Y en otros, hasta por los padres de familia y quienes en el transcurso del año se volvieron más duros y rudos con la falta de profesores en sus regiones.

PASAMANOS: Los sindicatos magisteriales a través de sus líderes han ondeado la bandera de la seguridad y la certidumbre convocando a la secretaría de Educación a las medidas correspondientes para garantizar la vida y los bienes.
Y de paso, disminuyendo y/o aniquilando la extorsión, Veracruz, por cierto, en el primer lugar nacional junto con los plagios, desapariciones, asesinatos, feminicidios y fosas clandestinas.
Y todo indica, en el palacio principal de gobierno en Xalapa tienen oídos sordos.
En todo caso, miran con indiferencia, apatía, desdén y menosprecio las plegarias de los profes.
Con todo, incluso, y como dicen por ahí, que el góber obradorista fue maestro y con dos plazas.

CORREDORES: La sección 56 del SNTE, por ejemplo, se ha referido a la zozobra en las regiones de Zongolica y Huayacocotla.
En el caso, y peor tantito, provenientes de los padres de familia.
En tanto, cuando los maestros viajan de las ciudades donde viven a los poblados rurales para cumplir el apostolado pedagógico son asaltados.
Y a pesar de las denuncias, los sobresaltos, los atracos y los sustos continúan vigentes.

BALCONES: Igual, igualito, están todos los sectores sociales de Veracruz.
Desde los transportistas con sus tráileres de Veracruz a la Ciudad de México atracados en las carreteras y autopistas.
El mayor embate, parece, en las Cumbres de Maltrata.
Hasta los usuarios de instituciones bancarias cobrando el dinerito de la pensión, por ejemplo, y asaltados a la salida.
En todo caso, seguidos por los atracadores y a la primera de cambio, el asalto correspondiente.
En muchos casos los malos trepados en motocicletas, el transporte más utilizado para las fechorías.

PASILLOS: En el caso de asaltantes de casas particulares, los vecinos decidieron organizarse en comités de vigilancia y entre ellos se van turnando para estar pendientes.
Y más aún, para avisarse cuando por ahí miran y descubren a un sospechoso.
La ciudad jarocha, todo indica, ocuparía el primer lugar en vecinos integrados para proteger sus vidas y sus bienes materiales.
Bastaría referir que, con frecuencia, los medios publican noticias rindiendo cuentas de un ladronzuelo más detenido por los vecinos.
Detenido y madreado. Y desnudado. Y atado de manos y pies. Y amarrado a un poste de luz. Y avisado a la policía para que vayan por él.

VENTANAS: En otros pueblos (sobre todo en el sur del Estado) formaron autodefensas pero la autoridad estatal se molestó y los desbarataron.
Los más encendidos, ganaderos de cada región dispuestos a luchar por su patrimonio.
Estamos ya en el sexto año del sexenio obradorista en el territorio jarocho. El último. Tiempo cuando ya existe candidata de MORENA a la gubernatura y las tribus guinda y marrón están bailando al nuevo ritmo.
El legado histórico del góber y los suyos es, por ahora, uno solo: los primeros lugares nacionales de Veracruz en la inseguridad total:
Uno, secuestros. Dos, desapariciones. Tres, feminicidios. Cuatro, asesinatos. Cinco, tiradero de cadáveres. Seis, fosas clandestinas. Y siete, impunidad.