Mujeres taxistas
I (Gran fracaso económico)
Tiempo existió en la ciudad jarocha cuando las campanas repiquetearon a vuelo anunciando los taxis color rosado.
Manejado por mujeres.
Y sólo para mujeres.
Pasado un ratito, la ilusión social descarriló y hubo mujeres taxistas que de plano cambiaron el color rosa por el rojo, el universal.
Luis Velázquez
Y, claro, dejaron de levantar mujeres como las únicas pasajeras.
Abierto a la clientela en general.
Simplemente, el fracaso económico.
Ahora, en Xalapa, que la prueba piloto lanzada con treinta taxis... para mujeres.
En la capital.
Los mejores deseos.
Más en un Veracruz Feminicida, campeón nacional.
Campeonísimo en secuestros.
Extorsiones.
Desaparecidos.
Fosas clandestinas.
Y el montón de niños huérfanos y parejas viudas.
Digamos, y en el quinto año del sexenio obradorista, cuando más cerca de irse, ¡vaya prueba piloto con los taxis para mujeres!
¡Sabrá el chamán la autoría genial del funcionario público!
Casi casi al nivel de la iniciativa de ley de la diputada local del Movimiento Ciudadano, Maribel Ramírez, para otorgar seis días cada mes a las mujeres en el periodo menstrual.
“El Cremas”, Reye Feo del Carnaval, bien podría hablar de chorizos, rollos, reality-show, “tomadura de pelo”, faramalla, patraña.
Pero, bueno, “¡la vida es así y qué le vamos a hacer!”.
A la altura, digamos, de la política sexenal de los sarcófagos, ataúdes y féretros como estrategia para inconformarse “con el orden de cosas establecido”.
Una medida, digamos, taxis para mujeres, para embellecer el paisaje urbano y suburbano.
Y de paso, una oportunidad para unas cuantas mujeres en el tiempo del poscovid, la recesión y la inflación.
La miseria y la pobreza.
La jodidez.
Y el desempleo, subempleo y salarios pichurrientos.
¡Hosanna, hosanna, las ideas económicas y sociales aplicadas en el tiempo inmaculado de la 4T!
Justicia social, entonces, para unas mujeres en Xalapa.
Los iluminados anuncian que si los taxis para mujeres cuajan en la capital, entonces, más taxis.
Luego, taxis para mujeres en los doscientos once municipios del Estado jarocho.
Quizá parten de la estadística de que seis de cada diez habitantes son mujeres.
Y que, claro, ha de protegerse a las mujeres en un Veracruz, donde igual, igualito que el resto de la nación, los taxistas están satanizados como depredadores sexuales.
Ligados, muchos, incluso, a los malos.
II (Graves pendientes sociales)
¡Aplausos, aplausos, diría aquel, por los taxis solo para mujeres!
Pero hay más duros y rudos pendientes sociales en la población femenina.
El alto al feminicidio.
El secuestro.
La desaparición.
Las fosas clandestinas.
El machismo.
La terrible y espantosa desigualdad económica y social en los empleos y en donde por lo regular el hombre percibe más, mucho más, que las mujeres.
El escalafón en cargos públicos y privados.
El legítimo derecho de las mujeres a una vida digna.
Y a la educación de primera.
A vivir sin sobresaltos.
Y a la procuración de justicia.
Por eso, el programa piloto (ajá) de los taxis únicamente para las mujeres parece, es, una iniciativa demagógica y populista.
Digamos, como el frenesí intenso y volcánico de ferias y festivales y Rodadas y yates cuenqueños y la política de los ataúdes, entre otras cositas, “para tapar el ojo al macho” ante la manifiesta incapacidad, principio de Peter, para alentar la creación de empleos indígenas, rurales, suburbanos y urbanos.
III (El nuevo Veracruz abriéndose paso)
Taxis como mujeres, casi casi, un chiste. Burla. Pitorreo. Mofa, Pachanga. Mentada de madre ante el Veracruz Feminicida.
Caray, hasta un Comité de Salud Pública pudiera interesarse para evitar tanto escarnio.
Es como decir a un pobre... pobre naciste, pobre vives y pobres morirás.
Como en los mejores tiempos del PRI y la Coca Cola y los tacos parados, con taxis con aura femenina.
Símbolo, claro, de la nacionalidad guinda y marrón.
El nuevo Veracruz.
El nuevo México abriéndose paso.
Vaya, hasta un sindicato de mujeres taxistas podría integrarse.
Taxis para Mujeres, un proyecto de vida.
La voz de las desesperadas.
La liberación de las pobres.
Los salvavidas del desempleo.
Sin Taxis para Mujeres, ningún programa de gobierno vale la pena.
El sexo fuerte, las mujeres, tomando el poder.
La Mujer Liberada de Veracruz.
“Somos treinta. Pero pronto seremos más”.
Robert De Niro en Taxi Driver.
La Mujer Xalapeña taxista.