se ha acercado, con sus ahorritos compró una concesión de un taxi y anda de taxista.
Y dice: “Somos muchos profesionales metidos de taxistas. Hay médicos, arquitectos, economistas, profesores, sicólogos y licenciados”.

DOS. La vida es alegre…

Tan es así que al principio se resistía a trabajar detrás del volante apenas aclaraba el día hasta la noche.
Pero al ratito cuando empezó a conocer a compañeros en el oficio y platicara con ellas y se confesaran y descubrieran que tienen otras profesionales, entonces, le sirvió de gran consuelo.
Ahora, cosas mágicas y prodigiosas de la vida, sale a chambear de taxista y va cantando y/o chiflando una canción.
Sabe, está consciente, de que ninguna vergüenza significa. Por el contrario, consciente de que el oficio de taxista los dignifica a ellos porque lo importante es llegar a casa con el dinerito suficiente para la despensa.
Claro, está dejando el lomo en la jornada laboral extenuante, pero la concesión y el taxi son de su propiedad hasta pequeño y micro empresario se cree.
“Me siento libre” dice.

TRES. Mejor vida en casa

En casa, la relación familiar ha mejorado.
La esposa y los hijos lo miran contento y ellos también se llenan de dicha y felicidad.
Incluso, cuando antes trabajaba de ingeniero de una construcción a obra el fin de semana se sentía agotado y el domingo la pasaba durmiendo.
Ahora, descansa el domingo y va con los niños al cine y luego a comer por ahí con la esposa y los hijos.

CUATRO. Luchar contra la adversidad

Ni modo, la vida es así.
El escritor Jorge Luis Borges aseguraba que la patria de un hombre está al lado de los amigos.
Y la vida plena de un hombre también se ubica en el trabajo que le permita llevar morrallita a casa.
Casi casi como el proverbio de “Dios dispone y la vida te acomoda”.
Y los días y las noches se jodieron con el COVID y luego con la recesión y después con la inflación creciente…
Y la política económica es errática, incapaz de animar y reanimar la creación de empleos…

CINCO. Veracruz, rico y con pobres

Y si la secretaría de Trabajo y Previsión Social federal y el Seguro Social determinaron que Veracruz con la 4T es la única entidad del país incapaz de recuperar los miles de empleos perdidos en el tiempo de la pandemia…
Y si el inventor del principal palacio de gobierno de Xalapa festina “tener otros datos” de que Veracruz se va recuperando…, cuando en el terreno de los hechos, cientos de profesionales solo encuentran chamba como taxistas…
Entonces, y como decía Fernando Gutiérrez Barrios, si es mediodía y el pueblo dice que es de noche, hora de prender las farolas.
Veracruz, estado pródigo en recursos naturales habitado por gente en la miseria, la pobreza y la jodidez.

SEIS. Cruzarse de brazos…

De taxista la vida va pasando.
Cierto, se vive con limitaciones, pero alcanza para lo básico. La despensa en casa. Los frijolitos y el arrocito y las tortillitas y el pancito y el cafecito.
Incluso, suele vivirse con modestia y sencillez.
Claro, expuesto el taxista a una jornada laboral extenuante y desgastante. Agotadora.
Y de ñapa, peligrosa con tanto sicarios y pistoleros sueltos por ahí.
Peor, sin embargo, es “cruzarse de brazos” y esperar un milagro.