Durmieron a la intemperie soportando el frío y la baja temperatura y la llovizna en la madrugada.
El único objetivo, solicitar una audiencia al góber obradorista y quien se las otorgó cuatro días después dada su apretada agenda y considerando que siempre desea multiplicarse para estar con todos…
Pero la Fiscal General se negó a participar en la audiencia.
Simplemente, plantó a los Colectivos.
Bien podría sentirse que también plantó al góber, su jefe, y quien le concesionara por nueve años la Fiscalía General.
Sin duda, con el cabildeo de su protector Éric Cisneros Burgos, ex secretario General de Gobierno.
Entonces, los más de treinta Colectivos endilgaron tres adjetivos calificativos a la señora Fiscal.
Uno, majadera.
Dos, prepotente.
Y tres, ineficaz.
Más, porque durante mucho tiempo la Fiscal General anduvo de dama de compañía de Éric Cisneros inaugurando ferias pueblerinas y coronando “a las flores más bellas del ejido”.
Incluso, caray, en la procuración de justicia (ajá) tuvo espacio y tiempo para comer chicharrones con el góber en la vía pública.
Y de ñapa, hasta para disfrazarse de catrina y desfilar en la avenida principal de Xalapa y aplaudida por el góber obradorista.
La señora Sara González Rodríguez, quien busca a su hijo Ivanhoe Mass González desaparecido en el año 2010, y a nombre del Colectivo Por la Paz Xalapa, fue, digamos, la vocera oficial de los más de treinta Colectivos.
Simplemente, “apretó el dedo en la llaga purulenta”.
Más, en el Veracruz “de un solo hombre”, Cuitláhuac, como el jefe político.
Pero, bueno, el góber así lo aceptó y ni hablar, una especie de burla, mofa, pitorreo, a los Colectivos, más de treinta, y lo que expresa el grado de incertidumbre, zozobra, inseguridad e impunidad a que hemos llegado.

II (Oportunidad perdida)
Lamentable la Fiscal General sea la primera mujer como jefa máxima de la impartición de justicia y actúe de tal modo.
Lamentable sea la primera Fiscal General y militante de la izquierda aglutinada en MORENA, luego de su tiempo priista y como funcionaria pública.
Lamentable sea mujer dotadas por lo general de inteligencia incandescente, talento y honradez y sensibilidad social y trate con desdén y menosprecio a los Colectivos, únicamente, digamos, como venganza porque la evidencian.
Lamentable el gritoneo de “El tiempo de las mujeres” y encumbrada por Dedazo Puro, Inmaculado y Sacrosanto, se convirtiera en la enemiga y detractora número uno de los Colectivos, en su mayor parte, madres de familia y hermanas y tías y primas de mujeres secuestradas y desaparecidas.
Lamentable haya dejado perder y diluirse y desdibujarse “la oportunidad de oro” para estar, ser y trascender con calidad de Estadista.
La primera abogada en alcanzar el alto y noble y generoso cargo de Fiscal General.
Lamentable se manifieste ahora como militante de un partido de izquierda, cuya bandera política y social en el mundo es la defensa de los derechos humanos.
¡Bueno que el góber obradorista la tolere en sus desplantes y arrogancia!
Pero el daño moral, ético, social y hasta político resulta tan incalculable como inverosímil.
Nada más digno como estar y ponerse del lado de los Colectivos para buscar a los suyos en un Veracruz con más de siete mil cuatrocientos desaparecidos y hasta boletinados por la ONU, Organización de las Naciones Unidas, desde su foro mundial en Ginebra.
Y más, cuando una madre con par de hijos desaparecidos en Veracruz llegó al Vaticano y entregó al Sumo Pontífice, Francisco Primero, un expediente documentando la realidad en el Estado jarocho, y de paso, en Jalisco, donde dos hijos más también fueron secuestrados y desaparecidos.
Y más, en un Veracruz campeón nacional en feminicidios.
Y montón de niños huérfanos y parejas viudas.
Demasiado, excesivo dolor y sufrimiento en miles de familias de Veracruz para que la Fiscal General sea “majadera, prepotente e ineficaz”.
Mucho se duda la Fiscal crea en Dios, pues la religión católica es respeto y amor a los demás.
Y más, porque cuando se aplica luego experimentarse una sensación de paz y seguridad como AMLO, el presidente, por ejemplo.