Rebelión de periodistas
•Político se cree Dios
•Prohiben streaptease
DOMINGO
La perrita que se orinó de miedo
El miércoles 5 de febrero, en Coatzacoalcos, al filo de las 7:15 horas, el reportero de la fuente policiaca, Gregorio Jiménez de la Cruz, 50 años, casado, cuatro hijos, un nieto, fue secuestrado.
El mismo miércoles en la tarde, en Xalapa, ocurrió una balacera que duró varias horas. Al término de la jornada incierta y tsunámica, un muerto.
Luis Velázquez
El cronopio tomaba café con el reportero Noé Zavaleta, corresponsal de Proceso, y le dijo:
--Regresa violencia a Xalapa.
Noé reviró de la siguiente manera:
--Nunca se fue. Aquí sigue.
El amigo contó los días de zozobra y miedo que se viven y padecen en la capital. En las noches, dijo, sólo se escucha a lo lejos, a veces cerca, el fuego cruzado, el tiroteo, los balazos, los rafagazos.
Y, por supuesto, las familias se esconden en sus casas hasta debajo de las camas para evitar, digamos, una bala perdida.
Así se vive en Xalapa, como en el resto de Veracruz, el llamado “estado ideal para soñar”.
Una noche, al principio de la noche, el corresponsal y su familia escucharon los tiros. Cerca. Como si las balas pasaran aullando por la ventana. Parecía que los tiros entraban, incluso, a la casa. Su mamá se escondió.
Entonces, el corresponsal buscó a su perrita, pues ama mucho, demasiado a los animales, y su perrita, incluso, se trepa a un lado de la computadora y ahí lo acompaña mientras teclea.
Así, cuando Noé buscó a su perrita… de tanto miedo por los rafagazos “la perrita se había orinado”.
Noé, pues, contó la historia con una cronupiada, palabra derivada del término cronopio acuñada por Julio Cortázar.
LUNES
Una cronopia ama el periodismo
Y, bueno, como aquí se está formando el club de cronopios reporteros, pronto se incorporará a una periodista. Es joven.
Apenas inicia; pero se ha mostrado como una gran cronopia. Mejor dicho, una mancuspia, la versión femenina de los cronopios.
En Tlacotalpan hubo la feria de la Candelaria. La reportera solicitó ser enviada especial para cronicar la fiesta del duartismo. El jefe de Información autorizó el viaje; pero le dieron unos cuantos centavitos como viáticos, digamos como para estar a pan y agua.
La reportera fue a Tlaco. Y para ahorrarse unos centavitos y tener más para comer, se quedó a dormir en el campamento de los jaraneros. Y se evitó el pago del hotel. Con tanta buena suerte que a los dos días ya sabía tocar la jarana.
Y, bueno, si alguna duda existiera que tal acción se trata de una cronopiada, cuando menos se le aproxima.
También pudiera decirse que nadie como ella ama el periodismo. Y por eso mismo es una cronopia.
MARTES
Ciberbullying a gobernadores
En el DF se efectuó un seminario sobre periodismo de investigación. Participaron unos 200 reporteros del país. Entre los conferencistas estelares, Anabel Hernández y Marcela Turati.
En el último día el acuerdo fue unánime: integrar una red para todos unirse en contra del secuestro, desaparición y asesinato de trabajadores de la información a norte a sur de la república.
Así, intercambiaron correos estableciendo un lema colectivo con la palabra “Alerta”.
Y cada vez que un colega sea plagiado, de inmediato enlazarse a través de sus correos, cacarear el hecho en las redes sociales y enviar correos, cada uno por su lado, al gobernador correspondiente reclamando justicia.
Fue entonces cuando alguien por ahí bautizó tal fenómeno mediático y se llama “ciberbullying” a los políticos con el único objetivo de presionar para la aparición del colega secuestrado, y/o lo peor, para reclamar justicia y evitar la impunidad en caso de un asesinato.
La mayoría de los 200 reporteros son menores de 40 y 30 años de edad.
MIÉRCOLES
Prohibidos streaptease
En Chiapas hay represión. Los señores y venerables diputados locales aprobaron una ley en el pleno. A partir de la fecha (la semana que hoy termina) quedan prohibidos en los antros y prostíbulos los bailes nudistas y semidesnudistas de mujeres.
Ninguna mujer, trabajadora de tales centros de entretenimiento, pero también de deshago sexual, y por tanto, de profilaxis social, podrá hacer streaptease, “asegún” para evitar la trata de personas.
¡Vaya diputados!
Mientras el Papa Francisco abandera la causa de los gays y lesbianas. Y en la ciudad de México autorizaron el matrimonio de la diversidad sexual y la adopción de niños. Y el Vaticano perdonó a más de 400 sacerdotes pedófilos. En Chiapas, prohíben que las chicas se encueren en la pasarela.
Ahora sólo falta que los diputados de Veracruz también caigan en tales ocurrencias.
JUEVES
Duartista se cree Dios
En el siglo pasado, el cronista y escritor, Ricardo Garibay publicaba una columna en el Excélsior de don Julio Scherer García. Se llamaba “Lo que ve… el que vive”.
Y, claro, la vida más intensa es la de un diarista.
Por ejemplo, el diarismo permite conocer a los grandes héroes de la historia que de pronto llegan a tener tanto tanto tanto poder que se sienten dioses. Mejor dicho, Dios, con mayúscula, el dios de la iglesia católica.
George W. Bush, presidente de Estados Unidos, reveló que Dios le hablaba para decirle que invadiera Afganistán, hasta que, bueno, Dios lo convenció.
Dios también dijo a Silvio Berlusconi, el presidente que fuera de Italia, que hiciera felices al mayor número de mujeres y por eso integró su harem.
Un día, Érick Lagos, secretario de Gobierno de Veracruz, dijo que Dios le hablaba para advertirle de ciertos hechos en Veracruz.
Y, bueno, el clímax ha llegado ahora con el delegado federal del Instituto de Migración, Tomás Carrillo Sánchez, quien según el agente Guillermo Rodríguez le dijera la siguiente frase bíblica: “Yo soy Dios y nadie me hace nada”.
Y ni hablar, cuando el político alcanza tal dimensión intergaláctica, sideral, viaje al sistema planetario y descubre que es igual a Dios, mejor dicho, superior a Dios, que Dios lo cuide, porque significa que el agua ha dejado de subir al techo y las neuronas, por tanto, están sin riego.
VIERNES
Rebelión de periodistas
Al momento de escribir estas líneas han transcurrido 50 horas del secuestro del colega de la fuente policiaca, Gregorio Jiménez de la Cruz.
Y los reporteros y fotógrafos de Coatzacoalcos están dando la lección más generosa, solidaria y humana del periodismo de norte a sur del país.
Todos ellos, unidos, en un sólo haz de voluntades, claman justicia al gobierno de Veracruz. “Lo queremos vivo” han reclamado.
Además, ellos mismos se han cooperado para imprimir cartulinas y bambalinas con la foto de Gregorio.
Y también, para imprimir volantes que han pegado a las palmeras del bulevar, exigiendo justicia. Pidiendo al gobierno que cumpla con el principio fundamental en un Estado de Derecho, como es garantizar la seguridad en la vida y en los bienes de cada habitante, de cada ciudadano, de cada persona.
Nadie, queda claro, manipula a los compañeros. Se trata de la acción más limpia y nítida y transparente, sin protagonismo, de los diaristas de Coatzacoalcos.
Hoy es Gregorio. Antes, fueron Miguel íngel, Sergio, Gabriel, Regina, Yolanda, etcétera, etcétera.
Se vive y padece, pues, un infierno llamado Veracruz.
Y los reporteros, fotógrafos y editores están en pie de lucha.
Por eso, incluso, nadie dudaría de que de aquí en adelante, cada vez que un colega sea secuestrado, desaparecido, asesinado, cercenado, decapitado y tirado a la vía pública, los trabajadores de la información habrán de levantarse.
Ya lo han efectuado en Xalapa. Pero ahora, con más enjundia, con más solidaridad, con más firmeza en Coatzacoalcos.