Amistad cimentada
**Saber dialogar
**Mesura y tolerancia
EMBARCADERO: De acuerdo con el chamán, una amistad se vuelve vieja cuando está bien cimentada... Y cuando, además, entre las partes saben dialogar basados en la mesura, la cordura, la prudencia, la tolerancia y desde luego, la libertad y el respeto profundo, inalterable, a la dignidad humana... La dignidad del otro y de los otros... Únicamente así la amistad sobrevive a los huracanes y tempestades y tsunamis... Más allá de aquel apotegma histórico de la amistad recíproca
Luis Velázquez
Un camino de ida y vuelta… Una autopista, incluso, con varios carriles…
ROMPEOLAS: Unos dicen, por ejemplo, que la amistad sólida, indestructible, se forma en la escuela primaria… Quizá, pero en todo caso circunstancias excepcionales… Por lo regular, hay amigos de la primaria y de la secundaria y del bachillerato y de los primeros años y últimos de la universidad… Luego, caray, los amigos evolucionan al trabajo en la oficina pública y privada, la empresa, la industria, la fábrica, el taller y el surco… Casi casi como la historia de los amantes resumida por Pablo Neruda en el Poema XX… “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos”…
ARRECIFES: Y/o como la canción aquella de las parejas amatorias de “usted me dice que fuimos amantes/ perdón/ pero ya no la recuerdo”… Podrán los compañeros en el salón de clases tener historias afines y cercanas… Pero cuando se da el siguiente paso, entonces, en automático, la distancia… Y más, cuando la distancia es física porque en automático se vuelve distancia emocional, sentimental y espiritual… Para el viejito del barrio la amistad se vuelve una leyenda real, concreta y específica cuando los amigos se hacen aliados, socios y cómplices en negocitos lícitos e ilícitos…
ESCOLLERAS: Hay amigos quienes creen estar unidos “a prueba de bomba” por el alcohol… Y en las borracheras suelen jurarse amistad y confianza perpetua… Otros están yuxtapuestos por las pasiones carnales con mujeres entrando y saliendo de sus vidas… Otros, unidos por el consumo de drogas… Y por las travesuras cometidas en trance esotérico… Luego, sin embargo, terminan con la misma intensidad iniciada… Y en ningún momento, la ruptura con violencia… Simplemente, los intereses suelen cambiar y de forma radical…
PLAZOLETA: Nada fortalece la amistad como los ideales, sueños y utopías comunes y recíprocos… Sea en el trabajo, el deporte, el estudio, la reflexión, la lectura de libros, escuchar discos, divertirse… Y como es natural, suelen darse diferencias, puntos de vista encontrados, percepciones erróneas, insuficiente información… Entonces, entran la paciencia y el diálogo para que en la confianza mutua los hechos y las cosas se aclaren… Y juntos, y por encima y lejos de las pasiones descarriladas, sigan empujando la carreta y remando la canoa… Pero cuando una parte se cierra y por ningún concepto se vuelve tolerante, ni hablar, la hora de seguir pa’lante sin voltear para atrás ni a los lados…
PALMERAS: Dialogar, ya se sabe, consiste en escuchar a los otros (más a los amigos) tratando siempre de conjugar el par de verbos más hermosos del idioma como son entender y comprender… Sin juzgar, condenar ni satanizar… Y respetando el legítimo derecho de los otros a pensar y sentir como su información y formación se los permita… Únicamente así la amistad se vuelve sólida… Más, cuando hay una buena vibra y un mejor karma… Entre par de amigos conflictuados, Octavio Paz Lozano, Nobel de Literatura, siempre prefería al amigo con más antigüedad en la relación…