El Fin del Mundo en Veracruz
I (Vigente la Desaparición Forzada)
Desapariciones forzadas en Veracruz del sexenio de Javier Duarte a la fecha, entre otros casos:
El secuestro y desaparición de las trece edecanes de Xalapa contratadas para una fiestecita en Actopan.
Los cinco chicos (una mujer y cuatro hombres) de Playa Vicente plagiados y desaparecidos y entregados a un cartel en la carretera de La Tinaja a Tierra Blanca.
Los cinco muchachos de Xalapa en un restaurante en las goteras de la ciudad.
Los ocho comerciantes de Río Blanco levantados en Ixtaczoquitlán.
Los siete policías de Úrsulo Galván.
Los tres fotógrafos y una secretaria y luego asesinados y cercenados en cachitos y metidos a bolsa de plástico negra y arrojadas a un canal de aguas negras.
Los ocho albañiles de Tres Valles luego de estar en un convivio amical en un bar.
Los dieciocho cadáveres tirados en la barranca “La Aurora” en Emiliano Zapata.
Los miles de víctimas cuyos padres integrados en Colectivos siguen buscando a los suyos.
Los feminicidios en un Veracruz campeón nacional.
El fin de la semana anterior la desaparición de cuatro hermanos y una persona más en Ciudad Mendoza, cerca de la delegación de Tránsito cuando llegan ahí para tramitar y pagar pendientes.
Los hermanos son los siguientes:
Ileana Ivette López Delfín, 27 años. Honorio, 34 años. Antonio Sánchez López, 40 años.
Víctor Manuel Adelle Sánchez, 35 años. Y la otra persona, Leonardo Ortigoza García, 40 años.
De entrada, todo indica, y en efecto, desaparición forzada.
Aquella hija de la alianza sórdida y siniestra de políticos, funcionarios públicos, carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, malosos y malandros.
El secuestro y desaparición de las cinco personas sucedió en forma paralela al crimen del Oficial de Tránsito, Jorge Daniel Hernández Pérez, de 23 años.
Frasecitas memorables y citables del góber salsero, huapanguero, danzonero y camaronero de Veracruz.
Una: en dos años pacificaré Veracruz expresada en la toma de posesión como jefe del Poder Ejecutivo del obradorismo.
Y dos: no permitiré más ajustes de cuentas.
He ahí el estilo personal de ejercer el poder y gobernar de las tribus guinda y marrón de Veracruz.
El único legado que por ahora han dejado y seguirán dejando en el Estado jarocho.
Y, claro, como es habitual, jurarán y perjurarán que pronto, pronto, pronto, habrá justicia.
Y que ya tienen las pistas de los asesinos.
Y están a punto de caer de sorpresa sobre la banda.
En contraparte, el apoyo gubernamental del palacio principal de gobierno de Xalapa a las candidatas presidenciales y a gobernadora de Veracruz elegidas por el Dedazo del jefe máximo del Edén.
II (Profecía maléfica)
Los treinta Colectivos de Veracruz están convencidos (también los ciudadanos) de que la desaparición forzada sigue vigente.
Ene número de ocasiones, por ejemplo, la integridad de policías ha sido exhibida en el palenque público, de igual modo como en el pasado inmediato, digamos, del año 2011 (el primero de Javier Duarte) a la fecha.
Incluso, “delito de lesa humanidad que nunca prescribe”, el exgobernador, viviendo en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México fue condenado a otro año de cárcel por la desaparición forzada de un policía, elemento de la secretaría de Seguridad Pública.
Curioso y significativo: El señor Duarte es el único político, ya no se diga en Veracruz sino en el país, encarcelado, además de otros delitos, por la desaparición forzada.
Con todo, nadie duda de que el hecho bien pudo haber sido consumado por otros funcionarios públicos, subalternos de, pues ni modo que Duarte fuera el secuestrador físico y cositas sórdidas y siniestras, anexas y conexas.
De acuerdo con los Colectivos, hoy, hoy, hoy, en el Veracruz guinda y marrón, la desaparición y la desaparición forzada están ocurriendo “en vivo y a todo color”.
Inverosímil, en el sexenio denominado, entre otros hechos, de los derechos humanos.
La purificación moral.
La honestidad valiente.
La Cartilla Moral del escritor Alfonso Reyes.
El “Amaos los unos a los otros”.
Los besitos y abracitos para los malosos porque “también son seres humanos”.
Pareciera, entonces, una profecía maléfica desparramándose día y noche de norte a sur y de este a oeste del Estado jarocho.
El gran misterio de las razones por las cuales la Desaparición Forzada sigue y sigue y sigue… inderrotable.
III (Hechos, único aval de un político)
Si la desaparición forzada y la desaparición a secas continúan en Veracruz, entonces, caray, y una vez más, han de preguntarse las razones de peso y con peso para esta racha intensa, volcánica, violenta y descarrilada iniciada el año 2011.
De por medio está el espíritu superior del llamado Estado de Derecho cuyo apostolado social está en garantizar la seguridad en la vida y los bienes de la población.
Es decir, de cada ciudadano. De cada familia. De cada niño, mujer y anciano. De cada joven. De cada hombre.
Desde el gobierno del Estado dirán misa. Pero los hechos son los hechos y los hechos siempre definen el estilo personal de ejercer el poder y la tarea de gobernar.