Desde hace ratito andan por ahí. Pero ahora, todo indica, con más intensidad volcánica.
Tiempo existió en el siglo pasado cuando la mitad de los chicos y casi casi la otra mitad soñaba con comprarse un maniquí femenino (cara bonita, dulce, hermosa y tierna) y llevársela a casa y/o al departamento.
Y vestirlo con ropa de mujer y hasta con tanga.
Ahora, los robots.

LUNES
Robots Reporteros

Una de las primeras expresiones robóticas fue en la feria internacional de las artes gráficas en Leipzig, Alemania.
En aquel año, en el siglo pasado, exhibieron un robot habilitado con programas tecnológicos para diseñar las páginas de los periódicos.
Una faena que bien podía iniciar hacia las cuatro de la tarde y terminar hacia medianoche.
Desde luego, los robots operados por ingenieros expertos pendientes de aterrizar los programas como son contemplados.
Incluso, tanto éxito alcanzaron que los técnicos contemplaron la posibilidad de crear un Robot Reportero para sustituir al diarista en la calle buscando la noticia y hasta asistiendo al café de moda de políticos y trabajadores de la información para la entrevista consabida.
Después, los robots aparecieron en China y Japón habilitados como meseros en restaurantes y cafés.
Luego, como enfermeros en hospitales públicos y privados del Medio Oriente.
Era, pues, la era robótica del mundo.
En contraparte, la ciencia médica había (y sigue) fracasando en medicinas y tratamientos médicos para combatir el cáncer, el Alzheimer, el Parkinson, la leucemia y los divertículos.
Todavía más: se ha llegado ene número de veces a la luna y hay quienes ofrecen desde viajecitos de luna de miel a Marte, y de plano, vivir a aquella superficie sideral.

MARTES
El robot ideal

En las universidades, tecnológicos y politécnicos, guiados por los maestros, los estudiantes experimentan con la creación de robots.
El gran premio de excelencia.
Incluso, en los CONALEP y COBAEV.
Es más, alumnos de Veracruz (del norte de la entidad jarocha, parece) han logrado premios nacionales configurando robots.
Se ignora si luego del invento y del premio habrían sido contratados (y ojalá) por empresas privadas para aplicar su descubrimiento.
Pero lo importante es la búsqueda del robot ideal y soñado continúa en el salón de clases.
Y desde luego, en las grandes industrias y fábricas.
Y ni modo, el inminente desempleo (quizá masivo) de obreros.
De aquel robot policía ajustando cuentas con los malandros (invencible, inderrotable, fregón y chingón) a los robots obreros.
Al ratito, por ahí, hasta gerentes generales de empresas y diputados, por ejemplo, considerando la realidad real de que los señores legisladores son apodados “Los levanta-manos” para aprobar fast track las iniciativas de ley enviadas al Congreso por el presidente de la república y los gobernadores en sus entidades federativas.

MIÉRCOLES
Trabajo automatizado

Japón, Alemania y Corea está en los tres primeros lugares mundiales en el trabajo automatizado.
Según ellos, que los robots únicamente son auxiliares de los obreros.
Nuevas y mejores tecnologías para la mano de obra.
Así, al menos, lo mira y percibe la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE.
Pero en España, por ejemplo, el ochenta por ciento de la población está segura, convencida, de que se trata de desplazar a los empleados.
En España, por ejemplo, hay 191 robos por cada diez mil empleos.
La media mundial es de 113.
En el resto de Europa, por ejemplo, hay 114 robots por cada diez mil empleos.
Con todo y que la prensa da la bienvenida a la era robótica en los cinco continentes con más de doscientas naciones.
En el terreno de los hechos la realidad es concreta y lapidaria: Un ingeniero pendiente del funcionamiento de un robot para que nunca falle.
Y el lugar de trabajo con obreros limitados. Unos cuantos. Los robots, jefes máximos.

JUEVES
Sustituir al hombre

El mayor número de robots son instalados en las industrias eléctrica y automotriz.
Uno, reducen costos. Y dos, mejoran el producto.
De acuerdo con la revista de la Federación Internacional de Robótica, en el año 2021, en México fueron instalados cinco mil cuatrocientos robots.
Ese mismo año, en América Latina, 50 mil 712 (setecientos doce) nuevos robots.
Caray, insólito: en el año 2021, en Estados Unidos, solo 34 mil 987 (novecientos ochenta y siete).
Con todo y ser la nación más desarrollada en el mundo.
En los cinco continentes y en las más de doscientas naciones, instalados 517 mil 385 (trescientos ochenta y cinco) nuevos robots.
Asia, considerado ya el mercado más grande del planeta para los robots industriales.
Una revolución, pues, que nunca vislumbraron Carlos Marx ni Federico Engels hacia 1910.
Tampoco el grupo de “Los Científicos” del dictador Porfirio Díaz Mori con su ministro de Hacienda, el fino y exquisito, José Ives Limantour.
Tal cual, si existe una transformación en el mundo es el auge (tan vigente y de moda) de los robots, creados y recreados, desde luego, por los seres humanos, y a quienes (vaya paradoja) poco a poco están relevando.

VIERNES
La robot enamorada

Sigmund Freud y Charles Darwin profetizarían que antes del cántico bíblico del gallito de oro serán inventados robots para la función sexual, sustituyendo, por ejemplo, a los hombres infieles.
Y en una de esas, y como algunas muñecas para niñas, hasta pronunciando palabras amorosas en la hora estelar.
Y, bueno, en la plataforma digital de Netflix, un filme cinematográfico se llama “Mejores que nosotros”.
El debut de mujeres robots en el mundo. Una robot, por ejemplo, despierta todos los días a su patrón y le lleva un cafecito a su cama.
Unos chicos compran un robot para sus fantasías sexuales.
Una robot escapa de una oficina donde las tienen encuartelada y luego de asesinar a un obrero acosador y caminar en la ciudad, y de pronto, se topa con una niña y se pone a sus órdenes. Y la cuida. Y la blinda.
La niña se la lleva a su casa y le pide quedarse a vivir a su lado.
Después, cuando llega el padre, la robot se enamora y empieza el coqueteo entre ambos.
La robot es bella, hermosa. De piel blanca. Ojos de color, entre azules y verdes. Carita afilada. Alta. Delgada. Sensual. Muy sensual.
Los expertos dicen que el siguiente paso es humanizar a los robots.