Incluso, la referencia histórica: El primer góber precioso fue Guadalupe Victoria y nacido en Tamazula, Durango.
Nahle, la primera gobernadora de Veracruz, nacida en Zacateca.
Profecía dos:
En el Frente Opositor hay nueve aspirantes y suspirantes a la gubernatura, pero el juego sucesorio está entre el priista José Yunes Zorrilla y el panista Julen Rementería del Puerto.
A menos, claro, punto uno, que los tres partidos (PAN, PRI y PRD) renegocien entidades federativas.
Y punto dos, que se atraviese la llamada “Cuota de género” y una mujer sea ungida.
Profecía tres:
Está en chino tumbar a MORENA del triunfo electoral en las urnas.
Pero, bueno, si fue posible llegar a la Luna y ahora ofrecen hasta viajes de luna de miel a Marte y en Sonora los ladrones atracan con un muñeco de El Chucky, entonces, la elección de Estado bien podría, podría, podría, ser derrotada por una oposición maciza, concreta, lacónica y específica.
Profecía cuatro:
Nahle candidata se jalará a sus adversarios y opositores, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, Manuel Huerta Ladrón de Guevara y Sergio Gutiérrez Luna para su equipo electoral partidista de igual modo como Claudia Sheinbaum se ha jalado, por ahora, a Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila y Gerardo Fernández Noroña.
Profecía cinco:
Ninguna esperanza social de que en el próximo sexenio los seis millones de habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los pichurrientos salarios de hambre sean enaltecidos y dignificados.
La adversidad económica y social, educativa y de salud, de seguridad, procuración de justicia y desarrollo humano seguirán igual, o peor.
Profecía seis:
Si MORENA siente en el camino de la campaña electoral del año entrante para la gubernatura que el Frente Opositor “le pisa los talones”, entonces, igual, igualito que Benito Juárez García en 1867 cometerán fraude electoral.
Es el obradorismo o la oposición.
Profecía siete:
El cambio del sexenio estatal únicamente consistirá en un cambio de mujeres y hombres, tribus y elites, partidos políticos.
Incluso, del mismo partido, MORENA.
Lo dijo Antonio López de Santa Anna: “El hombre es nada. El poder es todo”.
Y cuando dijo que “el hombre es nada” se refería a la población civil, a los ciudadanos de a pie y motorizados, a la gente común que todos los días y noches vive con sencillez y cada mes a la quinta pregunta rezando al Ser Superior para que el dinerito alcance para garantizar el itacate y la torta en casa.

II (MORENA será estremecida)
Profecía ocho:
Mínimo, MORENA tiene o tendrá amarradas par de senadurías.
Una, todo indica, para el secretario de Educación, Zenyazen Escobar, el amigo más cercano al góber salsero, huapanguero y danzonero.
Y dos, para el secretario General de Gobierno, el tozudo Éric Patrocinio Cisneros Burgos.
Par de cargos públicos que pronto, una vez publicada la convocatoria de MORENA, renunciarán a sus cargos públicos.
Profecía nueve:
De estar soñando con la gubernatura, Sergio Gutiérrez Luna, diputado federal por el Estado de México, bien tendría como destino convertirse en presidente municipal de Minatitlán.
Sería, quizá, un acto generoso de Nahle, la gobernadora del sexenio 2024/2030.
La Senaduría está predestinada para gente de Mr. García (Cuitláhuac).
Profecía diez:
AMLO, el presidente, nombrará a los suyos en el gabinete legal de Nahle.
Por ejemplo, a Manuel Huerta y Amado de Jesús Cruz Malpica, quien saltará de la alcaldía de Coatzacoalcos al gobierno del Estado luego de terminar la gestión edilicia.
Claro, bien pudiera suceder antes.
Más si Coatzacoalcos (pan comido) se desborda por Nahle, su feudo.
Profecía once:
La mitad del gabinete de Nahle (si gana, claro) serán mujeres y la otra mitad hombres.
Profecía doce:
Nahle bien podría revisar el caso de la Fiscal General nombrada para un ejercicio de nueve años.
Más, mucho más, cuando la Fiscalía General está convertida en una fábrica de protestas, corajes sociales, marchas, indignación crónica de norte a sur y de este a oeste.

Avisito parroquial: Pedro, el anacoreta de la montaña negra, siempre ha fallado con sus profecías.