Equilibrio humano
**Amor eterno
**Siempre mirar lejos
EMBARCADERO: La buena vibra y el mejor karma con una pareja (novios, esposos, amantes, amigos con derechos) únicamente se perpetúa, dice el viejito del barrio, cuando se logra el equilibrio humano entre las partes... Simplemente, se está a gusto con la pareja y la vida se convierte en una visión rica... Incluso, mirando lejos... Sin el equilibrio humano, tarde o temprano, la pareja descarrila... A veces sobreviene el engaño y la infidelidad... Y “los cuernos” bien pulidos y vueltos a pulir
Luis Velázquez
Luego, el divorcio… La ruptura total… Y hasta con rencores y odios…
ROMPEOLAS: Vaya, hasta los días y noches se llenan de salud… Las ganas inacabables de ser, estar y trascender… Quizá, como escribió el escritor Watt Whitman: “No dejes que termine el día sin haber crecido un poco”… Crecer, pues, en el desarrollo humano, sicológico, social… Y si es necesario, económico… Pero, sobre todo, crecer en las neuronas, el corazón y el hígado, pues el otro, el sexo, es por añadidura… Digamos, consustancial…
ARRECIFES: De entrada, el equilibrio humano, dice el sicólogo del barrio, se pierde cuando en la pareja los dos son intolerantes… Y el par se cree y siente “el agua tibia”… La verdad histórica… La verdad infalible… Perfectos entre los perfectos… Entonces, nada ideal como una pareja donde uno es tolerante y el otro, digamos, intolerante… Pero al mismo tiempo, con la buena voluntad para cavilar los hechos, las cosas y las circunstancias y encontrar juntos puntos de encuentro… Lejos, demasiado lejos de los desencuentros… Es como si, por ejemplo, una persona reaccionara siempre con el hígado en vez de las neuronas… Y con el sexo en vez del cerebro…
ESCOLLERAS: Sigmund Freud escribió que “toda pareja es un misterio”… Una mujer bonita con un hombre feo… Una mujer pudiente con un hombre pobre… Una mujer leída y culta con un hombre rústico… Una mujer delgada con un hombre gordo… Una mujer con buen karma y mejor vibra con un hombre tóxico… Pero más allá de las diferencias físicas y sociales si entre ambos logran el equilibrio humano, entonces, van de gane… Y uno al otro se redescubrirán en el viaje terrenal y místico de la pareja… Más cuando de por medio existen hijos… Los hijos, por lo general, atan… Y atan mucho…
PLAZUELA: Una prueba de fuego en el equilibrio humano suele presentarse cuando, por ejemplo, la mujer trabaja y percibe un salario superior al hombre… Y cuando, además, desempeña por ahí un cargo público y privado… Y mucho peor si tiene personal humano, subalternos, bajo su control… Y hasta presupuesto, digamos, tratándose de la administración pública… Entonces, y por lo general, los hombres suelen reaccionar con mala vibra y peor espíritu… Y a cada rato, por inocentadas, chocan entre ambos… Novios, esposos, amantes y amigos con derechos… Parejo…
PALMERAS: En 1996, Octavio Paz Lozano, Nobel de Literatura, estaba en la Universidad de Cornell… Ya vivía con su nueva pareja, Marie José… Atrás, muy atrás, los días nublados con Elena Garro y una francesa… El escritor Carlos Fuentes escribió a Julio Cortázar: “Por aquí pasó Octavio Paz… Desparramando salud, juventud y brillo… Obviamente satisfecho de su equilibrio humano al lado de Marie José… Me dio gran alegría verlo”… De seguro, el mismo equilibrio humano que hoy tendrá Mario Vargas Llosa al re/unirse con Patricia, la madre de sus tres hijos, luego de su relación con la primera esposa del cantante español, Julio Iglesias…