Pareciera una feroz persecución en contra de los usuarios del Internet, los cibernautas, los navegantes del espacio, para amarrar una venta, incluso, de asuntitos inverosímiles como, por ejemplo, enviar anuncios a los seniles para comprar ropa de bebés…. quizá para los nietos, claro.
Vaya, anuncios a las personas de 70 y 80 años para estudiar una maestría con el cincuenta por ciento de descuento en la inscripción y la mensualidad.

PASAMANOS: Todos los días llegan correos. Y sin ninguna trascendencia.
Anuncios ofreciendo créditos blandos. Préstamos de tres mil pesitos para arriba llegando, incluso, a unos cincuenta mil.
Anuncitos con la última moda en trajes de baño. Y para mujeres.
Y vestidos. Y zapatillas. Vaya, hasta cremas para mejorar el cutis y la piel.
Anuncios vendiendo departamentos y casas. Y coches nuevos, pero también automóviles usados.

CORREDORES: Caray, hasta hospitales ofreciendo buen servicio y mejor precio.
Inverosímil: anuncitos a personas de la sexta y séptima década avisando que ya llegaron los estambres para tejer chambritas.
La locura total. Se explica: la desesperación económica por las bajas ventas, derivada, entre otras cositas, por el poscovid, la recesión y la inflación descarrilada.
Hay días, por ejemplo, cuando a la bandeja de entrada llegan hasta veinte anuncios y que de inmediato han de borrarse porque de lo contrario, el archivo se llena y embotella.

BALCONES: Casi casi es como una paseadita en el Centro Histórico, donde en las calles Independencia y 5 de Mayo y adyacentes hay feroz competencia con anuncios de “Se vende o alquila”.
Además del montón de comercios y negocios cerrados. Vaya, hasta cantinas y bares con el telón abajo.
Es más, los comercios que cada vez están cerrando en las plazas comerciales.
La recesión está ahí. En las calles y centros comerciales. Y en Internet.
Veracruz, con los seis millones de habitantes en la miseria y la pobreza y el desempleo y el subempleo, pésimas circunstancias para reactivar la economía.
La adversidad económica y social exhibida en el ciberespacio.
Veracruz, la única entidad federativa de la república amorosa y humanística incapaz de recuperar los miles de empleos perdidos en el par de años del covid.

PASILLOS: En la pandemia, comercios y negocios (desde restaurantes y fondas hasta taiboleras) ofreciendo servicios a domicilio.
Desde hace ratito, estamos en el poscovid. La autoridad sanitaria prohibió el uso de tapabocas.
Pero los negocios y comercios continúan con el servicio a domicilio. Digamos, habrían descubierto zaguanes de ventas.
Con todo y que de por medio se atraviesan la recesión y la inflación.
Las amas de casa, por ejemplo, quejándose cada vez de que “el dinero no alcanza” y en el mostrador de la tienda dejan productos de la despensa.
Por eso, quizá, la campañita en Internet subastando productos.

VENTANAS: Los viejitos con computadora y celular están hartos de los anuncios inverosímiles como, por ejemplo, lencería, como para ir a fiesta de disfraces.
Y becas para estudiar posgrados. Y viajes al otro extremo del mundo.
Pero ni hablar, forma parte de la tecnología y qué le vamos a hacer.
En todo caso, si se hacen corajes nada como dejar el cel y la compu y pedir a la familia nos lleven a plaza comercial para sentarse por ahí en una banquita a mirar y admirar el paso de las bellas.