Sea porque con su marido y sus hijos ya se siente y cree la primera gobernadora del Estado jarocho luego de 78 (setenta y ocho) mandatarios hombres…
Sea porque está harta, hartísima de que le digan zacatecana…
Sea porque está más harta con el empresario Arturo Castagné Couturier y sus tuitazo sobre su colección inmobiliaria…
Sea porque por órdenes superiores fue cambiada la Constitución Política local para favorecer su nominación por haber nacido en Zacatecas…
Sea porque le fastidia andar en campaña como nunca antes, sobre todo, exponiéndose, digamos, a dimes y diretes…
Sea, incluso, porque de plano simple y llanamente ya se siente derrotada…
Sea porque, en todo caso tal cual, es su temperamento, su carácter, su formación humana y de igual modo, le ha funcionado la vida…
Sea porque en realidad es autoritaria y autocrática…
Y soberbia…
Y muy echada pa’lante luego de la meteórica carrera como diputada federal, senadora de la república, secretaria de Energía y candidata a la sombra y resplandor del obradorismo…
Sea porque un ejército de Siervos de la Nación de todos los niveles “le tiran incienso” a su paso…
El caso es que la candidata de AMLO, el presidente, a la jefatura del Poder Estatal de Veracruz ha mostrado (una vez más) su identidad, su talento, el estilo personal con que ejercería el poder si gana en las urnas.
Y fue el domingo doce de mayo en el segundo debate efectuado en el WTC de Boca del Río.
Uno:
El plantón (desdén, indiferencia, menosprecio, superioridad política) para posar con el par de candidatos hombres a la gubernatura.
Dos:
El menosprecio y desdén a los reporteros para una rueda de prensa.
Y tres:
Y como publicó la reportera Lulú López en sus redes sociales, personal de MORENA y Gobernación clonó y otorgó gafetes de prensa a Siervos de la Nación para entrar al WTC y quienes gritonearon “Prensa vendida, prensa vendida” y luego también cacarearon “gobernadora, gobernadora” a la señora Rocío Norma Nahle García.
Un desplante más autócrata.
La forma de estar, ser y trascender y que si gana la sucesión de Cuitláhuac García significará una constante en el sexenio 2024/2030.
Digamos, como Benito Juárez García, “justicia y gracia para los amigos y justicia a secas (pero muy a secas) para los otros”.
Incluso, vaya, hasta ordenando como José Stalin en su dictadura rusa detener, desaparecer, asesinar, fusilar y enterrar en fosas clandestinas y/o enviar a campos de concentración a las personas incómodas e indeseables.
Sin recato ni diplomacia, mientras el dicho popular dice que “tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda”, la candidata de López Obrador se exhibió una vez más.
Nunca, pues, todo posibilita, en su vida ha domeñado la fuerza de voluntad para ser una buena persona.
En las alturas y de seguro desde tiempo hace la vida le enseñó a ser y actuar como jefa máxima.
Es el retrato hablado de los políticos preferidos por AMLO.
El primero fue con Cuitláhuac García, a quien impuso de gobernador.
El más frívolo e indiferente, insensible, a los pendientes sociales de la historia social.