Costa de Oro, paraíso de torres
**Por lo pronto, tres torres en proceso: Torre Bennigans, Torre Acasuso y Torre Amura
**Según versiones, la PMA de Sergio Rodríguez Cortés se portó bien con holding inmobiliario
**En el pueblo andan diciendo que hasta un piso le obsequiaron para ablandarlo
**Una cena con Nahle en la Torre Aletier/Luis Velázquez
Así como en el siglo pasado el Distrito Federal fue llamada “la Ciudad de los Palacios”, ahora, y de cara al Golfo de México, el fraccionamiento “Costa de Oro”, en Boca del Río, está a punto de convertirse en el hipódromo de las Torres rascacielos.
Torres de departamentos que ya existen evaluados en unos 10 millones de pesos construidos casi casi en la playa y saboreando los vecinos la brisa marina y mirando (y admirando) el vuelo militar de las gaviotas en fila india sobre la bahía.
Ahora, todo listo para construir, por lo pronto, tres torres más
Además, con la bendición de la Procuraduría Estatal del Protección al Medio Ambiente (PMA), cuyo titular es el morenaco de todos los tiempos, Sergio Rodríguez Cortés, recién exhibido en el palenque periodístico nacional (Latinus, Isabella González) porque en su gestión al frente del Acuario han desaparecido más de mil 577 (quinientas setenta y siete) especies animales.
Entre ellas, tiburones, peces, guacamayas, tortugas, pingüinos, atarrayas y escorpiones.
Y hasta corales, caray.
Despegue inmobiliario de Torres frente al mar (una torre tiene, por ejemplo, veinte pisos, y otra veinticinco, aproximadamente), el fraccionamiento Costa de Oro entrando a la feroz competencia:
Torre una:
Será levantada donde antes, muchos años, estuvo el restaurante Bennigans, propiedad de la familia Ruiz Ortiz.
Torre dos:
Una Torre Médica, propiedad, hasta donde el trascendido llega, de los hermanos Homs y Pérez. Se llamará Torre Acasuso y será propiedad de los hijos del contador público Alberto Pérez Kuri, de 84 años de edad, y hermano del famoso notario público, Pablo Pérez Kuri.
Y Torre tres:
La Torre Amura.
A un ladito del casino Big Bola.
Y en uso.
Cada departamento costó entre 9 y diez millones de pesos.
Según el trascendido, los dueños son Carlos Ramos, Ricardo Fernández y Joaquín Tiburcio.
Incluso, en el palenque público el trascendido de que el trío de empresarios inmobiliarios cenó con Rocío Norma Nahle García, candidata a gobernadora del presidente Andrés Manuel López Obrador, para, digamos, planchar cualquier obstáculo.
Considerando, desde luego, que Nahle ganara la gubernatura para los próximos seis años.
Pero el trío habría dialogado con la zacatecana para que les permita terminar las Torres Gemelas en proceso a un costado del Faro Venustiano Carranza en la ciudad de Veracruz.
Con todo, incluso, y una denuncia en la Fiscalía de Investigaciones Ministeriales en contra de ellos por la construcción de la famosa y polémica Torre Central, aquella que suele detener y desviar los vientos huracanados soplando y azotando el Golfo de México.
La cena con Nahle antes de ser ungida candidata favorita a la silla embrujada del palacio de Xalapa fue, habría sido, en un departamento de Carlos Ramos en la Torre Aletier.
QUE MANO BIENHECHORA DE LA PMA
La Torre Amura es una digna competidora de las torres de enfrente a lo largo del bulevar en Boca del Río, zona hotelera y restaurantera por excelencia.
Y para erigirse se necesita, como en todos los proyectos de tal envergadura, la autorización de la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente.
En el trascendido se asegura que para lograr la simpatía y empatía de Sergio Rodríguez Cortés (impuesto por Cuitláhuac García, el góber), los empresarios supieron incentivarlo y obsequiaron y/o le habrían regalado un piso completo (quizá el número 16, quizá el 17) con par de departamentos (que cada piso tiene).
Digamos, una especie de intercambio de favores para que la PMA los deje construir sin sobresaltos en futuros proyectos inmobiliarios.
BULDOZERS PLANCHAN ARBOLEDAS
Más adelantito del bulevar de Boca del Río, ya caminito a Alvarado, a un ladito de la ribera veracruzana, del lado izquierdo, de norte a sur, también están construyendo unidades habitacionales VIP.
Y de pronto resulta inverosímil, insólito, que amplias zonas boscosas a orilla del Golfo de México están amaneciendo sin árboles, todos derrumbados, quizá de un hachazo con las máquinas buldozers.
Y luego enseguida, las bulldozers planchando la superficie para dejarlas como una mesita de billar.
Con todo y montañas de arena.
Incluso, y con mucho tiempo de anticipación el anuncio por ahí de la construcción de un nuevo fraccionamiento.
Adela Rebolledo LIbreros 08 May, 2024 - 23:07
Excelente artículo! continue informándonos a los Veracruzanos, de las corruptelas de los de morena, quienes tienen sus días contados en el gobierno!!