Alucinante V informe
**Veracruz seguro, ajá
**Los otros datos...
ESCALERAS: Quizá en el V informe alguien por ahí fumó mota, y de la mala, para tener tantas alucinaciones.
Por ejemplo, entre otras, asegurar que Veracruz figura en el séptimo lugar de las entidades federativas del país más seguras.
Luis Velázquez
Simplemente, en ningún momento les ocupa ni preocupa lo que digan, por ejemplo, los Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes secuestrados, desaparecidos, asesinados y enterrados en fosas clandestinas.
Tampoco les interesa la percepción de los familiares de las mujeres victimizadas y en la lista de los feminicidios.
PASAMANOS: Menos lo que sostengan las ONG y los académicos. Y la iglesia católica y apostólica. Y los críticos.
Y hasta los medios de comunicación.
Y es que “con la ira propia de un noble escudero” (Norman Mailer), casi casi un ardiente Siervo de la Nación, un profeta mesiánico y con todas “las agallas de un soldado y caballero de las batallas campales” en el V informe efectuado en la Fortaleza de Perote (antes, mucho antes, cárcel para los infractores de la ley, entre ellos, incluso, presos políticos), la autoridad estatal festinó, entre otras cositas, lo siguiente:
Uno, los feminicidios bajaron en este año un 33 (treinta y tres) por ciento. Y los homicidios dolosos un 42 (cuarenta y dos) por ciento”.
CORREDORES: Incluso, en el trance esotérico con todo y los excesos del lenguaje, alardeó como el jefe máximo que también “tiene otros datos” para revirar, digamos, a los críticos.
En contraparte, ahí está la verdad histórica, la verdad universal:
Un Veracruz ensangrentado borboteando sangre de niños, jóvenes, mujeres y ancianos, sobre todo.
Y desde luego, el montón de cadáveres de hombres.
El discurso de Perote pareció una comedia de Broadway en la que el público siguió riendo en silencio y hacia el final de la obra teatral habría exclamado “¡Qué espectáculo tan vacío!”.
BALCONES: De norte a sur y de este a oeste y desde Tampico Alto hasta el Valle de Uxpanapa y desde las Cumbres de Acultzingo hasta la ciudad jarocha y desde Xalapa hasta la Cuenca del
Papaloapan, incluido Otatitlán con su Cristo Negro de Esquipulas, existe un cementerio de los derechos humanos.
Además, la realidad.
Uno, la opresión social. Dos, la economía moribunda. Tres, la caída libre del desempleo, el subempleo y los pichurrientos salarios de hambre. Y cuatro, la migración a Estados Unidos como única solución mágica para absorber a la población necesitada y urgida de una oportunidad laboral.
PASILLOS: En Perote, el gobierno del Estado creó y recreó el Imperio del Mal.
“Los logros, dijo, “nadie los podrá negar, al menos que quiera mentir y solo los desmemoriados no querrán reconocerlo y a las pruebas me remito” (Notiver, 19 de noviembre, 2023).
Y, bueno, si “a las pruebas nos remitimos” en los últimos cinco años, el Estado jarocho hay ganado varios Premios Nobel.
El peor entre los peores, el oleaje feminicida. Y también, el tsunami infanticida.
La semana anterior, por ejemplo, en Xalapa, el hallazgo de una fosa clandestina con cinco personas, entre ellas, par de mujeres, además de una mujer sepultada con su hijo de tres años también secuestrado, desaparecido, asesinado y sepultado en la misma fosa.
VENTANAS: Con el Imperio del Mal solo resta esperar que Dios nos bendiga pues los ocho millones sesenta mil habitantes los necesitamos.
Más cuando el discurso triunfalista pero erróneo de la autoridad estatal está repleto de mentiras.
La verdad del gobierno del Estado. La verdad de la población y las familias victimizadas. La verdad de los Colectivos. La verdad de los parientes de tantas mujeres feminizadas.
Y la verdad de sus hijos huérfanos. Y la verdad de sus parejas viudas.