La luna de octubre
**Más bella del año
**Lluvias se han ido...
UNO. Canción de Pedro Infante
La creencia popular de que en el mes de octubre la luna es más bella. Por eso, incluso, le cantó Pedro Infante.
Luce la luna más grande y brillante. Esplendorosa. En medio de un cielo despejado, nítido, blanco, transparente.
Nubes blancas alrededor y un precioso fondo azul.
Luis Velázquez
En un filme, Kate del Castillo interpreta a una migrante en Estados Unidos. Su hijo quedó en México. Y le dice que como están en octubre mire (y admire) la luna en las noches y que ella, en el país vecino, también la mirara.
Y ambos, madre e hijo, se sentirán unidos.
DOS. El amor en octubre
Ojalá que por ahí los mortales tuviéramos espacio y tiempo para levantar cada noche la mirada al cielo y admirar la luna de octubre.
Pero los expertos aseguran que todas las lunas son maravillosas y radiantes.
Simplemente ocurre que en el mes de octubre, primero, ha dejado de llover.
Segundo, por lo general, las nubes negras disminuyen.
Tercero, gravitando, la luna está en la mejor posición cerca de la tierra y por eso luce más grande y brillante.
En el pueblo, un chico esperó el mes de octubre para pedir matrimonio a su novia en la noche iluminados por la luna.
Muy tierno y romántico, claro.
TRES. Consejo de Hemingway
El escritor Ernest Hemingway observaba que los cronistas y los escritores rara, extraordinaria ocasión, suelen levantar la mirada para mirar el cielo.
Y lo decía sugiriendo que toda narrativa el cielo y el sol, la noche y el día, las nubes y las estrellas, han de incluirse en el relato pues forman parte de la vida.
Y si eso pasa con los narradores, entonces, podrá imaginarse si los ciudadanos de a pie y motorizados levantan la mirada para mirar el día y la noche, el sol y la luna.
CUATRO. Feroz lucha del sol y la luna
La mañana de ayer eran las 6:50 horas y en el parque de la esquina el viejito del barrio caminaba alrededor desde las seis de la mañana.
Entonces, levantó la mirada y advirtió que casi a las siete horas, la luna de octubre ahí seguía, firme, inalterable.
Y en el otro extremo, en el lado oeste, el sol titilaba los primeros rayos anunciándose.
Casi casi, el viejito del barrio sintió una lucha feroz entre la luna de octubre que se resistía a irse y el sol abriendo paso en medio de las nubes blancas y el cielo despejado para su arribo.
CINCO. La misma luna en el mundo
La luna de octubre (y todas) y el sol que se miran en Veracruz es la misma en los cinco continentes.
En la inmensidad del cielo los astronautas de Estados Unidos y Rusia lo han comprobado.
Por eso, entre otras cositas, el tiempo churrigueresco de la poesía cuando los poetas del mundo escribían poemas extensos y gigantescos a la luna y el sol.
SEIS. Espectáculo gratis
Y, bueno, sea porque la temporada de lluvias ya se fue…
Y porque el cielo está limpiecito en la noche…
Y/o porque la luna está más cerca de la tierra, valdría la pena tirarse en la azotea de la casa, en el balcón, en el jardín casero, en el jardín del parquecito de la esquina para mirar la luna de octubre.
Simplemente, un espectáculo gratuito.
Y si es posible, tirarse en traje de baño y/o con ropas menores a la orilla de la playa para recibir la química purificadora de la arena (buena vibra, mejor karma), digamos, como se percibe cuando se abraza un árbol.