Corral de pronto y luego de que en el PAN fue diputado local y federal, senador de la república y gobernador de Chihuahua, convertido al obradorismo.

PASAMANOS: Es la misma historia de siempre. A veces, cuando ven que el barco ideológico y partidista se está hundiendo brincan a la nave de enfrente.
Y se van, argumentando la desviación partidista y la traición ideológica.
La octava maravilla del mundo.
Caray, José Vasconcelos Calderón, el filósofo, escritor y político, fallido candidato presidencial independiente ante Plutarco Elías Calles, declarándose fans y operador de Adolf Hitler en México.
Incluso, hasta una revista le financió el jefe nazi.
El poeta chileno, Pablo Neruda, escribiendo una Oda a José Stalin, el sátrapa número uno del mundo con Hitler a la mano.
El poeta Jorge Luis Borges abrazando en público al dictador chileno, general Augusto Pinochet, el asesino de Salvador Allende, el primer presidente demócrata de América Latina elegido en las urnas.

CORREDORES: El escritor ruso, Máximo Gorki, operador cultural y literario de Stalin.
El muralista David Alfaro Siqueiros intentado asesinar a León Trotsky en México por órdenes de Stalin.
Los escritores Carlos Fuentes Macías y Fernando Benítez declarando que era “Luis Echeverría o el fascismo”, luego del movimiento estudiantil del 68, el diez de junio de 1971 con “Los Halcones” y el golpe de Estado al director general de Excélsior, el incómodo Julio Scherer García.

BALCONES: Muchos años, Lorenzo Meyer fue un crítico de los políticos priistas y panistas.
Investigador y académico. Articulista y escritor con varios libros publicados.
Y de pronto, al lado del Príncipe en turno en el Palacio Nacional.
Su hijo nombrado secretario de Desarrollo Urbano.
Ahora, en la lista de los diecisiete especialistas para construir el “Proyecto de Nación” de Sheinbaum.
Y de seguro, si la favorita de AMLO para la candidatura presidencial “gana en las urnas”, Meyer y/o su hijo en el gabinete federal.

PASILLOS: Primero, el obradorismo sedujo a varios ex gobernadores priistas. Ellos, unos seis, renunciaron al partido tricolor. Y luego, fueron ungidos Embajadores y Cónsules, sin trayectoria ni experiencia diplomática como lo establece la ley.
El Dedazo del jefe máximo “en el país de un solo hombre”.
Incluso, a un ex góber, Alejandro Murat, lo convenció de lanzarse como precandidato presidencial por el PRI pero como nunca cuajó, entonces, ni hablar, retiró su postulación.
Ahora, de seguro a la espera de alguna oportunidad guinda y marrón por ahí.
Tendrá, quizá, mucho dinero, pero la droga del poder político es más intensa y volcánica que cualquier adicción.

VENTANAS: Insólito el caso de Lorenzo Meyer. Ya estuvo en el poder con AMLO, el presidente en turno. Ahora busca prolongarse otros seis años con Sheinbaum.
El mismo caso del ex panista Javier Corral. Lo más fácil de la vida es quitarse el delantal como las trabajadoras domésticas y agarrar camino.
Caray, si es académico, que vuelva al salón de clases.
Si estudioso del fenómeno político, se ponga a escribir libros.
Pero como en su vocación múltiple está la política, trepado en el barco de Sheinbaum.
Grandes lecciones de moral pública y privada para las nuevas generaciones.