Otros decían que nutriéndose de vegetales las neuronas también se desarrollan a plenitud…

ROMPEOLAS: Otros, sin embargo, juran y perjuran que la inteligencia es hereditaria… Madre o padre refulgente heredan a los hijos… La capacidad insólita y radiante, primero, para mirar lejos… Segundo, para mirar lo que otros, la mayoría por lo general, nunca visualizan… Tercero, para olfatear en los demás, como los leones, los tigres y las panteras, el peligro… Por ejemplo, y entre otras cositas, si estamos frente a personas negativas… Tóxicas les denominan ahora… Cuarto, para saber medir los pros y los contra en una persona… Y cinco, para desarrollar la fuerza de voluntad a lo máximo… Por tanto, la disciplina… Y el control de los sentimientos y las emociones humanas…

ARRECIFES: En la escuela primaria, por ejemplo, impactaba con su inteligencia el compañero Armando González Rivera… Con una leída a una lección de los libros agarraba la onda pedagógica y la escudriñaba y se la aprendía, nunca de memoria (como era la regla educativa de entonces), sino a partir de la razón… Los maestros lo respetaban… Las alumnas lo idolatraban… En todas las materias siempre obtenía diez de calificación… Y era bueno, extraordinario, para el debate… Y en la tertulia amical llevaba la voz cantante… En ningún momento porque se impusiera sino por la claridad de las ideas cuando las exponía…

ESCOLLERAS: En el Bachillerato Nocturno, ultra contra súper inteligente Joel Hurtado Ramón… Era alto y delgado… Siempre con un libro leyendo en los pasillos y en los recesos… Y cuando por lo regular faltaban uno o dos o más profesores a la hora de clase… Incluso, se aislaba para zambullirse en su libro en turno… Gran polémico… Hombres de ideas y con ideas… Leía, por ejemplo, a Carlos Marx y Federico Engels y destripaba sus lecciones… Es más, las solía explicar mucho mejor que el académico de la materia… Nació en Alvarado y se nutrió de mucho, demasiado, excesivo fósforo bitacal…

PLAZOLETA: Apabullante la inteligencia de Sabás Huesca… Bastaba un saludito, la plática de unos minutos, para radiografiar al interlocutor… Y definir su carácter, temperamento, actitud en la vida y con la vida… Casi casi como si fuera un sicólogo o un siquiatra… Además, acertaba… Era un alumno brillante, brillantísimo y el sacerdote José Benigno Zilly, ultra contra súper inteligente, se le cuadraba en el Seminario Menor donde impartía clases… Joven, tenía mucha experiencia en el conocimiento humano… Era un don, explicaba con sencillez, heredado de una abuela…

PALMERAS: Avasallaba con su talento e inteligencia Othón Hernández… Nacido en los Llanos de Sotavento, además, un gran olfato social para detectar las cosas y hechos positivos y negativos de la vida… En las mañanas era obrero en una industria de Ciudad Framboyán… Y en las tardes estudiaba en la antigua facultad de Periodismo… Conducía un automóvil deportivo con dos asientos y recitaba algunas de las mil poesías que sabía de memoria… Y deslumbraba más, mucho más… Ninguna compañera en el salón de clases se le resistía… Todos ellos iluminaron la vida en momento estelar…