Y su guerra por los indígenas de Chiapas es como terminara en el primer capítulo. Una guerra de papel a través de comunicados ejerciendo a plenitud su sentido del humor.
Por ejemplo, dice que “parece que ya no, pero sí, se va a poner peor”.

PASAMANOS: Entonces, convoca lugares comunes.
“Vienen muchas desgracias (guerras y que desde hace ratito ya están como casos de Rusia contra Ucrania y entre Hamás, de Palestina, e Israel), inundaciones (convertidas incluso en tsunamis), y sequías” (comunes en todos los tiempos bíblicos).
Enfermedades (tres mil conocidas más siete mil desconocidas). “Y si los migrantes ahora son miles, pronto serán decenas de miles, después cientos de miles”.
Y, bueno, nada difícil de profetizar cuando está manifiesto el fracaso de la política económica en todos los pueblos del mundo para alentar la creación de empleos en las regiones indígenas, campesinas, suburbanas y urbanas.

CORREDORES: Dice el capitán insurgente y como si fuera un recuento de daños:
“Vienen peleas y muerte entre hermanos, entre padres e hijos, entre vecinos, entre razas, entre religiones, entre nacionalidades”.
Lo mismo en el relato bíblico. Y está escrito desde hace más de dos mil niños.
Incluso, basta y sobra con leer los medios en cada nuevo amanecer explosivo para advertir los mismos hechos.
“Arderán las grandes construcciones y nadie sabrá decir por qué, o quién, o para qué”.
El profeta, entonces, bien puede añadir los Círculos del Infierno, los males de la caja de Pandora enviados por Zeus para vengarse de la tierra, los jinetes del Apocalipsis deseados para aventurar el peor fin.

BALCONES: La Biblia, por ejemplo, aventura la Resurrección de los Muertos.
Y en las calles y avenidas de los pueblos y ciudades los vivos bien pudieran toparse por ahí con Adolf Hitler, José Stalin, Francisco Franco y Benito Mussolini, Atila y los emperadores romanos y hasta con Fidel Castro Ruz.
Hecho indicativo y significativo:
Con la guerra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional del sub Marcos, la calidad de vida de los indígenas de Chiapas (ni se diga de la república) quedó igual y prosiguió y continúa peor.
“Nada nuevo bajo el sol” luego de tanto reality-show levantando esperanzas y expectativas.

PASILLOS: En el último comunicado se advierten, entre otras cositas, el desencanto social del sub.
Dice: “Nos hemos preparado a pesar de traiciones, calumnias, mentiras, paramilitares, cercos informativos, desprecios, rencores y ataques de quienes nos reprochan no obedecerlos”.
Digamos, el mismo lenguaje de los políticos frustrados luego de una derrota electoral y social.
Los otros, pues, son los culpables de la pobreza y la miseria de los indígenas chiapanecos.
Pero más todavía, del fracaso de Marcos y/o Galeano, alias, también, Sebastián Guillén, el profe terminado en guerrillero.

VENTANAS: Luego de varias comunidades bien pudiera esperarse que para navidad o fin de año, quizá otra vez el 1 de enero del año 2024 (como en 1994) y en víspera de la elección presidencial (como en 1994) y de nueve gobernadores y quinientos diputados federales y 128 senadores, el EZLN se levantará en armas en el sureste.
“Nos hemos estado preparando para esta oscuridad. Diez años llevamos preparándonos para estos días de dolor y de pena”.