Vaya, asegurando que ningún migrante pediría limosna en el crucero de la esquina.
Ni habría, claro, personas seniles extendiendo la mano para una limosnita por favor de Dios.

PASAMANOS: La izquierda garantizó la seguridad tanto en la vida como en los bienes.
Y la procuración de justicia.
¡Ah, claro!, el ejercicio del poder y la tarea de gobernar con integridad y honestidad “a prueba de bomba”.
¡Los hombres probos! ¡Los hombres honestos entre los honestos! Y más, “porque no somos iguales”.
Entonces, los ideólogos se enfrascaron en peleas tribales para adueñarse de la silla embrujada del palacio.
Y por añadidura, del presupuesto. Y de los poderes Legislativo y Judicial.
Caray, adueñarse hasta de los colores de la bandera.

CORREDORES: En nombre del comunismo, el socialismo, el socialismo con rostro humano, el liberalismo y doctrinas anexas y conexas y derivadas, las tribus de la izquierda se dieron gusto asestándose “golpes de pecho”.
¡Soy transparente! ¡Soy el Hombre Nuevo de la política! ¡Nadie puede acusarme de pillo y ladrón!
¡Mis anteriores, corruptos, corruptazos! ¡Mis hijos, todos honestos! ¡Y ni se diga mi gabinete legal y ampliado!
Y si es necesario levantar la mano a uno que otro gobernador mostrando su “honestidad a prueba de bomba”… se la levanto.

BALCONES: Día llegó cuando quedó comprobado que la izquierda es igual, igualita, copia Xerox, que la derecha y el centro.
El Partido del Trabajo, PT, por ejemplo, propiedad de Alberto Anaya.
El PRD, Partido de la Revolución Democrática, propiedad de “Los Chuchos”.
MORENA, propiedad de AMLO, el presidente.
Antonio López de Santa Anna, tres veces gobernador de Veracruz y once ocasiones presidente de la república, lo dijo de manera sucinta:
“El hombre es nada. El poder es todo”.
La izquierda reproduciendo como copia Xerox la historia del PRI, el PNR con Plutarco Elías Calles, imponiendo a cuatro sucesores y, claro, por Dedazo.
Emilio Portes Gil. Pascual Ortiz Rubio. Abelardo L. Rodríguez. Y Lázaro Cárdenas del Río.

PASILLOS: La 4T en Veracruz se resumen en las siguientes palabras, términos, conceptos:
Uno, menosprecio y desdén.
Dos, indiferencia y apatía.
Tres, chorizos discursivos.
Cuatro, insensibilidad social.
Cinco, el valemadrismo.
Casi casi, Teodoro A. Dehesa y Luis Mier y Terán en el Porfirismo.

VENTANAS: El góber ha calibrado y cavilado la realidad real como una fantasía, y sin las neuronas ni tampoco con el corazón, creyéndose, por ejemplo, el hacendado porfirista.
El padre político heredando al hijo putativo político parcela de poder.
Un administrador del recurso público incurriendo, vaya, en el subejercicio.
Y de paso, poniendo el aparato gubernamental al servicio de la sucesora en la silla embrujada del palacio, Rocío Norma Nahle García (¡ay, la Ley Nahle) y de la aspirante y suspirante presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo.
Igual, igualito como sucediera en la mayoría de los gobiernos priistas cuando heredaba la estafeta a los suyos, los incondicionales, los subordinados.
La izquierda con los derechos humanos en la mesa de los sacrificios.