Luego de que AMLO, el presidente, la cobijara...
Y con una carrera política meteórica como diputada federal, senadora de la república y secretaria de Energía...
Y después de que Claudia Sheiunbaum Pardo también la destapara en un tuitazo...
Y luego de crear y recrear la Ley Nahle en la LXVI Legislatura de Veracruz...
Y de la cargada con el aparato gubernamental de Veracruz a sus órdenes...
Ninguna duda de que la zacatecana Rocío Norma Nahle García es, será, la candidata de MORENA y la 4T.
A tono, digamos, con Guadalupe Victoria, el primer gobernador de Veracruz originario de un ranchito de Durango.
Por eso, el berrinche del delegado federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, resulta mero anecdotario político.
“Estoy listo” dijo.
“Listo para competir”.
Y “tengo autoridad y calidad moral”.
Y de paso, concreto y específico: “No, no, no, no, no... al Dedazo”.
El Dedazo, claro, de AMLO, el presidente.
Igual, igualito que la postura de Marcelo Ebrard Casaubon, ex secretario de Relaciones Exteriores.
Ahora sí, la gallera política de Veracruz, alborotada.
Picoteándose entre sí.
La lucha electoral, claro, apenas, apenitas inicia.
De por medio, y como decía Antonio López de Santa Ana, “el hombre es nada, el poder es todo”.
En un país con seis de cada diez habitantes en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los pichurrientos salarios de hambre.
Y la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad y la impunidad.
Y, claro, el desdén, el menosprecio, el desprecio, la indiferencia, la apatía y el valemadrismo de las tribus políticas.
Bastaría referir que Claudia Sheinbaum con el bastón de mando en la mano todo está ya, ya, ya, decidiendo.
Y pasa por su visto bueno.
Sin duda, con la asesoría de un hijo de AMLO, el presidente, Andrés (Andresito le llaman) como su asesor político número uno.
Sheinbaum ya formalizó los primeros dos nombramientos.
Uno, Adán Augusto López Hernández, coordinador político de la campaña electoral... camino, claro, a los altares en el próximo sexenio.
Y dos, Ricardo Monreal Ávila (bajado del caballo presidencial y bajado de la yegua de la jefatura de Gobierno en la Ciudad de México), coordinador de organización.
Sheinbaum escribió en tuitazo a Nahle: “Es el tiempo de las mujeres”.
El tiempo de ellas, pues.
Una zacatecana... para gobernar Veracruz y mostrar a las tribus políticas jarochas el puño cerrado.

II (Acida prueba de fuego)
Es la prueba de fuego y con fuego de Mr. García (Cuitláhuac).
Tendrá un Veracruz ensangrentado.
Feminicidios.
Secuestros.
Extorsiones.
Tiradero de cadáveres.
Fosas clandestinas.
Impunidad.
Ocho de cada diez habitantes con miedo y que dice el INEGI.
Desempleo.
Subempleo.
Pichurrientos salarios de hambre.
Chorizos y pitorreos de que vamos mejorando la calidad de vida.
Pero... la peor rendición de cuentas a AMLO, el presidente, es que Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle fuera derrotada en las urnas.
Por eso, el aparato gubernamental de Veracruz a las órdenes y servicio de ellas dos.
Y si AMLO, por ejemplo, doblegó y arrodilló a Ricardo Monreal Ávila, entonces, ahora el turno corresponde a Mr. García, entre otros, con Manuel Huerta, y de ser necesario, con Éric Cisneros Burgos, si es cierto, como se afirma, que sigue jugando para la candidatura a gobernador.
Más si se considera que constituyen un misterio, una interrogación, las razones de peso y con peso de AMLO para elegir a Mr. García, primero, diputado federal, y segundo, en par de ocasiones su candidato a gobernador.
Y más por encima de otros mejor posicionados y con mejor trayectoria y hoja de servicios como son Manuel Huerta y Amado de Jesús Cruz Malpica, el presidente municipal de Coatzacoalcos, y quien, por cierto, siempre se ha mantenido lejos de las candilejas y callado.
La hora, pues, de que Mr. García pague a AMLO con la misma moneda electoral.

III (Ejército a sus pies)
Un ejército de activistas, promotores, morenistas y empresarios tendrá Nahle a sus órdenes.
El gobernador. El gabinete legal y ampliado.
Los burócratas de la 4T.
Los diputados locales y federales y senadores de MORENA.
Los presidentes municipales guinda y marrón.
Los síndicos y regidores de MORENA.
El partido estatal.
Y, claro, la fuerza política, social, económica y moral de AMLO.
Lo decía Giovanni Sartorius: En política gana el candidato y el partido con más dinero.
Y en cada campaña electoral, y oficial, lo que sobra es el dinero.
Claro, cuidando el protocolo y las reglas del INE, Instituto Nacional Electoral.
Por ejemplo, los convenios millonarios “por abajo del agua” con los magnates periodísticos.
Y los líderes sociales y sindicales.
“La cargada”, pues.
“La estampida de los búfalos”.
“Los acarreados”.
La compra de votos y conciencias y lealtades.
Elección de Estado le llaman, de igual modo como en el tiempo priista, panista, perredista y anexos y conexos.