ESCALERAS: El proceso penal en contra de Rogelio Franco Castán más bien pareciera (en todo caso, es) un ajuste de cuentas. Una venganza pendiente aplicada con MORENA, la 4T y el obradorismo en el poder sexenal.
Secretario General de Gobierno, diputado federal en funciones y electo, líder estatal del PRD, resulta inverosímil haber ganado varios amparos federales contra la Fiscalía General, y sin embargo, continúa preso.
Digamos, más que un ciudadano privado de su libertad por equis número de delitos, y más que un político preso, un preso político.

PASAMANOS: En repetidas ocasiones ha ganado amparos. Y la respuesta de la Fiscalía General (mejor dicho, de la Fiscalía del góber salsero, huapanguero, danzonero y camaronero) es reinventar un nuevo delito.
Incluso, caray, indicativo, hasta acusarlo de privación ilegal de sus hijas cuando las tres hijas han manifestado ene número de ocasiones su amor, cariño y afecto al padre.
Peor tantito si se considera que otros presos políticos del gobierno del Estado como, por ejemplo, José Manuel del Río Virgen y Tito Delfín (caray, hasta el presunto asesino del diputado local, Juan Carlos Molina Palacios) fueron dejados en libertad.
Y Rogelio Franco ahí continúa.

CORREDORES: El hecho de estar creando y recreando delito tras delito implica por añadidura una actitud oficial rara y extraña.
Más allá, incluso, de los lineamientos del llamado Estado de Derecho.
Y del Código Penal.
Digamos, como si en el subsuelo político y social existiera mucho, demasiado, excesivo resentimiento en contra.
Vaya, de nada sirvieron las protestas y marchas del CEN del PRD y de varias tribus panistas de Veracruz reclamando su libertad.

BALCONES: Desde hace ratito en el palenque público el trascendido de que en su tiempo como presidente del CDE del PRD, Rogelio Franco bloqueó, habría bloqueado, a los siguientes políticos.
Uno, al profe Atanasio García, padre del góber obradorista, en su aspiración a un cargo público de elección popular.
Dos, al señor Cuitláhuac García, a la sazón, jefe del Poder Ejecutivo estatal a una curul.
Y tres, a la ingeniera Rocío Norma Nahle García, a la sazón candidata de AMLO, el presidente, y de MORENA a la gubernatura, con la nominación a una curul.
Entonces, la versión de que es ahora o nunca cuando el góber de AMLO habría decidido vengarse de Franco Castán.

PASILLOS: Bien podría manifestarse que el trío de versiones anteriores carece de sustento y, por el contrario, son chismes de quinto patio.
Pero, bueno, así pareciera.
Más por el número de amparos federales logrados por los abogados de Franco, a quien, como todos saben, endilgaron en su tiempo el adjetivo calificativo de un PRD rojo fidelista por su cercanía con Fidel Herrera Beltrán.
Incluso, la versión de que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano quedó sorprendido cuando en visita a Xalapa le contaron la versión.

VENTANAS: Si en efecto, Franco bloqueó al padre, Cuitláhuac y a Nahle, entonces, nadie necesita las pócimas de la bruja de la esquina para saber el infierno en puerta en caso de que Nahle ganara la gubernatura.
Primero, seguirá preso el próximo año hasta el fin del sexenio guinda y marrón.
Segundo, que con Nahle ocupando la silla embrujada del palacio de gobierno de Xalapa correría el riesgo de que su encarcelamiento sea transexenal.
Desde luego, porque Nahle también ajustaría cuentas.
Y se vengaría de igual modo, digamos, como AMLO, el presidente, apretó la soga a Rosario Robles Berlanga, ex jefa de Gobierno en la Ciudad de México y ex pareja del playboy argentino, Carlos Ahumada, aquel que filmara a René Bejarano y Carlos Imaz, embolsándose el billetito prohibido.