Ahora, todo indica, refugiado, escondido, huyendo quizá, en el extranjero.

PASAMANOS: Originario de Tres Valles, Veracruz, en la Cuenca del Papaloapan, se convirtió en estrella de basquetbol en Estados Unidos.
Luego, entró a la política y por la puerta grande. Digamos, de forma torrencial.
Director general en el DIF de la señora Karime Macías, sexenio de Javier Duarte.
Tesorero de la secretaría de Finanzas y Planeación con Duarte y cuando de hecho y derecho era el jefe máximo.
Tanto que, por ejemplo, en su oficina se la pasaba jugando a encestar la pelota de básquet en una canasta especial que instalara para estar en forma.
Luego, diputado federal. Tiempo cuando en la campaña electoral la mayor parte de los oradores trepaban a una silla de madera fuerte y resistente para estar a su altura.

CORREDORES: Ahora, y desde el bienio del panista Miguel Ángel Yunes Linares y en los cinco años que van del morenista Cuitláhuac García, la guadaña lo persigue.
Caray, “el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) instruyó a la secretaría de Relaciones Exteriores a informar sobre las gestiones diplomáticas para solicitar su extradición” (La Jornada Veracruz, 28 de enero, 24).

BALCONES: De entrada, habría de considerarse que ni en los dos años del yunismo ni en los cinco años y dos meses del obradorismo, Tarek Abdalá (“El grandote” le llamaban en el duartazgo) ha podido demostrar su inocencia.
Por el contrario, insólito, inverosímil, continúa bajo sospecha.
Acusado, entre otros delitos, de abuso de autoridad, ejercicio indebido del servicio público, incumplimiento de un deber legal y coalición en agravio del DIF estatal de Veracruz.
Más inverosímil que su antigua jefa (Karime Macías) ni su mecenas (Javier Duarte) lo pudieran defender.
Karime, viviendo en la ciudad más cara del mundo como es Londres y luchando para evitar la extradición.
Y Duarte, viviendo en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, y en donde tiene (ahora) de compañero al ex director general de Pemex en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

PASILLOS: La justicia… atrás de Tarek.
Entonces, y dado que se están cumpliendo ocho años de la búsqueda implacable habría de preguntarse la dimensión y el volumen de sus delitos.
De entrada, el INAI habla del desvío “de miles y miles de millones de pesos”.
Y de ser así, y como dicen en el rancho, “caras vemos y corazones ignoramos”.
Segundo, las hipótesis de las razones, pretextos, motivos, de Tarek para llegar tan lejos.
Tercero, si actuó solo.
Cuarto, si acató órdenes superiores.
Quinto, si pasó copia y/o operó al alimón con otros.

VENTANAS: Más indicativo porque se trata de recursos federales.
Y por eso mismo, la Fiscalía General de la República metida y ocupada del caso.
“El caso es trascendental para el país” dice el titular del INAI, Adrián Alcalá Méndez (Ibid.).
Ta’cañón.
Por eso, y entre otras cositas, el hecho de que durante “La dictadura perfecta” (Mario Vargas Llosa), el PRI elevó a México al primer lugar mundial de corrupción.
Tarek, de la gloria al infierno. Del incienso que arrojaban a su paso a su fuga en el extranjero.