el delegado federal, el político guinda y marrón, antes perredista, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, el otro aspirante en MORENA a ocupar la silla embrujada del palacio de gobierno de Xalapa.
En el lado del Frente Opositor, nueve aspirantes y suspirantes repartidos entre el PAN y el PRI. Ninguno del PRD.

LUNES
Veracruz, a sus pies

Carga pesada arrastra Nahle.
Primero, la destapó AMLO. Y dejó que la manejaran como su favorita.
Después, la destapó y en un tuitazo Claudia Sheinbaum Pardo, de hecho y derecho la candidata presidencial de MORENA.
Y desde hace ratito, el gobierno de Veracruz “tirado al piso” con todo por ella.
Se trata, entonces, de “la crónica anunciada” de un destape anticipado.
Digamos, desde antes de cuando la LXVI Legislatura aprobara la dichosa Ley Nahle.
Veracruz, a sus pies.
Y si AMLO impuso a Cuitláhuac García, primero, como diputado federal, y luego, en par de ocasiones candidato a gobernador, entonces, Mr. García está obligado, totalmente obligado, a garantizar el triunfo de Nahle en las urnas para mediados del año entrante.
Y ganar, tratándose más de una Elección de Estado, o de lo contrario, caerá de la gracia de AMLO y de Sheinbaum y de la familia presidencial y la cúpula morenista nacional.
Lo dijo el tuxpeño César “El tlacuache” Garizurieta: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

MARTES
Mucha autoridad moral…

En el Frente Opositor hay nueve aspirantes.
Por ejemplo, si Nahle sale, como todo está programado, la candidata, en las urnas haría talco y polvo a las priistas Anilú Ingram Vallines y Lorena Piñón.
Y ni se diga al priista alcalde de Orizaba, Juan Manuel Díez Franco.
Y de seguro al priista Héctor Yunes Landa.
En el palenque político hay quienes dan como un hecho que los Yunes azules (tres en total) han decidido abstenerse de jugar por la candidatura a jefe del Poder Ejecutivo.
Se ignora si así será. Más luego de los recaditos de la 4T al padre a través de La Jornada-México.
Pero, bueno, en el momento clave el trascendido será conocido.
El priista y diputado federal, José Yunes Zorrilla, tiene prestigio (y merecido) de una autoridad moral “a prueba de bomba”, honesto en los cargos públicos desempeñados, político decente y buena persona, y quien, claro, ya fue derrotado en una elección, 2018 y quedó en tercer lugar.
Y en tercer lugar porque era abanderado de un PRI totalmente desacreditado.

MIÉRCOLES
Julen, en el palenque

Julen Rementería es un político exitoso.
Por ejemplo, director de Comercio en el Ayuntamiento jarocho. Presidente municipal. Diputado local. Coordinador nacional de los Centros Regionales de la secretaría de Comunicaciones y Transporte. Y senador de la república.
Y coordinador de la bancada panista en el Congreso de la Unión.
Y gente cercana al líder azul, Marko Cortés.
Pero también es un empresario exitoso.
Por ejemplo, la versión de que desde hace ratito es un gran constructor inmobiliario.
Por ejemplo, el edificio de condóminos con seis pisos, un departamento por piso, y de cuatrocientos metros cada uno, con un costo de veinte millones de pesos cada uno, en el bulevar de Boca del Río, frente a un hotel de cinco estrellas.
Por ejemplo, el edificio con veinte departamentos en El Estero, o cerca de El Estero, con un costo de cinco millones de pesos cada uno, y de cara al río Jamapa y el Golfo de México.
Digamos, a la altura de la entrada a casa que fue del doctor Juan Barquet Fitta, quien en paz descanse.
Julen, además, posicionado con Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, la candidata presidencial del Frente Opositor, y con quien se la jugó desde un principio cuando en la cancha existían montón de aspirantes y suspirantes.
Julen 2024. A ver…

JUEVES
Un Veracruz jodido

En paralelo, el rotundo fracaso económico, social, educativo, de salud, de seguridad y procuración de justicia y desarrollo humano de los 79 (setenta y nueve) gobernadores de Veracruz.
Uno. Miseria, pobreza y jodidez en seis de cada diez habitantes.
Dos. Desempleo. Subempleo y pichurrientos salarios de hambre.
Tres. Bajísima calidad educativa.
Cuatro. Y de salud pública.
Cinco. Los días y las noches en el infierno del secuestro, la desaparición, el crimen y las fosas clandestinas.
Seis. La impunidad.
Siete. El peor desarrollo humano de cada habitante del Estado jarocho, un total de ocho millones y cacho.
Es la realidad real. Inobjetable. Oficial, incluso, y en datos del INEGI.
Probado y comprobado que las tribus políticas se enfrascan en guerras fratricidas atrás del objetivo superior de Antonio López de Santa Anna, tres veces gobernador jarocho y onceavo presidente de la república: “El hombre es nada. El poder es todo”.
El individualismo en su más feroz egolatría.
Primero yo. Después yo. Luego, yo. Y a mi lado, la familia. Los aliados. Los socios. Los cómplices. Los compadres. Los amigos. Las barbies del harem.
A cada rato Santa Anna nombraba un encargado del despacho y agarraba una nueva mulata de veinte años de edad y con caderas insolentes y se iba de pueblo en pueblo a jugar baraja, apostar en las peleas de gallo y de caballos, emborracharse y hacer el sexo.
Siempre, claro, con mujeres. Su debilidad.

VIERNES
Pueblo desencantado

Digamos, sin conceder, que Rocío Nahle y Julen Rementería sean los candidatos de MORENA y el Frente Opositor a la gubernatura jarocha.
De acuerdo con la hoja de servicios públicos de ambos, ¿garantizan una mejor calidad de vida, una vida vivible y digna, para la mayoría de la población en la jodidez?
¿Son, han sido, serán la encarnación de la honestidad “a prueba de bomba” en el ejercicio del poder y la tarea de gobernar, porque nunca, jamás, “han ordeñado la vaca” ni “metido las manos al cajón?
En víspera de la nominación del candidato ¿tienen una estrategia concreta y específica para dar salida al tsunami de secuestros, desapariciones, asesinatos, feminicidios y fosas clandestinas que tienen a Veracruz colapsado y en medio de la angustia y la desesperación al mayor número de familias y habitantes?
¿Sus relaciones políticas, sociales y empresariales garantizan que con ellos habrá creación de empleos en las regiones indígenas, campesinas, suburbanas y urbanas de Veracruz?
Mucho se duda. Demasiado. En un pueblo cada vez más desencantado de las tribus políticas.