Agravios laborales. Desempleo creciente, subempleo y salarios pichurrientos.
Agravios en materia de seguridad. La vida girando alrededor de los sobresaltos. Secuestros. Desapariciones. Crímenes. Fosas clandestinas.

ROMPEOLAS: Agravios en la procuración de justicia. Las calles y avenidas, multiplicadas en protestas y coraje social. Los vecinos, los ciudadanos de a pie clamando la “permanente voluntad de dar a cada uno lo suyo”.
Agravios educativos. 600 (seiscientos) mil personas que no saben leer ni escribir. Más un millón con la escuela primaria inconclusa. Y otro millón con la secundaria a medias. Y 600 mil con el bachillerato inconcluso.
Más la realidad avasallante. De cada cien niños egresados de la primaria diez llegan a la universidad. Y solo uno se titula.

ARRECIFES: Agravios en materia de salud. Un hecho: los niños enfermos de cáncer… sin medicinas. Los padres, con los hijos internados en el hospital público, boteando en calles y avenidas para comprar los medicamentos y tan caros que son.
Agravios en el desarrollo humano. El peor desarrollo humano de que se tenga memoria evidenciando la calidad de vida.
En contraparte, oh felicidad y dicha inmensa, el señor Cuitláhuac N. con el aparato gubernamental al servicio de Rocío Norma Nahle García y Claudia Sheinbaum Pardo como sus candidatadas (y también de AMLO) a la gubernatura de Veracruz y presidencia de la república.
Insólito, Cuitláhuac G. J. festinando que en sus encuestas, Sheinbaum va ganando la candidatura presidencial.
Bien lo dijo en momento estelar el diputado federal, José Yunes Zorrilla:
En Veracruz y desde Veracruz habrá una elección de Estado en el año 2024 y que de hecho y derecho está operando.

ESCOLLERAS: Los agravios se han acumulado desde un montón de tribus gobernantes en el poder constitucional.
De un mandatario a otro se han traslapado y en la mayor parte de los casos el góber en turno “lavándose las manos” como Poncio Pilatos de que el antecesor les dejó la herencia social.
En el fondo la realidad avasallante observada por Antonio López de Santa Anna, tres veces gobernador de Veracruz y once veces presidente de la república: “El hombre es nada. El poder es todo”.

PLAZOLETA: El objetivo superior de cada político encaramado en el decibel más alto es el poder.
Poder político, sinónimo del poder económico y el poder social.
Y el poder educativo y de salud. Y el poder en materia de seguridad y procuración de justicia.
Lo dijo la fiscal general: “Aquí mando yo”.

PALMERAS: Cada gobernador ha soñado en el discurso público con un mundo perfecto para enaltecer la calidad de vida de la población.
¡Pura fantasía y triquiñuela y patraña!
La estrategia de vender esperanzas, ilusiones, quimeras, utopías.
Conscientes los funcionarios públicos de que los ciudadanos de a pie siempre creen en las esperanzas.
Así, los agravios se han acumulado. Y lo peor: se multiplican, imparables y descarrilados.
Cada generación política estafando a la población.
Buena, ajá, la construcción de un parque público. Un salón de clases. Una calle pavimentada. Un sistema de agua potable. Un caminito.
Pero más, mucho más importante dignificar la calidad de vida. Punto de partida de la colección de agravios sociales en Veracruz.