Parejas infieles
**El amante discreto
**Gallos gallinas
UNO. Parejas infieles
Está probado y comprobado que, por lo regular, las mujeres siempre saben, están seguras, convencidas, de la infidelidad de sus parejas.
Novias, esposas o amantes tienen, digamos, “un sexto sentido” para olfatear cuando el hombre “anda oliendo y respirando la leña de otro hogar”.
Luis Velázquez
Lo saben quizá por intuición. Acaso por el chisme por ahí de una amiga.
Quizá cuando advierten un cambio físico en la pareja, como aquel marido que de pronto se puso a dieta y adelgazó unos diez kilos para usar playera y para que la guayabera de manga larga le luciera.
Al final, aquel hombre confesó su pecado venial y mortal: “Traigo una piececita” decía a los amigos, pero la esposa ya le había dado “veinte y las malas”.
DOS. Mujeres discretas
Las mujeres podrán ser infieles. Pero son ultra contra súper discretas.
Y lo más importante, entre todas ellas se cuidan y protegen y blindan.
Y si es necesario salen en defensa de la amiga delante del marido, como aquella señora que cuando su pareja se iba al trabajo y los niños a la escuela primaria prestaba su recámara a otra amiga para esperar al amante.
TRES. La mujer de Lot
La infidelidad siempre ha existido.
En el relato bíblico, por ejemplo, un ángel avisa a Lot que abandone las ciudades de Sodoma y Gomorra porque serán incendiadas.
Entonces, Lot, sus hijas y su esposa salen de las ciudades, pero la esposa voltea para atrás que para mirar las llamas, pero en realidad buscando al amante.
Y en automático se convirtió en estatua de sal.
La maldición superior es que luego las hijas de Lot lo emborrachan y terminan haciendo el sexo.
CUATRO. Un hombre mató al amante
En la película “Infidelidad” con Richard Gere y Diane Lane, la esposa es infiel con un joven.
Entonces, Gere, el marido, empieza a observa actitudes raras y extrañas en ella, como por ejemplo, arreglarse muy temprano con su mejor ropa sensual para una cita que de trabajo.
Gere contrata un detective y durante varios días la sigue hasta integrar un expediente fotográfico con las pruebas, por ejemplo, entrando y saliendo del cine muy abracitos y cariñosos.
Luego, busca el departamento del chico donde se dan cita y simplemente lo mata.
CINCO. Gallos gallinas
En el Registro Civil se multiplican los divorcios. Desde parejas que envejecieron en la relación matrimonial hasta las jóvenes parejas que apenas inician el viaje.
Y con frecuencia, caray, suelen darse casos de hombres que salieron “gallos gallinas” y hasta la pareja les cayó con su galán. Y en la recámara de su propia casa.
“Aquí nos tocó, qué le vamos hacer!” exclama un personaje literario de Carlos Fuentes Macías, por cierto, un hombre que siempre avisaba a su esposa qué se iba de cacería femenina el fin de semana.
Y la esposa, la actriz Rita Macedo, siempre lo perdonaba, digamos, porque lo consideraba un genio.
SEIS. El amante discreto
Una señora dijo a su pareja: “Ninguna duda tengo de que eres infiel. Pero agradezco seas discreto”.
Un día, sin embargo, una chica de veinte años zangoloteó su vida interior y cometió el gravísimo error de hablarle por teléfono un fin de semana desde el teléfono de casa y le cayeron en la maroma.
Y el divorcio fue inminente pues la señora, quien de igual modo había contratado un detective, le tenía el expediente negro y atiborrado.
Amantes del mundo:
¡Cuídense entonces de los detectives!
¡Y de las amigas de la esposa!
¡Y de las vecinitas!