cargando

En twitter:

04 junio, 2023

Enriqueta Blanco: dos hijos desaparecidos en Veracruz

*Brandon Isaac y Luis Felipe Hernández Blanco desaparecieron en Poza Rica y Puerto de Veracruz; uno a mano de delincuentes y el otro, de policías estatales

*El cuerpo de Brandon Isaac fue reconocido por su madre en un álbum de la FGE: “Estaba enterrado en el Panteón Jardín de Tuxpan y desaparecieron” de la fosa común

*Un testigo afirma que a Luis Felipe se lo llevaron a una casa de seguridad donde golpeaban y torturaban gente en el Puerto de Veracruz en el 2022

*Estaban en 27 bolsas negras con cuerpos desmembrados y partidos a la mitad/Noé Zavaleta/En Misión Especial

  • Enriqueta Blanco. Dos hijos desaparecidos

  • Árbol de la Esperanza en el zócalo de Poza Rica

  • Árbol de la Esperanza en el zócalo de Poza Rica

POZA RICA, VER.- Enriqueta Blanco Hernández muestra la foto de sus dos hijos desaparecidos: Brandon Isaac Hernández Blanco, de 15 años de edad y desaparecido el 9 de julio del 2012 y Luis Felipe Hernández Blanco, de 29 años de edad y desaparecido el 4 de marzo del 2022. Un hijo desaparecido en el duartismo y otro en el sexenio de Cuitláhuac García y en ambos casos, la misma impunidad y las mismas respuestas en la Fiscalía: “No tenemos pistas de su paradero”.

Enriqueta Blanco habla muy bajito, sus mejillas se ruborizan cuando recuerda con coraje cómo se llevaron a su hijo Brandon y cuando su otro hijo, Luis Felipe, le dijo que iría al puerto de Veracruz de “entrada por salida” y ya no volvió.

A Enriqueta la cobija y le da sombra el Árbol de la Esperanza en el zócalo de Poza Rica, un árbol que fue adoptado y ahora es cultivado por el Colectivo de Búsqueda de Desaparecidos “María Herrera”, una organización que ha documentado más de 200 casos de personas desaparecidas en Poza Rica, Tihuatlán, Tuxpan y Papantla. El sol en la huasteca veracruzana pega a plomo, Enriqueta quiere contar su historia.

Brandon Isaac Hernández tenía 15 años de edad, trabajaba como mototortillero en la colonia Kawatzin de Coatzintla al norte de Veracruz. En esos años, Coatzintla era un auténtico feudo Zeta: “Ya se sabía que en Coatzintla por esos meses se llevaban a los jóvenes y después aparecían muertos” expone Enriqueta Blanco.

A Isaac Hernández lo interceptaron sujetos armados y lo subieron por la fuerza en un taxi. La señora Enriqueta cree que a él lo escondieron en la cajuela, pues logró interceptar al taxista, pero sólo vio que llevaban a otros jóvenes en el asiento trasero, pero no a su hijo. El número económico del taxi iba tapado con cinta canela.

Tras el forcejeo con el taxista y con otras personas, Enriqueta recibió una llamada: “Ya para que dejes de estar chingando, te voy a dejar a tu hijo en el Aurrera”. Enriqueta Blanco y uno de sus hijos corrieron al centro comercial, llegó la noche, el amanecer e Isaac no regresó.

“Se llevaron al más chico de mis niños. Me cansé de buscarlo en colonias, en comunidades… Nunca puse la denuncia por miedo a que le fueran a hacer algo a mis otros hijos. Fue hasta el 2020 cuando me atreví a ponerla porque me adherí al Colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera”.

Una vez puesta la denuncia, Enriqueta Blanco continúo la búsqueda de su hijo en Centros de Readaptación Social, en búsqueda en comunidades y municipios aledaños, en fosas clandestinas. Una noche, Enriqueta tuvo un sueño muy nítido, vio a su hijo vendiendo periódicos en un quiosco de la ciudad, le pagó con una moneda de diez pesos y al momento de entregarle el periódico tomó del brazo al voceador le apretó la mano y le preguntó: “¿Eres mi hijo?”, el joven sólo atinó a contestar “gracias”. Enriqueta confiesa que sintió una paz emocional inmensa.

Horas después del sueño, el teléfono de Enriqueta sonó, eran de la Fiscalía General del Estado (FGE) que tenía que ir a ver un álbum de cuerpos no identificados hallados en el entronque Álamo-Tihuatlán hace muchos años, tal vez en el 2012, que entre esos N.I. (No identificados), podría estar su hijo.

Apenas abrió el álbum Enriqueta encontró a su hijo, lo reconoció por el torso, “enseguida supe que era él”, no tuvo ninguna duda. El cuerpo de Brandon Isaac, junto con el de otro número no precisado de víctimas, fue encontrado en una camioneta abandonada de la empresa Leche Lala.

-¿Cuántas víctimas había en esa camioneta?
-Fueron encontradas 27 bolsas negras, pero con cuerpos desmembrados o partidos a la mitad. No sé, pudieron ser 10, 12, tal vez más víctimas. Identificado plenamente el cuerpo de Brandon Isaac, la Fiscalía hizo los trámites pertinentes -burocráticos y tardados, pero trámites al fin-, para hacer la exhumación del cuerpo del hijo de Enriqueta Blanco en el Panteón Jardín de Tuxpan, a donde había sido depositado en la fosa común, junto con las otras víctimas halladas en la camioneta lechera.

El día de la diligencia, hecha en 2021, menuda sorpresa se llevaron forenses, ministeriales y la familia de Enriqueta Blanco, pues la fosa común se encontraba vacía. Nueve años duró desaparecido Brandon Isaac Hernández y ahora que por fin se tenía la certeza de que había sido asesinado y sus restos reposaban en una fosa común, pues no estaba ahí, donde la carpeta de investigación y la Fiscalía señalaban que había sido depositado.

En dos años de búsqueda post morten ya fueron citados a declarar los empleados y encargados de Funeraria Rivas y empleados forenses de la extinta PGJE, quienes aseguran que los restos de las 27 bolsas negras fueron depositados ahí, previa toma de fotografías y previa colocación de numeralia y nomenclatura para facilitar su identificación cuando correspondiese; pero no fue así, el cuerpo de Brandon Isaac y las 10, 12 víctimas de la camioneta lechera Lala siguen “desaparecidos”.

VOY A VERACRUZ Y VENGO…
Luis Felipe Hernández Blanco, de 29 años de edad, quiso reiniciar su vida a finales del 2021; iba saliendo del Penal de Villa Aldama acusado de “huachicolero”, purgó una condena de ocho años, pues a los 21 se juntó con malas amistades, quienes le contaron del negocio lucrativo de “tomar gasolina” de tomas clandestina de PEMEX en el norte del estado.

Felipe Hernández sólo le manejaba a quienes hacían la “ordeña” de los ductos y extraían el “huachicol”, pero pues en un operativo fue detenido y ni modo, su proceso judicial avanzó y a pagar sentencia.

Una vez que salió de prisión (16 de diciembre del 2021), a Luis Felipe, otro de sus hermanos, le “hecho la mano” y lo metió a trabajar a Gas Kachikin, una gasera popular en los municipios de Papantla, Coatzintla y Poza Rica: “Ahí andaban mis dos hijos ganándose sus centavos a la buena. Los dos estaban en el gas, volví a ver contento a Luis Felipe”.

El problema, señala Enriqueta Blanco, fue cuando Luis Felipe empezó a recibir llamadas y llamadas constantemente. El día 3 de marzo del 2022, le dijo a su madre: “Voy al puerto de Veracruz mamá, voy y vengo… No me llevo ropa, yo regreso mañana”.

Luis Felipe tomó un autobús junto con su amigo, Juan Omar Cabrera, a la una de la mañana del 4 de marzo. Juan Omar volvió a casa, golpeado y espantado un par de días después; pero el hijo de Enriqueta Blanco ya no regresó.

“A las 4:30 de la madrugada mi hijo me manda un mensaje: “Mamá, ya llegué”, fue lo último que supe de él. Pasaron las horas y su celular apagado, ni un mensaje, nada. Hasta el otro día se comunica Juan Omar Cabrera y le dio las malas noticias: fueron “levantados” al parecer por policías estatales.

“Al llegar, hombres encapuchados nos subieron a una camioneta. Al parecer eran patrullas de la estatal, porque traían los sistemas tubulares que traen las patrullas en las bateas, nos encapucharon y nos trajeron dando vueltas, nos llevaron a una casa de seguridad, nos quitaron toda la ropa, se escuchaba que ahí tenían a más gente… Le subían a la música y sólo se escuchaban alaridos de dolor de qué ahí tenían a más personas bajo tortura”.

Por extrañas circunstancias –apunta Enriqueta Blanco- a Juan Omar Cabrera lo “soltaron” sus captores, le pidieron que se “callará el hocico” sino quería tener más problemas o broncas.

Enriqueta Blanco ha contado su historia: dos hijos desaparecidos y un cuerpo que no logra encontrar para darle cristiana sepultura y cerrar ese círculo de dolor que toda madre de hijo desaparecido quiere concluir para llevar un luto más decoroso.

Dos hijos devorados por el tsunami de violencia e inseguridad de Veracruz, un hijo desaparecido y asesinado en los tiempos más aciagos del priismo y de Javier Duarte; uno más desaparecido en el sexenio de la Cuarta Transformación, el de Cuitláhuac García, el que dice que “somos distintos”, pero la inseguridad e impunidad continúan igual.

Ha pasado una década desde de la primera desaparición y ni ayer, ni ahora, Enriqueta puede encontrar respuestas de ¿por qué a mis hijos?

Enriqueta Blanco acaricia las fichas de sus hijos “amarradas” a una frondosa rama del Árbol de la Esperanza, al dar la espalda al reportero, se aprecia que en su blusa blanca porta una leyenda en letras negras: “Desenterrando la verdad”. Mientras haya salud y vida, Enriqueta continuará en la imperiosa búsqueda de sus dos hijos.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.