, escrito por la reportera Ivonne Melgar.
Xóchitl, de unos sesenta años, casado, con dos hijos, de origen indígena, y que luchó y luchó y luchó por abrirse paso en la vida a partir de la llamada “cultura del esfuerzo”, conoció la miseria y la pobreza y en medio rural.
Pero más todavía, viviendo en medio indígena. Y en donde se ubica a la gente en la miseria en este país donde seis de cada diez ciudadanos están jodidos.
BALCONES: Es más, empujando la carreta y remando la canoa, estudiante y trabajando toda la vida, enfrentó el mundo subrealista de la política y por eso mismo, confesó a los suyos vivencia y experiencia dura y ruda: “Estoy acostumbrada a pasearme entre la caca, pero no la piso ni me la como” les dijo.
PASILLOS: Famosa, por ejemplo, cuando como senadora de la República se encadenó a “la tribuna de la vieja casona de Xicoténcatl para no dejar que los legisladores de MORENA iniciaran sesión legislativa y aprobaran reformas” a modo de AMLO, el presidente.
Y cuando a otra sesión llegó al Senado disfrazada de dinosaurio y en rechazo a la reforma electoral.
Y cuando se pitorreó de la llamada “Casa Gris” donde vivía el hijo mayor del presidente de la república en Houston, Texas.
Y cuando “correteó al senador Cravioto por el patio legislativo con la siguiente frase:
“Nunca en mi vida me he robado un peso. No, jamás me he robado un peso”.
VENTANAS: Indígena, con padres pobres, Bertha Xóchitl también vendió tamales en la adolescencia.
Vaya, incapaz de argumentos de peso y con peso, en una “Mañanera”, AMLO, el presidente, llegó gritoneando “Tamales, hay tamales” y en clara alusión a Xóchitl y pitorreándose de ella.
El señor presidente.
Pero el fenómeno Xóchitl se tradujo en la Xochitlmanía (casi casi como la Fridamanía en el siglo pasado) y está posicionada en el imaginario colectivo.
Ella es, más que la candidata presidencial del PAN, PRI y PRD, la candidata de los pobres, los jodidos y la gente en la miseria.
Un ícono, un símbolo, un modelo de vida.