Los ojos llenos de vida y promesas y esperanzas… Claro, hay a quienes la tristeza, el dolor y el sufrimiento se aposentan en la mirada… Pero por lo general, los ojos son un oasis en el desierto de la vida… Incluso, lo escribió Ernest Hemingway en la novela “El viejo y el mar” a propósito de Santiago, el pescador…

CURVA PELIGROSA: La mirada de Camerón Díaz y Ana de Armas… La mirada de Rachel McAdams en el filme “Un despertar glorioso”… La mirada de Michelle Pfeiffer en tantas películas… La mirada de Julissa en “Los caifanes”… La mirada de Ignacio López Tarso en “Macario” y ni se diga en “Pedro Páramo”… La mirada de Pedro Armendáriz interpretando a Pancho Villa… La mirada fulminante de María Félix en “La cucaracha” como en tantas otras… La mirada tierna y reposada de Agustín Lara… ¡Ay, la mirada electrizante de Nahui Ollin (Carmen Mondragón), ojos color verde mar y que zangolotearan al pintor Gerardo Murillo, el famoso doctor Atl!… La mirada sensual de Silvia Krystell en sus películas “Emmanuelle”… Por eso, la actriz Catherine Spaak aconsejaba a las mujeres concentrarse en el cuidado y embellecimiento de los ojos…

AUTOPISTA DEL SUR: De acuerdo con una encuesta de Latinobarómetro, las profesiones y oficios más desacreditadas en el mundo son los siguientes… Uno, los políticos… Dos, los policías… Y tres, los reporteros… El trío, en el sótano de la credibilidad ciudadana… Si los políticos, por ejemplo, son ladrones y ladronzuelos, los policías también, además de arbitrarios… Y los periodistas, mentirosos y corruptos y corruptazos… A propósito de trabajadores de la información y magnates, don Manuel Buendía, el columnista más prestigiado del siglo XX, aseguraba que si por ahí te topas con un reportero con pluma Mont Blanc, ropa y zapatos de marca, Rox Rolex y automóvil último modelo y de los más caros y con una vida de lujo en restaurantes VIP y viajes de la familia en el mundo y por el mundo se está ante un caso manifiesto de corrupción… A reserva, claro, de demostrarlo…

AUTOPISTA DEL NORTE: En el cine se dan las peores contradicciones de la vida… Por ejemplo, en un filme, Malverde, el legendario y mítico escritor y cronista, John Reed, aparece como un hombre de raza negra, de color… Y en otra película, como un hombre blanco… En una película, Michelle Pfeiffer actúa como una drogadicta y otra como una santa… Y hasta madre ejemplar… Cosas del cine, pues… Según el terapeuta familiar, la edad ideal para casarse es entre los 25 y 30 años… Y la edad ideal para divorciarse entre los 40 y 50, tiempo suficiente para rehacer la vida como dicen en el rancho… Ya después, separarse hacia los 60, 70 años, es de locos y suicidas… Excepcional, claro, la historia de Elizabeth Taylor y Richard Burton quienes varias ocasiones se divorciaron y volvieron a casar… Incluso, ninguna otra pareja igual en el cine mundial… Una leyenda fuera de serie…

RECTA FINAL: La dieta de la actriz Ann Margret (1941) es la siguiente: frutas, verduras, yogur y pollo y pescados asados… A veces, vasos con leche fría y agua… Y todos los días, sobre todo, el cuidado de su cara… Pero, caray, en las regiones indígenas las mujeres sostienen su dieta con frijoles, tortillas y a veces huevos… Y verduras… Y se bañan en el río y así conservan rostros bellísimos… Según el colega Noé Zavaleta en una girita en Yanga, Veracruz, se topó con unas mulatas con piel oscura, muy oscura, y con los rostros más bellos vistos en su vida… Y eso con tanta experiencia latinoamericana en cosas de faldas… Un amigo, por cierto, es dichoso y feliz: tiene ocho gatitos en casa y va con la cuarta esposa… Y sin hijos… Tampoco hijos regados por ahí… Escritor, dice que los hijos atan y frenan el desarrollo humano pues se vive para llevar el itacate y la torta a casa…

META: Frase memorable y bíblica de Maradona: “¿Quién no tiene un pecado en la vida?”… Casi casi como la frase citable de Enrique Peña Nieto: “Aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra”… Y en la otra versión, la filosofía de AMLO, el presidente: “Amaos los unos a los otros”… Y en contraparte, los candidatos a la gubernatura de Veracruz rafagueándose en la vida privada… Más que la estrategia política para resolver los graves, gravísimos pendientes económicos y sociales, la vida personal en el palenque electoral… “Vamos bien” decía aquel… En todo caso, digamos, reproduciendo la vida pueblerina y aldeana en el mercado popular, el salón de belleza, el molino de nixtamal y maquiladoras y en el cafecito donde el chismerío se convierte en el deporte sensacional…