Procreó dos hijos con Julio César para amacizarse como jefa máxima en Roma… Pero alrededor de ella una gran polémica de si era blanca y/o piel blanca o morena, muy morena, incluso digna estirpe de la negritud…

ROMPEOLAS: La plataforma digital de Netflix filmó una serie sobre la vida de Cleopatra con una actriz de color… Y los jefes políticos de Egipto reaccionaron con firmeza y violencia en contra asegurando que era de piel blanca, piel clara, y con ojos azules… Y aun cuando tenía una nariz sobresaliente, en ningún momento desmerecía sus tributos físicos… Incluso, la enaltecieron como una mujer estudiada y culta… Y políglota… Y gran defensora de la biblioteca más famosa de la antigüedad ubicada en Alejandría…

ARRECIFES: En aquel tiempo de Netflix también quedó claro que más que “cascos ligeros” como una coleccionista de amantes siempre los tenía, pero con objetivo político para seguir escalando en la pirámide del poder… Incluso, que era de origen europeo y helénico y por eso sus hermosas facciones… Con todo y naricita de Pinocho… Más porque entonces ningún médico plástico andaba por ahí… En cambio, era cien por ciento seductora… Y especialista en manipular las neuronas, el corazón, el hígado y el sexo de los hombres… Y por más poder político que tenían ninguno se resistía a sus encantos…

ESCOLLERAS: En contraparte, otros cineastas han filmado varias películas con una Cleopatra de piel blanca y ojos azules… Quizá la más trascendida con la jovencísima Elizabeth Taylor y Richard Burton, su pareja memorable y bíblica, en el año 1963… Otro filme, del año 1954, intitulado “Las noches de Cleopatra” con la preciosísima Sofía Loren… El primero, en el año 1917, con la actriz Thella Bara, Cleopatra se llamaba… En el año 1934, otra actriz de piel blanca, Claudette Colbert… En el año 1945, Vivien Leigh filmó César y Cleopatra… Y años después, la actriz chilena, Leonor Varela (caray, una latinoamericana) filó la película Cleopatra… Todas, con piel blanca…

PLAZOLETA: De piel blanca o morena, muy morena, más que la madre Eva en el paraíso terrenal… Más que Indira Gandhi y Margaret Thatcher… Más que Hillary Clinton, entre otras, Cleopatra era muy hábil en política… Sobre todo, en aquel reino romano de los emperadores y Césares, uno de ellos, Calígula, cuando exclamaba que “hay días cuando me siento Dios”… Incluso, Alejandro El Magno caminando con su ejército al continente asiático, acompañado de sus efebos y a quienes intercambiaba… Su padre, jefe máximo de los Ptolomeos, la preparó para el ejercicio del poder… Y, claro, supo despertar la ambición y la codicia sin límites en ella…

PALMERAS: De hecho y derecho, ella sedujo al par de Emperadores… Y únicamente para adueñarse del poder debajo de las sábanas y en el tálamo nupcial donde hasta las almohadas eran de seda… Y con chicas bellísimas de veinte años o menores bailando “La danza del vientre” y con un vestidito amplio y transparente como túnica y sin ropa interior para excitar la imaginación… Entregaba su cuerpo y pasión (aunque fuera fingida) a cambio de poder político… ¡Que Rarotonga ni qué ocho cuartos!...