Por ejemplo, el migrante del continente asiático, originario de Laos, en Estados Unidos.
Cheng Saepan ganó el premio mayor de la Lotería Powerball.
Mil trescientos millones de dólares.
Se insiste: mil trescientos millones de dólares.
Claro, con el pago del impuesto fiscal le quedarán 422 (cuatrocientos veintidós) millones de dólares y que, sabrá el chamán económico y financiero, lo que significa.
Y lo qué puede hacerse con tanta lana…

DOS. Está enfermo de cáncer

Cheng Shaepan, residente en Portland, Oregón, casada con la señora Duanpen, compartirán el premio en partes iguales con una amiga.
Laiza Chao aportó cien dólares (se insiste, cien dólares) para comprar el lote de billetes.
Cheng dijo: “Podré mantener a mi familia”.
Pero, caray, aun cuando los milagros existen, no todo es dicha y felicidad.
Cheng está enfermo de cáncer desde hace ocho años. Y se preguntó:
“¿Cómo voy a tener tiempo para gastar todo este dinero? ¿Cuánto tiempo viviré?” (Notiver).
En la foto, Cheng aparece con una sonrisa más grande que la sandía pintada por el muralista Diego Rivera.
Calvo, quizá por las radiaciones. Ojos chiquitos, casi un puntito en su cara. Orejas grandes. Vestido a la usanza asiática.
“La vida es hermosa y se gasta” dice José Mujica, el ex presidente de Uruguay y el político más famoso, respetado y respetable en el mundo por su honestidad “a prueba de bomba”.
Y sin gritonear en “La mañanera” que es honesto, honesto, honesto.

TRES. Simple tiendita en EU

Ellos compraron el lote de billetes de la Lotería en una simple y sencilla tienda de comestibles en el barrio.
Una tiendita vendiendo la Lotería que durante los últimos meses ni fu ni fa con los premios.
Cheng rompió la racha de mala suerte y pésimo karma y fario.
Se trata del cuarto premio más grande en la historia de Powerball y el octavo mayor de Estados Unidos.

CUATRO. Paraíso terrenal

Sea como sea y con todo y la feroz persecución de la policía migratoria de EU a los migrantes, el país vecino, un paraíso terrenal.
A, fuentes de empleo. B, ganar en dólares. C. un salario con justicia laboral.
Y, D, la posibilidad de sacarse la Lotería y con el premio mayor.
La vida, pues, por un milagro.
Más, y como en el caso, cuando Cheng Saephan migró desde el otro extremo del planeta para llegar a la tierra de Michelle Pfeiffer y Demi Moore y Richard Gere y Michael Douglas.

CINCO. Pesadilla viviente

Cierto, la vida se arriesga como migrante. Toda una pesadilla.
El viaje tan lejos para llegar a EU.
Las policías migratorias y estatales y municipales.
Los narcos.
La espera en la frontera norte de México.
El cruce del río Bravo.
El cruce por el desierto.
La llegada a EU y a buscar chamba y sin conocer a nadie.
La angustia de la familia dejada en el otro extremo del mundo mientras se construye un presente.
El riesgo de la muerte, incluso, por enfermedad natural.
Pero como dijo el Obispo Salvador Rangel, descubierto en un hotel con Viagra y cocaína:
“¡Dios es grande!”.

SEIS. “Ningún lugar está lejos”

Una familia asiática y migrante en Oregón vive en la plenitud.
Le tocarán doscientos once millones de dólares con la Lotería Powerball.
¡Tengamos fe, entonces, mucha fe, fe “a prueba de bomba”!
¡Con el tiempo y un ganchito y empujando la canoa y pateando el balón, todo es posible!
Lo dijo Juan Salvador Gaviota: “¡Ningún lugar está lejos!”.