Con la soga al cuello...
I (“El infierno tan temido”)
El INEGI de la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente exhibe en el palenque público al Estado de Veracruz con sus tribus guinda y marrón.
El Estado jarocho, en el tercer lugar nacional donde la población electoral, los ciudadanos de a pie, las familias, se creen y sienten inseguras.
Luis Velázquez
Ocho de cada diez habitantes convencidos de vivir en la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad, el miedo, el terror, el horror, el pánico y la impunidad.
El pánico a un secuestro, una desaparición, un asesinato, un feminicidio, una violación, una fosa clandestina.
Un asalto en la casa. Y en calle. Y en la plaza comercial.
Y en el restaurante. Y en la cafetería.
En primer lugar nacional, la Zacatecas de Rocío Norma Nahle García y Ricardo Monreal Ávila.
Y en segundo, dice el INEGI, Guanajuato.
Ahora solo falta que Mr. García (Cuitláhuac) desmienta al INEGI y asegure que el INEGI “presenta una realidad inexistente” como en su momento asegurara de los medios.
Y como en su momento sostuviera que la violencia en Veracruz va a la baja y en caída libre.
Mejor, mucho mejor sería que repitiera la frase memorable y citable de Agustín Silvestre Acosta Lagunes de que “ni modo, la violencia es inevitable”.
Con todo, claro, que en la teoría el Estado de Derecho significa garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
Claro, bien pueden decir las tribus de MORENA que en Veracruz únicamente existe una percepción de inseguridad en ocho de cada diez habitantes, porque está comprobado que en realidad se vive en el paraíso terrenal.
Y si duda existiera ahí están los festivales en los Pueblos y Barrios Mágicos y no mágicos.
Los bailongos de salsa.
Y danzón.
La coronación de “las flores más bellas del ejido”.
En fin, la versión del INEGI, la percepción ciudadana y el sentir de Mr. García.
II (Graves problemas sicológicos)
Además de la realidad real en Veracruz (y en el país, claro)...
Y luego de un Veracruz ensangrentado..., la sicosis.
La sicosis de un plagio, una desaparición, una extorsión, las calles y avenidas y pueblos y ciudades y caminos y carreteras escurriendo sangre.
Lo decía el poeta español, León Felipe, “el miedo al miedo”.
El miedo a un secuestro.
Pero también el miedo a un asalto en casa.
Un atraco en la calle.
El robo de una cartera, pero también, el robo de un automóvil.
Vaya, el asalto saliendo del banco con un dinerito retirado.
El atraco en una cafetería en plaza comercial.
Y “a plena luz del día”.
Un pueblo, entonces, con graves problemas sicológicos pues nada peor que vivir día y noche con miedo.
Además, la certeza de que nadie, absolutamente nadie, está seguro.
Ni menos puede alardear que ya libró el tsunami de zozobra.
El Veracruz incierto creado y recreado por la Cuarta Transformación, ajá, de la república.
En el altiplano, podrán celebrar al gobierno del Estado porque está con Claudia Sheinbaum como candidata presidencial.
Pero otra cosita, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia en la imagen y percepción que Mr. García tiene en los ciudadanos de a pie y motorizados.
El gobernador fallido.
El gran error de AMLO, al presidente, al imponerlo (y en dos ocasiones) como candidato de MORENA a la jefatura del Poder Ejecutivo estatal.
III (En Veracruz sólo crecen los panteones)
En los últimos cuatro años y diez meses lo único que en Veracruz ha crecido y desarrollado y extendido son los camposantos.
Y las cruces en los panteones.
Y las oraciones en la iglesia católica para que un milagro superior disminuya, acorte, el tsunami de incertidumbre, zozobra, inseguridad e impunidad.
De allí pa’lante, ni la creación de empleos indígenas, campesinos, suburbanos y urbanos...
Ni las prestaciones económicas, médicas y sociales...
Ni la calidad de vida de la población...
Ni la calidad educativa...
Ni la calidad en la salud pública ha detonado.
Veracruz, campeón nacional en feminicidios.
Y campeón nacional en secuestros.
Y en tercer lugar nacional en desapariciones.
Y en el primer lugar nacional en fosas clandestinas.
Y el cuarteto de preseas en el tiempo inmaculado y sacrosanto de la 4T y MORENA.
Entonces, y a partir de tales premisas razones de peso y con peso para que ocho de cada diez habitantes se sientan inseguros.
Viviendo cada día y noche, cada amanecer, cada anochecer, con la soga al cuello por una bala perdida, un asalto, un plagio, una desaparición forzada.
Lo dice el INEGI.
Las víctimas, los muertos, los niños huérfanos, las parejas viudas, se han vuelto demasiado peligrosos en Veracruz.
Simplemente, perturban el buen gobierno obradorista.
El góber jarocho, encarnando el gran fracaso social de AMLO, el presidente.
Así Mr. García ocupe el primer lugar nacional en subejercicio y loas, incienso y alabanzas a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.