A mayor madriza de AMLO…
**Contra Xóchitl Gálvez...
**Sheinbaum, empequeñecida
UNO. Xóchitl, aguerrida
La panista Xóchitl Gálvez ha derivado en la Xochitlmanía entre otras razones, quizá, por las siguientes:
La primera, la artillería de AMLO, el presidente, en contra.
La segunda, porque le recordó su pasado como vendedora de tamales.
Luis Velázquez
La tercera, porque ha puesto de moda el huipil, casi casi como la pintora Frida Kahlo con la Fridamanía.
Y la cuarta, porque es una mujer aguerrida. Combativa. Luchona. Bragada.
Y por lo pronto, “y a tiro por viaje” le está revirando a Andrés Manuel López Obrador.
Ella, senadora de la república. Él, presidente de la nación.
El presidente, agigantando la figura de una de los ciento veintiocho senadores del país.
DOS. Hijo de AMLO, asesor de Sheinbaum
AMLO está de lleno metido en la sucesión presidencial. En todo caso, es como si enfrentara una elección más para reelegirse.
Más cuando Claudia Sheinbaum ha tenido como asesor político a Andresito, el hijo de AMLO.
Entonces, el jefe del Poder Ejecutivo federal ataca a Xóchitl y a la oposición. Apoya a MORENA con descaro. Lanza a los veintitrés gobernadores a favor de Sheinbaum. Y se pitorrea de que con Marcelo Ebrard de candidato presidencial independiente enviará (ajá) a Xóchitl al tercer lugar.
TRES. En el ring presidencial
Y en ningún momento Xóchitl se deja.
Se ha subido al ring presidencial y devuelve madriza por madriza.
Incluso, hasta con jab derecho al estómago electoral de MORENA y el presidente de la república.
Mujer entrona, Xóchitl encarna, cierto, a las mujeres, pero también a los hombres.
AMLO se ha bajado a las cañerías y Xóchitl lo enfrenta.
Y ahí está su plus. Su gran plus.
CUATRO. Elección de Estado
Cierto, la lucha electoral, política y social es dura y ruda. De por medio, una elección de Estado.
MORENA, con el poder presidencial de AMLO. MORENA, con los veintitrés gobernadores del lado de Sheinbaum.
Pero Xóchitl es la gran opositora.
Y cada vez que AMLO se ocupa de ella y se ocupa mal, ella revira.
Casi casi, la horma del zapato obradorista.
Fajada y con los pantalones y los vestidos y los huipiles bien puestos.
De hecho y derecho hasta recuerda el tiempo de AMLO como dirigente social encabezando en marcha de Villahermosa a la Ciudad de México a los indígenas y campesinos en contra de PEMEX y con un plantón en el zócalo defeño.
CINCO. Torpeza de AMLO
Nada más fascinante en la vida que una mujer peleadora. Aguerrida. Guerrillera.
Que siga AMLO, el presidente, cometiendo la torpeza y el error político de apretar su Magnum contra Xóchitl porque, vaya paradoja, Xóchitl seguirá creciendo en el ánimo social.
Y en automático, entre más madriza de AMLO a Xóchitl más empequeñecida Claudia Sheinbaum.
Claudia necesita de flotadores. El flotador llamado AMLO.
SEIS. Día de campo…
Gracias a Xóchitl, nunca como ahora está gustando tanto el huipil.
Y una gran comilitona de tamales.
Y andar en bicicleta como medio de transporte.
Y con los guantes puestos en contra de la megalomanía política y la vocación dictatorial de las tribus gobernantes.
Si AMLO creía que la campaña presidencial sería un extraordinario día de campo se equivocó.
Incluso, está claro que a Xóchitl le sobra la simpatía y la empatía con la población electoral y de la que carece Sheinbaum.
Hay en Xóchitl muy buena química. Buen karma.
Y Claudia es bien maquillada o, de lo contrario, con todo y AMLO y sus 23 gobernadores hará cortocircuito en las urnas con los electores.