Secuestrado el sur de Veracruz
•A pesar de la instalación del Mando Único en Acayucan, plagios y homicidios en el centro de la ciudad, sin que esta corporación resuelva o coadyuve a las investigaciones, pues todos los casos están impunes
PARTE VI
Acayucan, Ver.- La violencia que se registró en el 2013 en Acayucan y municipios vecinos, ha sido la peor de la última década, generada por los robos, asaltos, secuestros y homicidios que empezaron, cuando inicio el año y se recrudeció en los últimos siete meses que coincide con la instalación del Mando Único a través de la Policía Naval, pues en la práctica se han mostrado como autoridades preventivas pasivas, dedicadas a la detención de personas que alteran el orden público...
a intervenir en casos familiares e incluso a conciliar a los acusados, nada que represente la labor de combatir la inseguridad, que mantiene castigada a los ciudadanos del municipio.
La bandas delincuenciales, en el primer semestre del año, se hicieron presentes con homicidios, a pesar de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), cuya corporación, era la que hacía el trabajo de resguardar la seguridad en el municipio y los vecinos, la extinta Policía Municipal (PM) perdió la credibilidad, sus forma de actuar, hizo que los ciudadanos perdieran la confianza, nunca intervino en casos graves.
El pasado 28 de diciembre del 2012, la SEMAR, que realizaba las labores de vigilancia en la zona sur de la entidad, apresó a una banda de jóvenes dedicada al secuestro “Los Chapulines”, la mayoría de ellos, hijos de familias conocidas y con posibilidades económicas, lideradas por Cristobal Leal Alarcón.
Además del nieto del ex alcalde de Acayucan, Ramiro Leal fueron apresados, Facundo Guzmán Cruz, Karen Tenorio Luna, Daí Irving Moo Santiago, Héctor Pérez Ramírez, Juan Carlos Hernández Pérez, Alejandro Martínez Valencia y Octavio García Baruch, en su poder se les encontró dos automóviles, armas de fuego y droga, que era entregada en los principales antros de la ciudad.
Los integrantes de esa banda, hoy gozan de libertad, a pesar de que hubo señalamiento por parte de varias víctimas, quienes denunciaron y los reconocieron, cuando se pensó que con la detención de la banda delincuencial, se acabarían los secuestros, así como robo de vehículos y asaltos, se comprobó que no eran los únicos, la violencia continúo.
El pasado 5 de enero, el doctor Julio de la Cruz Espinoza de 47 años de edad, fue secuestrado cuando salió de su domicilio ubicado en el municipio de Oluta, nada se supo de él. Dos días después fueron encontrados a lado de un arroyo de aguas residuales en el camino Acayucan ”“ Congregación Hidalgo, el torso y el brazo izquierdo de un cuerpo, se trataba del médico. Dos días después en el camino Cuadra I. Piña ”“ Cruz del Milagro, entre los municipios de Acayucan y Sayula de Alemán, se encontró otra pierna y una mano; faltaron un brazo, una pierna y la cabeza, nada se sabe de los responsables.
El 9 de febrero, el doctor Ricardo Cruz Arias, sufrió un atentado, por parte de sus ex empleados de la clínica Metropolitano del doctor Cruz, quienes fueron apresados, Eduardo Hernández Peredo (a) “El Tiburón” de 29 años de edad; Roberto Loyo Ramírez de 27 años de edad (a) “El Teniente” y José Iván Viveros Rasgado alias “El Biberón” de 18 años de edad; los tres, hoy también están libres.
Pero no fue hasta el 11 de marzo y cuando aún los que lo atacaron, un mes antes, permanecían en el reclusorio, el doctor Ricardo Cruz, fue asesinado en el interior de la clínica de su propiedad, el asesino solitario, según narran los testigos, llegó a bordo de un taxi de Acayucan, se paró frente a él, le disparo en la cabeza, cuando estaba por salir del nosocomio, se regresó a recoger su billetera que se le había caído, huyó; de él nada se sabe.
De cinco disparos de un arma de grueso calibre, fue ultimado, el conductor del taxi 68 de Acayucan, David Hernández Cayetano de 26 años de edad, en un domicilio que se encuentra en la avenida Enríquez, huía de los delincuentes y cuando se intentó esconder en una vivienda, fue alcanzado por las balas.
Las características con las que fue asesinado, son similares a los dos taxistas que días antes, por separado, fueron acribillados en la ciudad de Jáltipan de Morelos, como es de suponerse, el homicidio quedó impune.
Los grupos delincuenciales, siguieron demostrando su poderío, imponiendo su ley, intimidando, infundiendo miedo en la sociedad y el pasado 29 de abril, el abogado acayuqueño, Érick Prieto Villalobos de 34 años de edad, fue asesinado afuera de su domicilio, ubicado en la calle Zaragoza en el barrio Nuevo de esta ciudad, recibió más de cinco impactos de arma de fuego, ante la mirada de su padre, vio como el asesino, también huyó.
Así trascurrió el primer semestre del año, con violencia, casos que no han sido resueltos, asesinatos, que conmocionaron, homicidios que nunca se habían visto en “La Llave del Sureste”, el grado de violencia incrementó y cuando se pensó, que todo acabaría, pasó el segundo semestre del año, cuya característica, es los secuestros que se cometieron en contra de empresarios restauranteros y médicos, preferentemente.
SE INSTALÓ EL MANDO ÚNICO
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a cargo de Arturo Bermúdez Zurita, instaló en Acayucan, así como en otros municipios del Sur de Veracruz, el Mando Único Policial, la idea era detener la delincuencia, la inseguridad, que imperaba (que impera a la fecha) en toda esta zona geográfica veracruzana, además que las Comandancias de la Policía Municipal, perdieron credibilidad, se les relacionó con el crimen organizado.
En muchos municipios, así como en Acayucan, a los elementos municipales, se les relacionó con las bandas delincuenciales, dejaron de tener la confianza y al relacionárseles, el temor era infundado por ellos mismos.
Sin embargo, la instalación de este nuevo modelo policial, pronto demostró sus fallas; la forma incorrecta de dirigirse a la ciudadanía, violentar los derechos humanos, de los propios detenidos, provocó que los propios ciudadanos retaran al elemento naval, en un operativo en una detención, cuestión que no ayuda en nada al combate de la inseguridad.
Aunado a ellos, los elementos navales, lejos de cumplir con el objetivo de combatir la delincuencia organizada, de velar por la seguridad, de implementar operativos contra la inseguridad de la zona, sus detenciones giraron en torno a personas que escandalizaban en la calle; hombres o mujeres que peleaban afuera de una bar o cantina; problemas de índole familiar; el común denominador de los detenidos, difundido a través de los boletines de la corporación, son personas ebrias con un comportamiento ordinario. Nada que haga que valga la pena, la presencia de la Policía Naval en el municipio.
SECUESTROS Y EXTORSIONES
Fue en el mes de octubre, que trascendió el primer secuestro del hijo de un empresario, Humberto Reyes Aguilar, Omar Reyes Morales, estuvo cerca de tres días plagiado, a través de amigos cercanos, se supo que fueron 3 millones de pesos, lo que pagaron para el rescate. No es la primera vez que esa familia, ha sido víctima de secuestro, en el 2012, fue el patriarca de la familia panista, quien fue secuestrado, en esa ocasión fueron cerca de 2.5 millones de pesos los que tuvieron que dar para su rescate.
Para evitar ser molestados por los grupos delincuenciales, los propietarios de la dulcería “El Payaso”, tienen que pagar más de 50 mil pesos mensualmente, el costo para dejarlos trabajar, además de permitirles carta abierta para escoger dulces, para las fiestas infantiles.
Grindelia Domínguez, propietaria de la pollería “Los Reyes” de Acayucan, también fue víctima de secuestro, tampoco es la primera vez, que es hostigada, aunque sólo fueron unas horas las que estuvo bajo el miedo y terror de ser asesinada, por su rescate entregaron cerca de 500 mil pesos, más dos camionetas, unidades de lujo que adquirió gracias a su trabajo.
La familia del arquitecto Javier Nassar, también sufrió en el mismo mes, el horror y la zozobra de ser víctimas de secuestro, su hijo de 15 años de edad del mismo nombre, fue plagiado por la delincuencia que mantiene inmersa a la ciudadanía de Acayucan y la región, a pesar de que la familia proviene de apellido de abolengo, no tienen el suficiente dinero para solventar el jugoso rescate que pedían para devolver al adolescente con vida; pasaron más de 24 horas, para que esta familia, reuniera 200 mil pesos y una camioneta para entregarla a sus captores, el secuestrado, volvió con vida.
Los hijos de familias que cursan su escolaridad básica en el Colegio Carlos Grossman, una de las instituciones católicas y de abolengo en la ciudad, padecieron el pánico de vivir con el miedo, en la entrada al plantel que se ubica en el centro de la ciudad, se vivieron momentos en los que tenían que solicitar la presencia policiaca, porque de esa entrada los delincuentes intentaron secuestrar a los pequeños.
Transcurrían los primeros seis días del mes de noviembre, cuando en el municipio de Texistepec, trascendió el secuestro, del ex alcalde de ese municipio Agapito Ambrosio Flores (1998 ”“ 2000), cuando se dirigía a su domicilio acompañado de su hijo, quien también fue plagiado, por su rescate con vida, pidieron cerca de los 2 millones de pesos o el equivalente a un rancho que se encuentra en las inmediaciones de la cabecera municipal. Así mismo, se dijo que el exmunícipe, dejó de pasar la cuota, por lo que fue levantado y le cobraron, rédito por los meses que dejó de aportar.
Ocho días después, se dio a conocer el secuestro de Cielo del Carmen Domínguez Patricio, hija de la excandidata a la alcaldía de Sayula de Alemán, quien fue secuestrada cuando procedía de la ciudad de Acayucan a bordo de su automóvil Aveo, se dirigía a Almagres, comunidad sayuleña, donde tiene fijada su residencia.
Dos días después de ser plagiada, fue liberada, entregaron por pago para regresar con vida, 400 mil pesos más una camioneta, el botín fue entregado en la entrada a la colonia Las Cruces en la ciudad de Acayucan, los secuestradores, regresaron la unidad motriz y se quedaron con el dinero.
El 21 de noviembre, la familia del ingeniero, Manuel Aguilar, también sufrió los estragos de la delincuencia que atemoriza a la ciudadanía, su esposa y su hijo, quienes se trasladaban al rumbo del Colegio Carlos Grossman, fueron interceptados, antes de que salieran de Finca Xalapa, comunidad de Acayucan, ubicada a la orilla de la Carretera Costera del Golfo, que se dirige al puerto de Veracruz.
En el primer día del mes de diciembre, trascendió el homicidio de una jovencita, originaria de la comunidad de Corral Nuevo, pero vecina de esta ciudad, María Magdalena Díaz Vargas de 23 años de edad, quien desapareció desde el día 29 del mes anterior, fue encontrada en una fosa clandestina en un cañaveral en el camino de Hueyapan de Ocampo”“Coyol de González, comunidad hueyapense, presentaba lesiones y al parecer fue violada por parte de sus victimarios.
En este caso, se vio involucrado un comandante de la Policía Naval, que tras darse a conocer el hecho, fue cambiado del lugar de donde estaba destacamentado, su nombre, Anuar, al ser cuestionado el enlace de comunicación social del Mando Único en la zona sur, negó la información, sin embargo, Díaz Vargas, le confesó a su hermana Glenda Anahí de los mismos apellidos, que el naval, la citó para verse en las inmediaciones de la plaza “Crystal”, ubicada en la avenida Enríquez en el barrio La Palma de esta ciudad.
Un mes después del secuestro de Cielo del Carmen Domínguez Patricio, fue apresado Luis Felipe de Jesús Gómez Cifuentes un joven de 19 años de edad, presunto líder de una banda dedicada al secuestro y robo en el municipio de Acayucan y otros municipios, su detención de forma extraña por parte de elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), quien tardó más de tres días en ponerlo a disposición y que fuera consignado.
“El Kiosen”, como es conocido en el mundo de la delincuencia, Gómez Cifuentes fue apresado mientras se escondía en el interior del hotel “Brandon” de Acayucan, que era utilizado como casa de seguridad, ahí además le encontraron armas de fuego, aun está preso en el reclusorio regional, pero la ciudadanía teme que salga en libertad.
De los casos mencionados, sólo en cinco se inicio una investigación en la Agencia del Ministerio Público, pero del avance de ellas, no se sabe nada, son archivos muertos, expedientes encarpetados, que no saldrán a la luz pública, las propias víctimas, prefieren enterrar todo para no exigir justicia, porque sobreviven bajo amenaza por parte de los delincuentes.
Para cerrar el año, un homicidio que estremeció fue el de Fernando Alfonso Díz Reyes, hermano de la actual regidora, Norma Díz Reyes, quien fue atacado con un rifle M4 (arma de uso exclusivo del Ejército Mexicano( en el interior del bar “La Cabaña de San Pancho” en pleno centro de la ciudad, a su lado murió su caballerango, Isaías Olmedo Arroyo de 23 años de edad.
Víctimas del daño colateral, fueron Rubén Elías Vargas Chuc de 22 años de edad e Iván Eustorgio Uscanga Hernández de 21 años de edad, este último murió en el interior de la clínica Medisur, después de que fue atacado en el baño de hombre del bar, mientras que el primer citado, quedó tirado sin vida, frente a la barra del bar.
En el ataque, resultaron lesionados, el regidor de la próxima administración municipal, Arturo Gómez Mariño y su hermano Eduardo de los mismos apellidos, quienes estaban en el citado bar, al momento del ataque, dicho sea de paso, son dueños de la clínica Medisur, ubicada a unos metros del bar “La Cabaña de San Pancho” donde ocurrió el ataque.
La Vox Populi, señala que el ataque era directo en contra de Diz Reyes, trascendió que los asesinos llegaron a bordo de unidades motrices que cerraron la circulación vial, ingresaron, cometieron el crimen y huyeron, a pesar de que a unos metros se encuentra el destacamento de la SEMAR, de los responsables no se sabe nada.
La delincuencia, mantiene secuestrada, lacerada a Acayucan y a los municipios vecinos, a lo largo de los últimos siete meses que se encuentra la Policía Naval en Acayucan, esta no ha servido para combatir la inseguridad ni la delincuencia organizada.
El titular de la Agencia del Ministerio Público Luis Reyes Barraza, se niega a aportar datos que den como referencia los delitos en materia de inseguridad, que se han presentado, niega dar cifras, pero la realidad es percibida por quienes a diario circulan por las calles y viven la realidad.