En Actopan, la secretaría de Desarrollo Agropecuario organizó un tianguis de mangos en Xalapa que para ayudar a los productores en la vendimia.
En Actopan, el inventor Cuitláhuac García Jiménez participó en un concurso de danzón, pues luego de bailar salsa y huapango está probado y comprobado que lo suyo es el baile.
Y, claro, tocar jarana.
Ahora, Actopan en la lista negra de los secuestros y desapariciones masivas con cinco activistas luchando contra el despojo de tierras.
Ellos salieron de una comunidad al puerto de Veracruz para una diligencia en la Fiscalía Regional sobre la denuncia.
Y luego de una sesión salieron a comer y desaparecieron el 15 de febrero.
Lorenzo Ortiz Báez, 41 años.
Juan Montiel Cervantes, 49 años.
Rafael Montiel Cervantes, 56 años, su hermano.
Jesús Cervantes Grajales, 58 años.
Y David Hernández Aguilar, 64 años.
Los cinco son campesinos.
Como campesinos, agraristas fueron las cuarenta mil personas asesinadas por los sicarios y pistoleros de “La mano negra” de Alto Lucero (Manuel Parra, el hacendado, cacique y pistolero) en la década de 1940 en Veracruz, con Jorge Cerdán como el gobernador cuando iniciara aquella masacre.
Las familias lanzaron el siguiente texto en las redes sociales:
“Señor Presidente:
Tenemos cinco personas desaparecidas.
Fueron privadas de su libertad.
Sin delito alguno después de salir de una audiencia de la Fiscalía Regional, Zona Norte, Los Pinos, en Veracruz.
Son campesinos.
Le pido de la manera más atenta nos ayude a encontrarlos y nos los devuelva.
Son habitantes de General Pinzón, antes Santa Rosa, municipio de Actopan”.
Al momento, ninguna respuesta de AMLO, el presidente.
Tampoco del inventor Cuitláhuac García.
Ninguna palabra del diputado local y federal por el distrito.
Ninguna palabra de la luchadora social, ajá, senadora Gloria Sánchez.
Ninguna palabra del par de candidatos a gobernadores de Veracruz.
MORENA y el Frente Opositor.
Ninguna palabra de los partidos políticos opositores.
Bueno, mejor dicho, un solo hecho indicativo y significativo:
El silencio.
El desdén.
La indiferencia.
El menosprecio.
El desprecio.
El autismo social y político.

II (El Veracruz del Inventor)
Primer lugar nacional en feminicidios.
Secuestros.
Extorsiones.
Fosas clandestinas.
Uno de los primeros lugares nacionales en desaparecidos.
Y en desaparición forzada.
El Veracruz, que dice el inventor, inventado por los medios.
El Veracruz inventado por el Cartel Mediático que de acuerdo con la senadora Gloria Sánchez intenta derrocar al inventor y jaranero.

III (Susto anunciado. También, quizá, una derrota)

En el último año del sexenio obradorista en Veracruz (igual como bien sucediera en la nación), cada secuestrado…
Cada desaparecido…
Cada asesinado…
Cada persona desmembrada…
Y cada cadáver tirado en la vía pública…
Y sepultado en fosas clandestina…
Constituye (y como premisa universal) un voto en contra de los candidatos de la llamada Gran Cuarta Transformación.
Y de MORENA.
Y del obradorismo.
Por eso, mucho ganarían los candidatos guinda y marró en cada una de las nueve entidades federativas jugando a la gubernatura en cabildear con el jefe del Poder Ejecutivo en turno para aplicarse en el denominado Estado de Derecho y garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
Mínimo, en varios Estado, como Veracruz, les darían un susto cardiaco.
Y en un descuido, hasta la derrota de los morenacos en las urnas.
Más cuando en el ejercicio del poder hay, como en Veracruz, un góber cien por ciento frívolo.
Ni modo, por ejemplo, que los familiares de los cinco campesinos secuestrados y desaparecidos (por ahora) de Actopan vayan a las urnas y sufraguen por MORENA.
Peor, mucho peor (y ojalá en ningún momento ocurra) si el saldo es fatídico.
Primer pendiente social: la miseria, la pobreza y la jodidez.
Segundo pendiente: el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración.
Tercer pendiente: la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad, el miedo en el diario vivir y la impunidad.
Más como en el caso de los campesinos de Actopan luchando contra el despojo de tierras aplicadas, todo parece, por un terrateniente y sus pistoleros y sicarios.
Y el inventor y los suyos, callados.