Y, claro, cargando el costal lleno de desencantos, frustraciones, amarguras, puñaladas traperas, manjares envenenados, traiciones, deslealtades, espinas, resentimientos incluso…

ROMPEOLAS: Claro, una de las peores circunstancias de la vida es llegar a la vejez cargados de venganzas… Pero, bueno, cada uno sus días y noches, vivir odiando hace la vejez más dura y ruda… Entonces, y si es posible, hacerse una trepanación en las neuronas, el corazón y el hígado y olvidar… Simplemente, olvidar… Vaya, perdonar a los demás… Pero al mismo tiempo, perdonarse a sí mismo que aconseja el sicólogo del barrio… Y sin necesidad de arrodillarse ante el sacerdote en el confesonario para descargar el costal con tantos pecados mortales y veniales cometidos…

ARRECIFES: Muchas decepciones suelen cargarse en la vejez… 1) Los amigos que fueron y dejaron de serlo… 2) Los jefes y patrones que explotaron la condición humana “a más no poder”… 3) Los amores perdidos en la infidelidad de uno mismo y de la pareja… 4) Una vida precaria luego de treinta años de trabajo ininterrumpido… 5) Arrastrar en el cuerpo varias enfermedades que nunca, jamás, pudieron sanar los médicos… 6) Haber trabajado duro y tupido para recibir una pensión raquítica, ofensiva y humillante… 7) Vivir en la soledad porque todos, la mayoría, se han ido, y porque quienes están vivos han dado la espalda…

ESCOLLERAS: 8) Saber y mirar que otros, compañeros en el salón de clases y en la vida, triunfaron y uno “sigue de perico verde” sin pasar nunca del corredor, como las macetas… 9) Tomar conciencia de que los amigos de la infancia y la juventud y la madurez ya fallecieron y sentirse, por añadidura, en la más terrible soledad… 10) Estar consciente de que muchos errores laborales pudieron cometerse en la vida y por eso mismo se anda tan jodido en materia económica…

PLAZOLETA: 11) Dormir solo porque la pareja murió y los hijos se fueron a hacer vivible sus vidas… 12) Andar con un botiquín en la mano o tenerlo en casa porque de pronto, algunas de las tres mil enfermedades inventariadas más las siete mil enfermedades desconocidas han caído en el cuerpo mientras otros seniles son lúcidos y llenos de vida… 13) Padecer Alzheimer, mal de Parkinson, cáncer de próstata, por ejemplo, y estar solo en casa… 14) El teléfono celular que nunca suena porque nadie habla ni tampoco a nadie se importa…

PALMERAS: 15) Vivir a la quinta pregunta con la pensión y sin ningún ingreso extra y vivir, claro, más que “con la medianía”, en el infierno… 16) Y lo peor, que de pronto por ahí un ladronzuelo, un raterillo, asalte la casa y en la casa y despoje de lo poco que se tiene… 17) Saber, estar consciente, de que todos, la mayoría, te han olvidado y nadie llama a la puerta ni tampoco envía señales de humo… 18) Lo más terrible de todo, sentirse y estar en la soledad… El día y la noche, en silencio… La casa, en silencio… Y la mayoría de los días y las noches, en la vida sin sentido…