El derecho, pues, a la vida.
En su momento estelar, todas las tribus de la izquierda fallaron. Y siguen cometiendo pifias.
Y por supuesto, Veracruz incluido. El Veracruz de la 4T. El Veracruz de la purificación moral y la dignidad valiente.
¡Ay, los derechos humanos en el tiempo del obradorismo!
Andrés Manuel López Obrador encabezando caminatas de indígenas y campesinos desde Villahermosa, Tabasco, a la Ciudad de México, y en contra de PEMEX.

LUNES
Veracruz salpicado de sangre

Un caso en Veracruz. Del Duartazgo a la fecha, la creación de unos veinticinco Colectivos. Y de norte a sur y de este a oeste. El Estado jarocho salpicado de desaparecidos y de fosas.
Veracruz, con siete mil cuatrocientos desaparecidos de acuerdo con el Alto Comisionado de la ONU, Organización de las Naciones Unidas, y que tanto enfureciera al señor García, el góber.
Los Colectivos, integrados con padres con hijos (y parientes) secuestrados, incluso, en sus mismos domicilios particulares.
Todos ellos (sobre todo madres de familia, porque los padres han de trabajar para llevar el itacate y la torta a casa) tocando las puertas (cerradas) del gobierno del Estado y de la Fiscalía General para aplicar la prueba ADN y determinar la familia a la que pertenece el cadáver.
Por lo general, el desdén y el menosprecio oficial. Es más, y según las versiones, la Fiscalía General divide a los Colectivos, aplicando quizá el viejo principio social y político de que “divide y vencerás”.
Hoy, unos Colectivos, caray, del lado de la 4T jarocha. Y otros, actuando con dignidad, gran dignidad ante el desdén oficial a los derechos humanos.

MARTES
Odio a la autoridad

Esa cosita esotérica llamada Estado de Derecho significa, entre otras cositas, garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
Más, mucho más, en los bienes, porque los bienes van y vienen… si regresan como en el caso de Job, el bíblico.
Por eso resulta inverosímil que con la 4T Veracruz ascendiera (y se mantiene) desde hace años y nueve meses en el primer lugar nacional en Feminicidios, aun cuando en el último mes lo reubicaron en los primeros cinco lugares.
El asesinato de mujeres con saña, barbarie, alevosía, ventaja y premeditación.
Y perversidad.
La conseja popular dice que a mayor impunidad… más feminicidios, pues los asesinos de mujeres se crecen al castigo al ver que nada pasa con sus fechorías.
Por desgracia, los feminicidios constituyen el primer legado histórico de la 4T a Veracruz, de igual modo como, por ejemplo, el asesinato de trabajadores de la información (diecinueve en total, más tres desaparecidos) significó la herencia número una de Javier Duarte.
Veracruz está ensangrentado y de sangre femenina, casi casi como si desde el palacio de Xalapa odiaran a las mujeres.
Los derechos humanos, caray, de tantos niños huérfanos y parejas viudas.
Niños que están creciendo y cuando el padre, los abuelos, les cuenten la verdad sobre la muerte de sus señoras madres aprenderán a odiar en automático.
Y odiar, claro, a la autoridad.

MIÉRCOLES
600 ciudadanos presos inocentes

¡Ay, los derechos humanos de los seiscientos ciudadanos de Veracruz presos por aquel delito derogado de Ultrajes a la Autoridad!
Y que, bueno, tanto odio y furia del gobierno del Estado, el sexenio de la 4T, que luego del dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidando el delito, que le dieron la vuelta con otro nombre.
El resultado es concreto y específico: seiscientos ciudadanos siguen presos desde entonces.
Casi casi, como si Míster García alcanzara un orgasmo político teniéndolos presos en los reclusorios del Estado jarocho.
Una estrategia sicológica, digamos, para hacer sentir su peso.
“¡Aquí mando yo!” sería la traducción.
Y aun cuando en la ley existe la amnistía que cada jefe del Poder Ejecutivo estatal puede aplicar cuando, digamos, tenga ganas, deseos y voluntad, a la 4T le vale.
Más, como en el caso, cuando esos ciudadanos tuvieron un cortocircuito con los policías.
Y como los policías reaccionaron con prudencia, mesura, cordura y tolerancia, entonces, la autoridad se fue contra ellos.

JUEVES
Indígenas presos

De acuerdo con la versión oficial hay unos 600 (seiscientos) indígenas presos en las cárceles de Veracruz.
Muchos, muchos, muchos, acusados de robar una gallinita, un pollito, del patio de una casa para llevar el itacate y la torta a casa para los hijos y la esposa y quizá para los padres ancianos.
Sus derechos humanos mancillados. Sin un abogado defensor que hable el dialecto.
Y si por ahí alguno, digamos, alcanzó fianza, de cualquier forma sigue encarcelado dada la miseria en que vive la mayoría del millón de indígenas.
En cuatro años y nueve meses, nunca la 4T ha tenido la voluntad social y política de una amnistía para quienes la merecieran.
Tampoco la Fiscalía General ha tenido voluntad para revisar los casos de todos ellos.
Más, mucho más importante es andar de dama de compañía del secretario General de Gobierno cortando el listón en ferias pueblerinas y coronando a “las flores más bellas del ejido”.
Pero ni hablar, son las tribus sexenales en el poder. En el caso, cuatro años y nueve meses con lo que bien pudiera identificarse como la Generación Perdida.

VIERNES
Derecho a la educación y la salud

La educación en Veracruz:
550 (quinientos cincuenta mil) personas de 14 años de edad en adelante que no saben leer ni escribir.
Un millón de paisanos con la escuela primaria inconclusa. Y otro millón con la secundaria a medias. Y 600 (seiscientos) mil con el Bachillerato inconcluso.
De cada cien niños egresados de la primaria, únicamente diez llegan a la universidad. Y uno se titula.
La salud:
Niños muriendo de cáncer. Y los padres “boteando” en la calle enfrente del Hospital Civil de la ciudad jarocha para reunir centavitos y comprar las medicinas, tan caras que son.
Con todo y que el Congreso local aprobó el aborto, la secretaría de Salud de Veracruz se ha negado a su aplicación en las Clínicas… sin duda, por órdenes superiores.
Incluso, hasta anunciaron (engreídos y petulantes) que capacitarán al personal en las Clínicas para atender la demanda de adolescentes y niñas embarazadas en un Veracruz en el primer lugar nacional.
Es Veracruz en el tiempo de MORENA y la 4T ondeando la bandera de los derechos humanos.