El premio de poesía para el poeta nicaragüense, Ernesto Cardenal.
Y de cuentos y novelas para el reportero, cronista y escritor Marco Aurelio Carballo, el hippie mayor de aquella generación de jóvenes periodistas en el Excélsior de don Julio Scherer García.

PASAMANOS: Ahora, su equipo estelar organiza un homenaje a los escritores de Veracruz, tanto locales como de otros municipios luego de aplicar la lupa escrutadora de norte a sur y de este a oeste.
Hasta donde se sabe, si bien se sabe, habrá ceremonia de lujo en la Sala de Cabildos de Veracruz y con ella al frente.
Quizá la Comuna bien podría aplicarse en materia editorial y con un consejo asesor de escritores seleccionar a los mejores para la publicación de sus libros.
A tono, digamos, con la iniciativa obradorista de la llamada “República de Lectores” y en donde a través de sus librerías montón de libros están a la venta y a cien pesos el más caro.

CORREDORES: Los encargados del operativo cultural están convocando por teléfono y las redes sociales a los escritores.
Gran banquetazo, pues, de la cultura. Los escritores como intérpretes y actores sociales del momento. Un empujón a la obra literaria en el segundo año del gobierno municipal.

BALCONES: Ningún otro Ayuntamiento ha incursionado en la materia. Ninguno ha mirado a los escritores.
En aquel tiempo en el DIF boqueño, otra obra pública cultural trascendida con la Orquesta Sinfónica de Boca del Río.
Además, los conciertos a cada rato de músicos afamados y reconocidos en el concierto nacional y extranjero.
Vaya, hasta una librería inaugurada y que, por desventura, le resultó difícil cuajar, entre otras cositas, porque está probado que la población únicamente lee, si bien le va, un libro al año.
Y un libro de autoayuda existencial para triunfar en la vida.

PASILLOS: La obra pública edilicia: servicios e infraestructura.
La obra social: el diálogo, la audiencia pública, escuchar a los demás, la tolerancia y la prudencia, la cordura y la mesura.
La obra moral: la honestidad en el ejercicio del poder.
Y la obra cultural: entre otras cositas, enaltecer la trascendencia del trabajo literario.
Nada más indicativo y significativo como animar y reanimar a los ciudadanos de a pie, la población electoral, las familias.
Levantar la moral y dimensionarla en los niveles más altos, digamos, del desarrollo humano.
Un escritor, por ejemplo, vive de los libros. Pero también, del reconocimiento público.
El diploma para colgar en la sala de la casa o en la recámara.

VENTANAS: Se ignora si en la lista de escritores el Ayuntamiento de Veracruz ha incluido a Éric Patrocinio Cisneros Burgos, autor de cuatro libros.
El último, por cierto, presentando en la cabecera municipal de Yanga, en tarde lluvia, vendió más de dos mil quinientos ejemplares y que el secretario General de Gobierno firmó con la paciencia y tolerancia del mundo a cada uno de sus fans.
Y en esa tesitura, el maestro Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, veinte años académico en la Universidad Veracruzana y también “El dos del palacio” en el fidelismo, ha publicado cuatro libros.
Ya se verá…