Pero, bueno, el sentimiento manda…
De igual modo recuerdan que como presidenta municipal ordenó tumbar árboles… viejos.
Y que cuando estrenara tenis blancos y caros caminó en la ciudad que supervisando obra pública en construcción y levitó.
Ungida por MORENA, primero fue diputada federal.
Después, alcaldesa.
Ahora, y como buena Política Automática (aquellos que apenas, apenitas protestan en un cargo público cabildean para el siguiente) se registró como aspirante a la candidatura de MORENA al Senado de la República.
Siguiendo, digamos, la huella de la senadora Gloria Sánchez, famosa en las redes sociales por descubrir un Complot Mediático para tumbar al góber precioso de AMLO.
De 63 años, nacida en 1960, Carmen Medel Palma ocupó los titulares con la huelga de burócratas más larga y extendida en la historia municipal.
Incluso, porque con apostolado de la izquierda desdeñó y menospreció a los trabajadores en huelga y aplicó el principio priista de don Adolfo Ruiz Cortines de dejar que los problemas se resuelvan solitos… con el tiempo.
Trágico en su vida el año 2016 (sexenio de Javier Duarte) cuando durante trece días fuera secuestrada.
Tiempo cuando, incluso, afirma su biógrafo, se incorporó a la MORENA de AMLO, el presidente.
Pero más trágico el año 2018 (bienio de Miguel Ángel Yunes Linares) cuando su hija de 22 años, Valeria Cruz Medel, fue tiroteada a la salida de un gimnasio en Ciudad Mendoza, en donde estudiaba Medicina.
Entonces, ella estaba en sesión parlamentaria.
Y ahí los suyos le avisaron.
¡Ay, la codiciada senaduría!
Por ahora, la ex secretaria del Trabajo y Previsión Social, y ex diputada federal, Dorheny García, registrada y/o a punto de registrarse como candidata al Senado.
Además, y por el lado de MORENA, par de aspirantes más.
Uno, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ex delegado del Bienestar.
Y dos, Zenyazen Escobar, ex secretario de Educación.
Los pobrecitos de Éric Patrocinio Cisneros Burgos y Sergio Gutiérrez Luna quedan en la luna, el limbo, el vacío, la nada.
Y la nada… es nada.

II (Igualitos a los priistas y panistas)
Nada, pues, “del otro mundo”.
Iguales, igualitos, fueron (y son) los priistas y los panistas y los perredistas y los verdes y los petistas y los anexos y conexos.
Políticos Automáticos.
Más cuando el partido político al que pertenecen está en el trono imperial y faraónico.
Y “en el país de un solo hombre”.
“El presidente que da y quita”.
En el caso de Carmen Medel, digamos, su comadrita.
Bastaría referir que la mayoría de los diputados federales buscarán reelegirse en el año 2024.
Por lo pronto, 471 (cuatrocientos setenta y uno) ya lo avisaron a los jefes.
La reelección.
Ni hablar, así es la democracia. Así fue aprobado.
Las elites dueñas privilegiadas del poder político derivado en poder económico y poder social.
La vida por un sexenio considerando que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
El presupuesto, claro, que permite, uno, la vida fácil.
Dos, el dinero fácil.
Tres, los negocios lícitos e ilícitos fáciles.
Cuatro, el aparato gubernamental al servicio.
Cinco, la creación y recreación de empresas fantasmas.
Seis, el nepotismo para imponer en cargos públicos, plazas burocráticas y asesorías a la familia, los compadres, los amigos, los socios, los aliados y los cómplices.
La alcaldesa Carmen Medel es un testimonio más de que en MORENA son iguales que en el PRI y el PAN, el par de partidos que han usufructuado las mieles del poder presidencial, y por ahora, de veintidós gubernaturas.
Más la mayoría en las Cámaras de Diputados federales y senadores.

III (Quedar bien con la Nahle)
En la propaganda electorera, los discursos, pura basurita sentimentaloide.
Amo al pueblo.
Seguiré construyendo la 4T.
El pueblo me lo pide.
La sociedad civil me eligió.
Me debo a MORENA.
Soy leal a AMLO.
Todos, personajes del Big Brother y la Casa de los Famosos.
Temas para la televisión lagrimosa.
Los Simpson palidecería ante sus palabreas discursivas y juramentos patrioteros.
Observando a cada uno se puede aprender bastante.
Son buenos actores y actrices.
Casi casi al nivel de doña Prudencia Grifell.
NI hablar, la enfermedad de los políticos en campaña electorera.
Todos con una sola pasión pública: congraciarse con AMLO, el presidente que da y quita.
Y en el caso de Veracruz, quedar bien con la Nahle.
De hecho y derecho, cangrejos ermitaños que cambian de concha cada vez cuando encuentran una mejor.
Todos bajo las luces fluorescentes…